Benvolguts,
Ahir vàrem tornar a publicar l’article polèmic d’en Sánchez
Piñol i el Museu Militar. I també hem publicat en diversos apunts diverses crítiques
al capteniment de La Vanguardia Española
en aquest afer de censura. Com en el franquisme amb en el feixista Galinsoga. Com l’església en els 400 anys d’inquisició amb l’atac als científics com Galileu i amb la crema de més d’un com Jan Huss, Giordano Bruno o Miquel Servet.
Crec que paga la pena assabentar-se de com tractava l’església
els intel·lectuals, els científics i els savis: Hi havia dos mètodes principals: la censura i
la foguera, per llibres i per persones.
Avui fem aquest preàmbul i després comentem l’Editorial d’en Vicent Partal sobre el
cas.
Tret de la
Viquipèdia:
Jan Hus. También conocido como Juan Huss o Juan de Hussenitz (Hussenitz, Reino de
Bohemia, c.
1370 - Constanza, Sacro Imperio Romano Germánico,
6 de julio
de 1415),
fue un teólogo
y filósofo
checo.
Rector de la Universidad Carolina de Praga. Como reformador y
predicador se le considera uno de los precursores de la Reforma Protestante; sus seguidores se conocen
como husitas.
Murió quemado en
la hoguera, al ser condenado por hereje en
el Concilio de Constanza.
Giordano Bruno: Sus problemas comenzaron
durante su adoctrinamiento, al rechazar tener imágenes de santos, aceptando
sólo el crucifijo.
El 27 de enero de 1593 se ordenó el encierro de Giordano Bruno en el Palacio
del Santo Oficio, en el Vaticano. Estuvo en la cárcel durante ocho años
mientras se disponía el juicio —bajo el tribunal de Venecia—, en el que se le
adjudicaban cargos por blasfemia, herejía e inmoralidad; principalmente por sus
enseñanzas sobre los múltiples sistemas solares y sobre la infinitud del
universo. Durante
la ocupación napoleónica se perdieron la mayoría de los folios de ese juicio (com
passa encara a Espanya).
El 8 de febrero fue leída la sentencia en donde se le declaraba herético, impenitente, pertinaz y obstinado. Fue expulsado de la Iglesia y sus trabajos fueron quemados en la plaza pública. Durante todo el proceso fue acompañado por monjes de la Iglesia. Antes de ser ejecutado en la hoguera uno de ellos le ofreció un crucifijo para besarlo pero Bruno lo rechazó, diciendo que moriría como un mártir y que su alma subiría con el fuego al paraíso.
Fue quemado el 17 de febrero de 1600 en Campo dei Fiori, Roma.
Miguel Servet Sus intereses abarcaron muchas ciencias: la astronomía y la meteorología, la geografía, la jurisprudencia, la teología y el estudio de la Biblia, las matemáticas, la anatomía y la medicina.
El 8 de febrero fue leída la sentencia en donde se le declaraba herético, impenitente, pertinaz y obstinado. Fue expulsado de la Iglesia y sus trabajos fueron quemados en la plaza pública. Durante todo el proceso fue acompañado por monjes de la Iglesia. Antes de ser ejecutado en la hoguera uno de ellos le ofreció un crucifijo para besarlo pero Bruno lo rechazó, diciendo que moriría como un mártir y que su alma subiría con el fuego al paraíso.
Fue quemado el 17 de febrero de 1600 en Campo dei Fiori, Roma.
Miguel Servet Sus intereses abarcaron muchas ciencias: la astronomía y la meteorología, la geografía, la jurisprudencia, la teología y el estudio de la Biblia, las matemáticas, la anatomía y la medicina.
En Vienne, Servet se dedica a proseguir sus estudios y publicaciones y prepara
en secreto la que será su obra cumbre. Prosigue su correspondencia con Calvino,
a quien envía una primera versión de su libro, Christianismi Restitutio (Restitución del Cristianismo), de
carácter fundamentalmente teológico, en espera de sus comentarios (1546). El concepto de cristianismo ahí expuesto es cercano
al panteísmo.
Cristo está en todas las cosas. El mundo está lleno con él. Se mostraba también
contrario al bautismo de los niños, ya que el bautismo debe ser un acto maduro
y consciente de discipulado cristiano, lo que le acerca a las posiciones anabaptistas.
Sobre la edad adecuada para recibir el bautismo, sugirió seguir el ejemplo de
Jesús: Jesucristo fue él mismo bautizado cerca de los treinta años.
Curiosamente el libro pasaría a la posteridad por contener en su «Libro V» la primera exposición en el Occidente cristiano de la función de la circulación pulmonar o menor: según Servet, la sangre es transmitida por la arteria pulmonar a la vena pulmonar por un paso prolongado a través de los pulmones, en cuyo curso se torna de color rojo y se libera de los vapores fuliginosos por el acto de la espiración. Servet sostenía que el alma era una emanación de la Divinidad y que tenía como sede a la sangre. Gracias a la sangre, el alma podía estar diseminada por todo el cuerpo, pudiendo asumir así el hombre su condición divina. Por tanto, los descubrimientos relativos a la circulación de la sangre tenían un impulso más religioso que científico. De ahí que la descripción de la circulación pulmonar esté dentro de una obra de teología y no de una de fisiología. Para Servet no había diferencia entre ambos ámbitos, ya que todo obedecía a un mismo gran designio divino.
Finalmente, Christianismi Restitutio es publicado anónimamente a principios de 1553, nuevamente con gran escándalo. Posiblemente mientras iba rumbo a Italia, por alguna razón Servet acaba haciendo una estancia en Ginebra, donde fue reconocido en la iglesia donde predicaba el propio Calvino (13 de agosto). Tras ser detenido y juzgado por hereje (por su negación de la Trinidad y por su defensa del bautismo a la edad adulta), fue condenado a morir en la hoguera (26 de octubre de 1553).
La sentencia dictada en su contra por el Consejo (Petit Counseil) de Ginebra dice:
Contra Miguel Servet, Alcolea del Cinca (Baix Cinca que pertany a la Franja de Llevant o de Ponent) del Reino de Aragón, en España: Porque su libro llama a la Trinidad demonio y monstruo de tres cabezas; porque contraría a las Escrituras decir que Jesús Cristo es un hijo de David; y por decir que el bautismo de los pequeños infantes es una obra de la brujería, y por muchos otros puntos y artículos y execrables blasfemias con las que el libro está así dirigido contra Dios y la sagrada doctrina evangélica, para seducir y defraudar a los pobres ignorantes.
Por estas y otras razones te condenamos, M. Servet, a que te aten y lleven al lugar de Champel, que allí te sujeten a una estaca y te quemen vivo, junto a tu libro manuscrito e Impreso, hasta que tu cuerpo quede reducido a cenizas, y así termines tus días para que quedes como ejemplo para otros que quieran cometer lo mismo.
El día siguiente, 27 de octubre de 1553, Miguel Servet muere en la hoguera.
Curiosamente el libro pasaría a la posteridad por contener en su «Libro V» la primera exposición en el Occidente cristiano de la función de la circulación pulmonar o menor: según Servet, la sangre es transmitida por la arteria pulmonar a la vena pulmonar por un paso prolongado a través de los pulmones, en cuyo curso se torna de color rojo y se libera de los vapores fuliginosos por el acto de la espiración. Servet sostenía que el alma era una emanación de la Divinidad y que tenía como sede a la sangre. Gracias a la sangre, el alma podía estar diseminada por todo el cuerpo, pudiendo asumir así el hombre su condición divina. Por tanto, los descubrimientos relativos a la circulación de la sangre tenían un impulso más religioso que científico. De ahí que la descripción de la circulación pulmonar esté dentro de una obra de teología y no de una de fisiología. Para Servet no había diferencia entre ambos ámbitos, ya que todo obedecía a un mismo gran designio divino.
Finalmente, Christianismi Restitutio es publicado anónimamente a principios de 1553, nuevamente con gran escándalo. Posiblemente mientras iba rumbo a Italia, por alguna razón Servet acaba haciendo una estancia en Ginebra, donde fue reconocido en la iglesia donde predicaba el propio Calvino (13 de agosto). Tras ser detenido y juzgado por hereje (por su negación de la Trinidad y por su defensa del bautismo a la edad adulta), fue condenado a morir en la hoguera (26 de octubre de 1553).
La sentencia dictada en su contra por el Consejo (Petit Counseil) de Ginebra dice:
Contra Miguel Servet, Alcolea del Cinca (Baix Cinca que pertany a la Franja de Llevant o de Ponent) del Reino de Aragón, en España: Porque su libro llama a la Trinidad demonio y monstruo de tres cabezas; porque contraría a las Escrituras decir que Jesús Cristo es un hijo de David; y por decir que el bautismo de los pequeños infantes es una obra de la brujería, y por muchos otros puntos y artículos y execrables blasfemias con las que el libro está así dirigido contra Dios y la sagrada doctrina evangélica, para seducir y defraudar a los pobres ignorantes.
Por estas y otras razones te condenamos, M. Servet, a que te aten y lleven al lugar de Champel, que allí te sujeten a una estaca y te quemen vivo, junto a tu libro manuscrito e Impreso, hasta que tu cuerpo quede reducido a cenizas, y así termines tus días para que quedes como ejemplo para otros que quieran cometer lo mismo.
El día siguiente, 27 de octubre de 1553, Miguel Servet muere en la hoguera.
En Sánchez Piñol ha tingut la sort de néixer en el segle XX
i abans que Espanya caigui un cop més en l’integrisme d’Estat i la inquisició agiornada torni a cremar
heretges.
Respecte a l’afer Sánchez
Pinyol i els militars i la casposa La Vanguardia i el seu caspós director Mario
Carol, que ja hem comentat més d’un cop, avui hi ha l’Editorial del Vilaweb amb
els seus magnífics comentaristes que resumeixen i paguen molt la pena de llegir
opinions diverses sobre l’afer...
En l’Editorial, molt optimista, hi apareix la censura
(com a mètode de la inquisició o de la Vanguardia per castigar els infidels). Creiem que Espanya hauria de
tornar a posar en marxa la institució de l’Índex, per censurar i cremar llibres
o per censurar i cremar autors. Seria més guai que es diu ara...
Hi afegim tasts dels comentaris que més m’han agradat. Per
cert que el darrer dels comentaristes proposa el boicot que jo proposava ahir
però molt més complet:
·
Potser que
n'aprenem una mica. Nosaltres no hem de caure tan baix de fer servir les seves
mateixes armes. Però
potser que ens hi tornem. Nosaltres no hem de censurar cap diari. Que
escriguin el que vulguin. Però potser que no el comprem, que no en parlem, que
on l'ofereixen de franc no l'agafem, que no hi anunciem, que no consultem el
seu web, que els que hi estiguin subscrits es donin de baixa i que els
propietaris de quioscs el posin en un lloc secundari fora de la vista.
Si per dir que els catalans són una merda quan era director en Galinsoga
es va muntar un daltabaix que Deu n'hi do, ara, per jugar brut contra la llibertat del
país, potser que fem alguna cosa. Tenim organitzacions per convocar
actes festius i reivindicatius. Potser que comencem a muntar organitzacions per coordinar
també actes defensius davant d'aquestes agressions.
I algun altre comentari potent:
·
Parlem de nosaltres. Sabrem fer quelcom
més que sortir al carrer a manifestar-nos o anar a votar? Sabrem estar com els
manifestants de Kiev, El Cairo o Hong Kong... ocupant amb determinació i
valentia els carrers de Catalunya o els centres de poder del govern central
aquí, p.ex.?
·
la nostra resposta ha de ser total:
contra la repressió de la nostra economia (l’espoli fiscal), de les nostres
infraestructures, de la nostra llengua i cultura, de les nostres lleis, de les
relacions amb l’exterior, de la pròpia autonomia, etc.
“La historiografia d’Espanya és la historia de la censura a l’Europa del sud occidental i la de les societats de l’Àfrica septentrional” Nihil nuovo sub sole.
“La historiografia d’Espanya és la historia de la censura a l’Europa del sud occidental i la de les societats de l’Àfrica septentrional” Nihil nuovo sub sole.
·
Potser hem de deixar el lliri a casa i
acceptar d'un cop que l'Estat espanyol és capaç de tot. I que, sobretot, és
aquesta la raó més poderosa per no creure cap dels seus cants de sirena, si
algun dia els fa, deixar de jugar el seu joc i abandonar-lo.
Vicent Partal
02.03.2015
Piñol i les armes de cadascú
Reprimir. Reprimir
Piñol, reprimir Ponsatí, reprimir Vidal, reprimir Fontana, reprimir Rodríguez
Sol… No saben fer sinó això?
Ahir a La Vanguardia
no hi va eixir l'article d'Albert
Sánchez Piñol que hi havia d'eixir. Com el lector sap, no és pas la primera
vegada. Va passar fa poques setmanes, però el director del diari va acabar
cedint a les pressions del carrer i el va publicar, per bé que abans va expressar unes quantes
curioses teories sobre l'ofici de portar un diari. Podem suposar que
avui passaran coses. Que el director de La Vanguardia ens tornarà a il·lustrar
sobre les raons de la censura i que probablement l'escriptor prendrà l'única
decisió raonable que pot prendre si no el convencen les explicacions. Que seria
deixar d'escriure-hi. Però veurem com acaba tot plegat. Sé que la majoria dels
periodistes del diari no avalen l'actuació del seu director. I no parlem dels
col·laboradors, companys de Piñol, que potser es demanen quin sentit té de
continuar posant la seua signatura en aquell paper. Voler actuar com un senyor
feudal a l'era de Twitter no és precisament fàcil i La Vanguardia potser no ha calculat bé l'impacte d'això que fa.
No cauré en la
temptació de discutir sobre aquesta qüestió des del punt de vista periodístic,
des del punt de vista dels mitjans, dels drets dels col·laboradors o dels
límits de les empreses. M'agradaria molt, però em sembla que avui seria
confondre el fons veritable de l'afer. Perquè, de fet, parlem de com els uns i els altres fan
política. És evident que l'afer Piñol s'emmarca, també, en l'enfrontament
polític entre un estat espanyol que no vol perdre el Principat i una Catalunya
que vol independitzar-se.
I en aquest context el
cas Piñol torna a posar en relleu on és cadascú i quines armes fa servir cadascú.
Que no sol ser mai una elecció anecdòtica.
Sánchez Piñol ha tastat
la censura, si més no, per dues bandes diferents: a La Vanguardia i en el famós episodi
d'Utrecht. No ha estat l'únic. Recordeu que l'economista Clara Ponsatí fou sotmesa a una purga
política? El ministre Margallo en persona fou capaç de dir que l'estat espanyol
retirava el seu suport a la càtedra que ocupava a Harvard perquè era 'secessionista'. La llibertat intel·lectual,
fins i tot de càtedra, va ser negligida. El cas del jutge Vidal, que va tenir la setmana passada el desenllaç primer,
és un altre cas notable. Ha fet milers de sentències, però el Consell General
del Poder Judicial no ha pogut trobar-hi ni una errada. De manera que l'han expulsat perquè mantenia
unes idees. Tot això ja ho
denunciaren historiadors de valor indiscutible, Josep Fontana per exemple, en un congrés científic sobre la
repressió contra Catalunya,
la repressió
d'aquests darrers tres-cents anys, que només es pot negar des de la complicitat
amb els repressors,
i potser ni així. Si
fins i tot s'atreviren a remoure el fiscal superior de Catalunya, Martín Rodríguez Sol, només perquè va
opinar que el 9N era legal.
Reprimir. Reprimir Piñol, reprimir Ponsatí, reprimir Vidal, reprimir
Fontana, reprimir Rodríguez Sol…
No saben fer sinó això? Aquestes són les armes que un estat com l'espanyol
pensa que pot triar per a guanyar en ple segle XXI, en plena era de les xarxes socials, en plena
Europa? Doncs, encara que puga semblar sorprenent, sí, és així. Aquestes són les
seues armes, les armes que ells volen usar. Aquestes
i les sentències
del Tribunal Constitucional
i els recursos
contra qualsevol mesura de la Generalitat
que implique una política pròpia. Siguen les ambaixades o la pobresa energètica, siguen els horaris
comercials o l'ús de la llengua a l'escola. Ni una sola proposta política, ni un sol
gest d'aproximació. Només reacció a la contra, descontrolada, en forma de
repressió, de repressió contra tot i contra tothom.
I ací és on som. Els
qui tenim davant han triat aquestes armes: la llista ja és massa llarga i no
admet dubtes. I jo, tot i ser conscient del dolor personal que poden arribar a
crear-nos en algun moment amb aquesta mesura o aquella, només puc dir que
cometen un greu error ja que, actuant amb tanta ceguesa i amb tan poca visió del món on
viuen, s'asseguren la derrota.
Que no sé si cal recordar
que, amb aquestes armes que ells han escollit per a la batalla, ni Franco no
ens va poder vèncer.
Vicent Partal
Joan A. Forès
Reflexions
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