Avui presentem dues visions del problema de
Repsol-YPF. Una de l’ultraliberal Sala i Martin i l’altra de l’argentí Premi Nobel de la Pau, Arturo Pérez Esquivel. Són articles llargs, però no pesats ja que t'obren moltes finestres sobre aquests problemes.
Tots dos articles analitzen el perquè de la
re-nacionalització argentina de Repsol-YPF, partint de la privatització d’empreses
públiques argentines que es va fer entre el 1992 i el 1999. És fàcil de
recordar com a l’estat espanyol es va fer una operació similar a la mateixa
època amb la privatització de Tabacalera, Telefònica, Red Eléctrica, etc, però
en canvi la no-privatització d’AENA.
Sala i Martin explica l’ensarronada que el
govern populista argentí li va fer de mica en mica a Repsol-YPF i Repsol s’ho
va deixar fer!. El mètode consistia en la compra d’una part de les accions de
Repsol-YPF per part del grup Eskenazi d’amics del president Menen, sense diners.
Deu ser una operació d’alta finança d’us corrent ja que fa uns mesos hi va
haver un afer semblant del Grup Sacyr Vallehermoso i Pemex que pretenien
precisament augmentar la seva participació a Repsol! I em sembla recordar que el procediment era el
mateix: jo compro amb uns diners prestats un suculent tall d’una gran companyia
i penso pagar-ho amb els dividents que en tregui. L’operació va anar malament,
era un estafa, i el president de Sacyr Vallehermoso, Luís del Rivero, va
saltar...
Sala i Martin veu negres les perspectives per
l’estat espanyol i les seves companyies ja que sudamèrica però també Europa fou humiliada pels
fatxendes espanyols en les èpoques que el president d’Espanya fumava
puros amb els peus sobre la taula del president Bush, de quan el president
espanyol va trucar personalment a tots els diaris espanyols (que van picar)
dient “Ha sido
ETA, se lo digo yo” i els ambaixadors espanyols al mon varen fer el
mateix paper als països europeus, i de quan el nou president d’Espanya
anunciava amb bombo i platerets que l’economia espanyola, gairebé la millor del
mon, era superior a la de Grècia i a la d’Itàlia i que aviat seria millor que
la francesa...
I Espanya està en aquests moments a la UVI
financera i té poca força per barallar-se i no té amics...
En canvi Pérez Esquivel s’ho mira amb un altre
vidre de color. I
explica que Repsol “tuvo grandes ganancias y pocas, o ninguna inversión en el
desarrollo de la producción petrolera”. I alerta d’altres cessions
de sobirania, letals per les colònies com l’Argentina. Per exemple avui els
diaris parlaven dels problemes del biocombustible, que per si mateix ja és una
animalada ja que consisteix a usar terrenys aptes per cultivar llegums o altres
plantes mengívoles i vendre’s la producció a fabricants de biocombustible per
fer anar motors d’explosió, o sigui que seguint Pérez Esquivel un país que no controla sus recursos naturales y las empresas
estratégicas necesarias para el desarrollo integral, es un país sin soberanía.
Us presento els dos articles. Són per
pensar-hi molt i ja veurem ben aviat què en surt...
Article
de Sala i Martin:
No llores por mí Argentina. Llora por tí!
(transcripción
traducida de mi intervención en RAC1 en la mañana del 17 de Abril de 2012)
A ver si nos
entendemos. Es verdad que el
neonacionalismo Argentino ha jugado un papel en la expropiación de Repsol, es
verdad que el naciolismo aparece con furibunda violencia cada vez que el
gobierno necesita camuflar problemas graves (y el gobierno argentino no es una
excepción) y es verdad que la nacionalización va a perjudicar, esencialmente, a
Argentina (y aquí el único que ha dado en el clavo es el alcalde de Buenos
Aires, Mauricio Macri, que parece que es el único político sensato de todo el
país): ayer me preguntaba en público si quien se había pegado un tiro en el pie
era Froilán, el rey Juan Carlos o Cristina Fernández de Kirchner. La respuesta
es... ¡los tres a la vez!
Todo esto es verdad, pero me parece que los ciudadanos argentinos deberían
empezar a ver que sus dirigentes políticos no solo utilizan el populismo
nacionalista para ganarse sus simpatías, sino que son unos corruptos ladrones que roban la riqueza de
su país. La nacionalización de YPF no tiene nada que ver con las
necesidades energéticas del pueblo sino con la incompetencia de doña Cristina,
las ansias de esconder una gestión nefasta y, sobre todo, con la CORRUPCIÓN de su entorno...
y del de su hijo Máximo.
La historia empieza entre 1992 y 1999, cuando el gobierno peronista de
Carlos Menem (del mismo partido de Kirchner) decide privatizar YPF debido a la
enorme cantidad de pérdidas de la compañía. Era una época en que la empresa
estaba mal gestionada (como casi todas las empresas públicas de todo el mundo)
y el precio del petróleo rondaba los 15 dólares el barril. La empresa española
REPSOL, entonces dirigida por Alfonso Cortina, compró YPF al gobierno de Menem
(repito, del mismo partido que Kirchner).
1999 era una época en que “España iba bien”. ¿Lo recuerdan? Era la España
del pelotazo, de los nuevo-ricos engominados que daban lecciones de gestión por
todo el mundo y de los presidentes de gobierno que fumaban puros con los pies
encima de la mesa. Esa arrogancia quedó grabada en las mentes de muchos
latinoamericanos que han esperado años para cobrar sus deudas morales. A todo cerdo le
llega su San Martín (que no su Sala i Martín, que es un fenómeno distinto) y
parece que a España le ha llegado el momento de pagar la humillación a la que
trató a los ciudadanos de América Latina.
Dicho esto, y aceptando la arrogancia de nuevo rico de los españoles, la
verdad es que REPSOL pagó (repito, PAGÓ) el precio que le pedía el gobierno por
la ruinosa compañía: 15.000 millones de dólares. La fusión fue ejemplar hasta
el punto de que la revista Financial Times otorgó el premio anual a REPSOL por
la mejor fusión del año.
Además de esos 15.000 millones iniciales, REPSOL ha invertido un total de
20.000 millones de dólares entre 1999 y 2012, incluyendo unos 3.200 millones en
2011. 20.000 millones en 12 años no es una inversión pequeña, diga lo que diga
la presidenta Argentina. De hecho, uno de los resultados de esas inversiones ha
sido el descubrimiento de los yacimientos de Vaca Muerta que pueden dar unos
resultados económicos extraordinarios a pesar de que todavía está por ver la
calidad del petróleo allí depositado.
En 2007, y ya con Antoni Brufau al frente de la petrolera, el
presidente Néstor Kirchner pidió a REPSOL que un grupo argentino entrara a
formar parte de la compañía. Se trataba del grupo Petersen de la familia de Enrique
Eskenazi. La familia Eskenazi era una familia de la alta burguesía
de Santa Cruz, región que había sido presidida (oh! casualidad!) por Néstor
Kirchner, antes de ser presidente de Argentina. De hecho, Enrique Eskenazi era
amigo íntimo de don Néstor. Es decir, el presidente Kirchner obligó en 2007 a REPSOL a
aceptar un socio argentino que, casualmente, era un amigo íntimo de toda la
vida. Antoni Brufau aceptó porque sabía que siempre es bueno tener
inversores locales con conexiones políticas. Es bueno que los insiders te
señalen la existencia de luces ámbar antes de que se vuelvan rojas. Por esto
aceptó que la familia Eskenazi tenga primero el 15% y luego el 25% de la compañía.
Pero había un pequeño problema: los Eskenazi eran los ricos del pueblo en
Santa Cruz, pero una cosa es que tus niños se paseen por el pueblo en lujosos
horteras Ferraris rojos o que chuleen por las discotecas de moda de la zona y
otra cosa muy distinta es comprar el 25% de una compañía que vale decenas de miles de
millones de dólares. Los Eskenazi no eran tan ricos!
¿Cómo consigue la
familia amiga de Kirchner comprar el 25% de REPSOL-YPF? Pues obligando a YPF a
PRESTARLE EL DINERO! Repito, Néstor Kirchner obliga a REPSOL a prestar el
dinero a una familia amiga para que ésta compre el 25% de REPSOL. ¿Y cómo va a
pagar esa familia semejante millonaria cantidad? Pues con los dividendos de la
propia REPSOL. Es decir, REPSOL,
el gobierno de Kirchner y el grupo Petersen de la familia Eskenazi firman un
contrato (depositado en la Security Exchange Comission de New York) que obliga
a REPSOL a dar el 25% de su capital a la familia Eskenazi y ésta se compromete
a pagar de vuelta con los dividendos de REPSOL. Para garantizar que REPSOL
pueda cobrar ese "crédito" (o quizá deberíamos calificarlo de
extorsión), se obliga a REPSOL distribuir en forma de dividendos el 90% de sus
beneficios.
Es decir, cuando la señora de Kirchner acusa a REPSOL de no destinar una mayor
parte de sus beneficios a inversiones y prospecciones petrolífera, no explica
que su marido (repito, SU MARIDO) había obligado a REPSOL a utilizar el 90% de
los beneficios a pagar dividendos para que sus amigos (repito, SUS AMIGOS) se
apropiaran del 25% de REPSOL cuando no tenían ni un dólar para comprar
semejante cantidad de acciones(*).
Pero la cosa no acaba aquí. El señor Enrique Eskenazi coloca a sus hijos en
la compañía (en particular, coloca a su hijo Sebastián como vicepresidente) y
en lugar de actuar como el socio local que juega el importante papel de alertar
de las luces ámbar antes de que aparezcan las luces rojas, se comporta como un
auténtico mafioso incompetente que hace poco para defender los intereses de la
compañía que dirige.
Poco a poco, REPSOL ve
que se ha metido en un buen lío y que los socios locales juegan más a favor de los políticos que les han
colocado en el cargo que a favor de la compañía a la que representan y pronto
aparecen rumores de nacionalización. Son los últimos días de 2011 y REPSOL ha
descubierto los potencialmente millonarios yacimientos de Vaca Muerta. El resto
de la historia ya es conocida. Cristina Fernández de Kirchner, teledirigida por
el economista Axel Kicillof(**),
académico marxista, mentor de la época de Cámpora (asociación creada por Néstor
Kirchner) y amigo íntimo del hijo de la presidenta, Máximo Kirchner Fernández, anuncia la expropiación del
51% de REPSOL-YPF. “Curiosamente” el 51% de las acciones expropiadas provienen
del 57% que es propiedad de los socios españoles. Exactamente el 0% proviene
del 25% que tienen los socios argentinos, amigos del papá Kirchner, la familia
Eskenazi (y también se expropia el 0% del fondo de inversión norteamericano
propietario del 17%... y recordad que eso pasa tres días después de que la
señora Cristina se reuniera con Obama para "negociar" el tema).
El gran problema de la expropiación de REPSOL es que la respuesta del
gobierno de España, presidido por don Mariano Rajoy, va a ser necesariamente
débil. España es
un país empobrecido con muy poco poder de negociación y sin ninguna capacidad
de presionar a sus (teóricos) aliados: la Unión Europea y los Estados Unidos.
Tanto los unos
como los otros tienen menos ganas de ayudar a sus “socios” españoles que de
pasar cuentas por la arrogante actitud de los presidentes españoles (Aznar y
Zapatero) que no hace mucho les daban leccioncillas cuando las cosas iban bien.
Y digo que eso es el gran problema de España por dos razones. La primera es que
los dirigentes argentinos, al ver la débil reacción de España, verán crecer su
ego a la misma velocidad que disminuyó cuando la Inglaterra de Thatcher les
humilló en su estúpida campaña de las Malvinas y con su ego inflado aumentará
su sed expropiatoria y su venganza antiespañola con REPSOL: pensarán seriamente
en expropiar otras compañías españolas como Telefónica, Santander o BBVA.
Ya veremos.
La segunda razón por
la que el espectáculo de YPF es un problema para España es que los demás
gobiernos latinoamericanos, igualmente heridos por la arrogancia neocolonialista
española de los años noventa, están observando. Y las ansias de venganza argentinas se pueden contagiar
al resto del continente. También tendremos que esperar a ver cómo evoluciona eso.
Mientras tanto, la
crisis ha convertido a España en un cadáver económico que inducirá a los
carroñeros de todo el mundo a alimentarse de su despojos: el gobierno Argentino seguirá sus chulescas amenazas,
los del resto de una América Latina humillada no se quedarán atrás, pero eso no
es todo: las
compañías petroleras Chinas intentarán explotar los yacimientos que deja REPSOL
y que Argentina no puede permitirse explorar, los bancos americanos van a
llenar el vacío que deje el Santander y las multinacionales europeas, sí, sí,
las de los socios y hermanos europeos, estarán al acecho, atentos a quedarse
con cualquier parte del negocio que la incompetencia de los líderes españoles
deje sin defender.
(*) Todo el mundo sabe que, por más que ahora doña Cristina haga caer la
lagrimita cuando habla de su difunto marido, los señores Kirchner llevaban años
viviendo vidas separadas y paralelas, muy mucho en la dirección de los reyes de
España, donde el monarca se va a cazar elefantes (o eran elefantas?) a Botswana
mientras su esposa se va a buscar huevos de pascua a Grecia y cuando ella se
entera del accidente de él, tarda cinco días en hacerle una visita... de 20
minutos!
(**) Axel Kicillof es el radical
paleomarxista que ha conseguido eclipsar al ministro Amado Boudou, quien
intentó prohibir los libros de Sachs o Samuelson en las universidades
Argentinas por ser “neoliberales”. La vida profesional de Kicillof, un profesor de 41 años, ha sido la de un
francotirador de la Universidad de Buenos Aires, donde se especializó en
historia del pensamiento económico. Al doctorarse dijo que Keynes era un
pensador radical tergiversado por el análisis burgués. Para él, Stiglitz o
Krugman son casi tan neoliberales como Mankiw o Barro. Ya ven! El íntimo amigo
de Máximo Kirchner y el ideólogo de la expropiación. Con estos líderes intelectuales dirigiendo la
contrarrevolución kirchneriana uno debe decir que, a pesar que el episodio de
YPF es un indicio de España tiene problemas, el problema grave no lo tiene
España sino Argentina!
Article
d’Adolfo Pérez Esquivel:
Buenos Aires, 17 de abril del 2012
YPF: El dolor de lo que
fue y el desafío de lo que es
La decisión presidencial de re-nacionalizar
YPF es el camino correcto hacia la recuperación de la soberanía nacional.
Camino difícil y lleno de obstáculos pero que hay que asumir y recorrer con
mucha fuerza y esperanza.
Tenemos que apoyar a nuestra presidenta que
tuvo el coraje y decisión política de asumir este reclamo popular de años y
debemos aportar desde cada lugar para fortalecer la decisión gubernamental que
ha provocado más de un cimbronazo de intereses económicos y políticos.
El gobierno español se escandaliza del gobierno
argentino defendiendo lo indefendible, a una empresa como Repsol que tuvo
grandes ganancias y pocas, o ninguna inversión en el desarrollo de la
producción petrolera.
Se sabía de las actividades de REPSOL en otros
países, pero la decisión del menemismo fue adjudicarle YPF y las consecuencias
están a la vista.
No voy hacer comentarios de quienes apoyaron en
las provincias las privatizaciones, y festejaban que eso era la gran
solución a los problemas del país, pero debemos tener memoria y tener
presentes a los diputados y senadores que aprueban leyes dañinas que después el
país debe soportar para varias generaciones, como las leyes de impunidad, la
ley antiterrorista y las privatizaciones, entre otras calamidades.
Recordemos a Aerolíneas Argentinas que
Iberia desmanteló y fundió, llevándose equipos, motores, aviones y todo lo que
pudo y después del desastre, el gobierno argentino tuvo que asumir la
re-nacionalización y hacerse cargo de la deuda y los desastres dejados
por las empresas.
Hoy, la nacionalización de YPF vuelve al
mismo problema, la falta de inversiones, el desabastecimiento, los costos y las
deudas, los activos y pasivos que deja REPSOL son enormes y es necesario tener
mucha serenidad para volver a hacer rentable la empresa.
Muchas veces he señalado, y es casi un
latiguillo, que un país que no controla sus recursos
naturales y las empresas estratégicas necesarias para el desarrollo integral,
es un país sin soberanía.
Este es un mal que afecta a la Argentina desde
hace décadas y ha llevado a un peligroso atraso al país que supo privatizar
casi todo y sigue acumulando una deuda externa e interna inconmensurable que
costará grandes sacrificios y esfuerzos rediscutir.
REPSOL pretende cobrar
a la Argentina y pasar por acreedor cuando es el gran deudor del el pueblo
argentino. El gobierno debe exigir a la
empresa el pago de lo no cumplido.
Los países europeos protestan contra la Argentina
y dicen que el país no es seguro para sus intereses. Quienes no son seguras son las empresas
trasnacionales como Repsol y otras, que vienen a explotar y no a invertir para
el desarrollo y la vida del pueblo. No esperamos caridad sino
responsabilidad, y no la tienen.
Debemos hacer un fuerte llamado a los gobernantes
y legisladores de que no es posible que actúen según los vientos que
soplan a su favor en la especulación política.
Hay que establecer
leyes para impedir que un gobierno privatice los bienes y recursos que
son patrimonio del pueblo y no de los gobernantes, tanto nacionales como
provinciales.
La decisión sobre ese
patrimonio debe ser decidido por el pueblo a través de consultas
populares de acuerdo al derecho constitucional, evitando que se
produzcan hechos semejantes.
Hay que salir de esta democracia delegativa donde
los gobernantes hacen lo que quieren y no lo que deben, y construir una
democracia participativa con decisión en los grandes temas del país, en las
políticas de gobierno, evitando el feudalismo de las provincias.
Llegamos al agotamiento que acarrea más
pobreza y marginalidad a nuestro pueblo.
YPF tuvo su etapa de esplendor y orgullo nacional, hoy es
sólo un recuerdo y el gobierno actual debe remontar un pesado camino que deja
la irresponsabilidad de REPSOL.
No puedo dejar de
señalar que el petróleo no es la única asignatura pendiente en la recuperación
de la soberanía nacional. No estoy hablando de los nacionalismos
trasnochados. El gobierno debe actuar, antes que sea
tarde, sobre las empresas mineras, que se llevan el 97 % de lo extraído con una
simple declaración jurada, y la venta
del territorio nacional. El país ha dejado su derecho
soberano para someterse a tribunales internacionales que no tendrán en cuenta
el derecho del pueblo argentino. Ponen en peligro a la salud de los pobladores,
a recursos como el agua y el medio ambiente todo y además generan los daños
económicos a los pequeños y medianos productores. Ese es el fruto de la época de privatizaciones
del gobierno de Carlos Menem que se sometió a los intereses extranjeros y
provocó grandes daños al país.
Esperamos que la decisión presidencial de
re-nacionalizar YPF avance y para lograrlo debemos apoyar decididamente la
recuperación de la soberanía, con serenidad y firmeza.
Adolfo Pérez Esquivel
Premio Nobel de la Paz
Presidente del Servicio Paz y Justicia
Premio Nobel de la Paz
Presidente del Servicio Paz y Justicia
Informació complementària:
·
Què és una privatització:
·
No està pas escrit en cap pedra de
forma indeleble que les privatitzacions del que siga, tant empreses com serveis
públics o el que siga que gestione l'administració publica, són una via millor,
més "eficient" (per a qui?) i més favorables per als pobles que la
seua gestió i control públic -estatal
o para estatal- com ens volen fer creure les forces, ocultes o no, que empenten
les polítiques de la U.E.:
·
Privatitzacions a Catalunya:
Joan
A. Forès
Reflexions
El Senyor Pérez-Esquivel fa us del mateix llenguatge populista i tendenciós de la seva presidenta, voltejant les xifres a plaer, menystenint les xifres que no recolzen els seus arguments. De res serveixen els llocs de treball generats (això no deixa riquesa a les butxaques de la Sra. Fernández de Kirchner, però si pel poble d' Argentina) i poc compta el recent descobriment del jaciment a "Vaca Muerta". A vegades la inversió no es fa només en infraestructura, la prospecció costa moltíssims diners, diners que només es veuen quan un jaciment surt a la llum... quina casualitat, es nacionalitza després de la trovalla i no abans... CARAI! Ara falta que l'Argentina vulgui explotar aquest jaciment novet amb els seus recursos, o també queda la opció de vendre's, altre cop, al millor postor, la brasilera PetroBraz o la xinesa Sinopec. Aleshores això no serà perdre sobirania energètica, serà una aliança estratègica pel bé de tots els Argentins... I UN BÈ NEGRE
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