Benvolguts,
El company Carles Marc m’ha passat l’article i
ens ha fet notar com els països rics han propiciat “mercats casino”, amb totes les conseqüències destructives
que ja hem vist en els films Inside job i Margin Call. Com a complement d’aquest article podeu buscar Lehman Brothers, Goldman Sachs, corralitos,
preferents, subordinades, etc, en el Bloc: http://reflexionsjafores.blogspot.com.es/search?q=margin.
N’hi trobareu un munt...
El ataque alemán
desahucia a España
El pánico financiero y la austeridad que impone Alemania
le reportan grandes beneficios y favorecen la apuesta de los grandes
especuladores contra las deudas soberanas de los países del sur de Europa
Los economistas reiteran hasta la
saciedad que la imposición merkeliana de austeridad es un error, pero siguen
sin entender que se trata de una truculenta estrategia del
Gobierno y la banca alemana para desvalijar al sur de
Europa con el fin de tapar el enorme
agujero financiero alemán. Este expolio es posible debido a una desregulación
jurídica que desde 2000 ha desplazado el capitalismo productivo por un “mercado
casino” sin supervisión administrativa, en el que ha quedado suprimido el
delito de información privilegiada y que funciona mediante apuestas en las que
no hay que identificarse. Esta bolsa privada y sin transparencia,
localizada en Nueva York y Londres, está en manos de un cartel compuesto por seis megabancos
norteamericanos y seis europeos, todos quebrados y rescatados por sus Gobiernos,
es decir, por los contribuyentes.
Este es el verdadero origen de la
crisis: un nuevo capitalismo de casino y de apuestas en productos financieros tóxicos —como las
hipotecas subprime—, que ahora
especula con la deuda soberana de los países del sur. La causa de la crisis,
pues, no es ni la burbuja inmobiliaria española, ni el endeudamiento —las
deudas inglesa y alemana eran superiores—, ni la indisciplina fiscal. La
burbuja ha sido hipotecaria: de titulizar y revender hipotecas tóxicas en el
mercado. Precisamente,
el Deutsche Bank fue uno de los mayores implicados, según reveló el Senado
americano. Este banco ha colocado productos a sus clientes a sabiendas de que
perderían dinero, tanto en Norteamérica (paquete “Gemstone VII”) como en
Alemania, donde el Tribunal Supremo le condenó en 2011. Los
ciudadanos alemanes fueron las primeras víctimas de la voracidad de sus bancos.
Es rentable propagar el temor financiero;
el dinero huye del sur por miedo a un ‘corralito’
|
Alemania, además, es quien
promovió las apuestas contra la deuda del sur. El Deutsche Bank fue uno de los
artífices de este nuevo Merk-ado de deuda soberana —y de su índice de precios Markit— que disparó los ataques
especulativos. Goldman
Sachs asesoró a Grecia para ocultar su deuda y así logró entrar en el euro,
después, con esta información privilegiada, apostó junto con Deutsche Bank que
Grecia se hundiría. Atacar a países del sur fue la fórmula del Gobierno y bancos
alemanes para recuperar las pérdidas de sus bancos ludópatas.
Semejante giro depredador contra
la propia zona euro lo motivó la filtración del informe confidencial del
supervisor financiero alemán, el BaFIN (confirmado por otro de Merrill Lynch),
que valoraba en 800.000
millones los activos tóxicos del país en 2009. Dichos datos
delatarían que una Alemania especulativa había reemplazado a su reputado
capitalismo industrial. En vez de procesar a los responsables, cerraron filas e
iniciaron el descrédito del sur para desviar la atención y sojuzgarlos.
Algunos países disculpan la especulación
para que sus bancos intervenidos obtengan beneficios
|
Este es el cambio clave del nuevo capitalismo
de casino: los rescates y nacionalizaciones han transformado a los
Gobiernos alemán, británico, suizo y norteamericano en cobanqueros que ahora
disculpan la prolongación de ataques especulativos porque necesitan que estos
bancos tengan beneficios rápidos y puedan devolver el dinero inyectado.
Además de estos rescates,
Alemania —que se opone a que el BCE ayude a España— oculta que el Deutsche Bank
recibió, solo en 2008, 20.000 millones de la Reserva Federal norteamericana junto
con 60.000 millones para Credit Suisse y UBS (Unión de Bancos Suizos) a un tipo
de interés regalado del 0,01%.
Se entiende cómo funciona un
ataque especulativo tomando el paradigmático caso del imperio mediático alemán,
Kirch. En
2001 los directivos de Deutsche Bank (Ackermann y
Baumann) difundieron rumores falsos de que el grupo no podría pagar su deuda y
que no conseguiría financiación. (¿Les suena de algo?) Provocaron la mayor quiebra contemporánea para apoderarse de él.
En 2011 la justicia alemana esclareció el asunto y el presidente Ackermann,
íntimo amigo de Merkel, dimitió y propuso una indemnización de 1.000 millones
de euros para silenciar el escándalo. Como se ve, antes de Grecia, ya estaban
curtidos en especulación contra empresas alemanas.
Algunos países disculpan la especulación
para que sus bancos intervenidos obtengan beneficios
|
Idéntico sistema se está
utilizando para desacreditar al sur. ¿Cómo se beneficia Alemania de este ataque
a España?
1. Genera rumores para disparar el interés que
pagará España cuando pida prestado dinero. 2. Impone privatizaciones de empresas rentables
(aeropuertos, AVE, lotería…) que, de no resistir el Gobierno,
pasarán a manos del norte a precio de ganga. 3. Provoca asfixia crediticia para devaluar las acciones de las
multinacionales (Telefónica, Iberdrola, Repsol, Gas Natural…), con
lo cual pueden apoderárselas grupos alemanes. 4. Pero lo más rentable al propagar pánico financiero
—que es delito— es
la huida de dinero por miedo a un corralito. De España en ocho meses de 2012
han salido 330.000
millones de euros (a los que hay que sumar su equivalente en Grecia
e Italia), que van a parar a bancos de Suiza, Luxemburgo, Holanda y Alemania,
cifras “sin precedentes”, según Bloomberg. El austericidio reporta grandes beneficios…
Bajo el disfraz de la
“(in)dependencia”, Jens Weidmann, presidente del Banco Central alemán, ha
contribuido a este pánico cuestionando cada test favorable a España. Sigue la
línea de su predecesor, Axel Weber, quien el mismo año en que dejó el Bundesbank
(2011) fue “premiado” por hostigar al sur con la presidencia de UBS, uno de los
bancos privados del eje alemán que se beneficia de la deportación de miles de
millones provenientes del sur.
El escándalo del líbor-euríbor y Barclays es la última prueba de las prácticas fraudulentas y especulativas
de este cartel, el cual alteraba el precio al que se presta el dinero e incrementó el
coste de las hipotecas de los europeos. Entre los implicados están
el Deutsche Bank, Credit Suisse y UBS junto con Lloyds y Royal Bank of Scotland
(RBS) —son las Bankias del Gobierno inglés, nacionalizados en un 40% y 80%—.
En cambio, nuestros principales
bancos, Santander, BBVA y La Caixa, no están implicados en semejantes
prácticas. Tampoco han necesitado rescate y el Santander es el mejor banco del
mundo según Euromoney. Son un apetecible botín de guerra.
La Comisión Europea no ha
detectado el cartel del líbor, ni el entramado especulativo sobre la deuda
griega oculta, ni destapa el club bancario que controla el mercado casino de
Londres (denunciado todo por la prensa norteamericana). Tampoco indaga quiénes son los beneficiarios
del ataque especulativo que está desahuciando a los Estados del sur. ¿Seguirán
la UE y el comisario Almunia haciendo la vista gorda a esta manifiesta
vulneración del derecho de la competencia? Lo que sí sabemos es que su
antecesor, lord Brittan (diseñador del mercado casino con Thatcher), se colocó
como vicepresidente de UBS. Otro vicepresidente de la UE, Solbes, es hoy asesor
de Barclays.
El Gobierno alemán, el gran
desahuciador, pretende apropiarse del capital del sur hasta las elecciones de
2013. España
tiene que resistirse al rescate draconiano y reaccionar para desenmascarar esta
política perversa de austeridad con movilizaciones y demandas judiciales. El
Tribunal de la UE (caso Sint Servatius, 2009) declaró justificada la restricción a la libre circulación
de capitales si “socava el equilibrio financiero de las políticas sociales”.
Más aún, si tal especulación socava la soberanía económica y la estabilidad de
un país miembro. Presenciamos pasivamente la destrucción del mercado único
europeo y la imposición de un mercado único euro-alemán.
Thomas Mann ya nos alertó: en vez
de una europeización de Alemania, se está implantando una
alemanización económica de Europa.
Manuel Ballbé es catedrático de Derecho de la UAB y Yaiza Cabedo, abogada.
Joan
A. Forès
Reflexions
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