Benvolguts,
Comentem un article de fa 20
mesos de l’Enric Juliana, referit al Portaveu de la Comissió Europea Margaritis
Schinas. Havíem llegit que el tal Margaritis Schinas, el torero que va
treure’s de sobre totes les preguntes referents a la pugna Catalunya-Espanya de tots els periodistes en la seva aparició
pública com a portaveu de la Comissió
Europea, era entreparent del Trillo. Ho hem cercat i hem trobat que la seva
muller Mercedes Alvargonzález Figaredo,
de nacionalidad española, descendiente de un linaje naviero gijonés, militante
del Partido Popular y jefa de
gabinete del presidente del grupo parlamentario del Partido Popular Europeo, és cosina germana del sàtrapa Federico Trillo Figueredo, l’únic
ambaixador d’Espanya que no és diplomàtic de carrera i que fou col·locat digitalment
d’ambaixador espanyol a la Gran Bretanya sense tenir ni puta idea de la llengua
anglesa. És el paio del “manda güevos” pronunciat al Congreso i també autor del
crit “Viva
Honduras” quan arribava a El Salvador.
A Aquest Schinas li dedica l’Enric Juliana el gener del 2016 aquest
paràgraf: Las declaraciones del portavoz de la
Comisión Europea se ajustan al lenguaje diplomático. Y no constituye ninguna
sorpresa que el gabinete que preside Jean-Claude Junker desee estabilidad
política en España, inquietante eslabón crítico del Sur de Europa, después de
los corrimientos de tierras en Grecia y Portugal. Com podem veure el comentari sobre el Schinas
podia haver-lo fet l’Enric Juliana abans d’ahir...
Vegem l’article
del Juliana del 2016 quan el PP no aconseguia formar govern:
Primer aviso del Directorio
Mensaje de
Bruselas, envuelto en celofán y apto para todos los públicos. “España ha de
tener un gobierno estable y en línea con las instituciones europeas”
05/01/2016 00:50
“Esperamos
que se forme un gobierno estable
en España que pueda
continuar trabajando estrechamente con las instituciones europeas y los socios
europeos”, dijo ayer en Bruselas Margaritis
Schinas, portavoz de la Comisión Europea.
El señor Schinas,
alto funcionario de nacionalidad griega,
conoce bien la política del quinto país más poblado de la Unión. El portavoz
tiene noticia del laberinto español
gracias a los dossieres que seguramente se acumulan en su despacho después de
las elecciones del 20 de diciembre, y habrá ampliado conocimientos gracias a su
esposa, Mercedes Alvargonzález Figaredo,
de nacionalidad española, descendiente de un linaje naviero gijonés, militante del
Partido Popular y jefa de gabinete del presidente del grupo parlamentario del
Partido Popular Europeo, Manfred Weber [I cosina germana del sàtrapa Trillo Figaredo, l’únic
ambaixador d’Espanya que no és diplomàtic de carrera].
Las declaraciones del portavoz de la Comisión Europea se ajustan
al lenguaje diplomático. Y no constituye
ninguna sorpresa que el gabinete que preside Jean-Claude Junker desee
estabilidad política en España, inquietante eslabón crítico del Sur de Europa,
después de los corrimientos de tierras en Grecia y Portugal.
Sin apartarse del
código políticamente correcto, Margaritis Schinas también hubiese podido decir,
telegráficamente, que la Comisión
Europea desea la pronta constitución de un Gobierno en España que refleje la libre voluntad de los electores.
De haberlo formulado así, la langue
de bois bruselense habría formado uno de esos nudos espesos que a
veces muestran las maderas noblemente barnizadas. ¿Cuál ha sido la voluntad de
los electores españoles? He ahí la cuestión. Por primera vez en más de 38 años, unas elecciones generales en
España no tienen una lectura clara. Doloridos por la crisis, el paro y la falta de expectativas
para los jóvenes, e irritados por los escándalos, los españoles han querido
pegarle un buen sopapo al sistema, sin acordar una alternativa.
Ya que no hay un
mensaje electoral diáfano, es significativo que, con su lenguaje de madera, el
portavoz griego de la Comisión Europea
ponga énfasis en la necesidad de un
gobierno español estable, que mantenga una perfecta sintonía con el estado mayor de Bruselas.
Un gobierno estable –estable, con
certificado CE– sólo lo puede garantizar un acuerdo
entre el Partido Popular, el PSOE y Ciudadanos que desemboque en una gran
coalición, al estilo tedesco, o en un pacto de legislatura para un determinado
periodo de tiempo. La alianza de
las izquierdas no tendría certificado CE de primera clase, aunque sería
aceptada por Bruselas, como lo ha sido, a regañadientes, el reciente pacto
portugués. El estado mayor quiere
estabilidad con mayúsculas. Este es
el primer mensaje –público– del Directorio
Europeo. Vendrán otros, a medida que la situación se espese.
En el imperio de nuevo tipo que es la Unión Europea el respeto
formal a las soberanías nacionales convive con el constante envío de avisos,
señales y advertencias. Los barones
socialistas aún no son conscientes del error que han cometido al anunciar, de
buenas a primeras, sin sofisticación alguna, que su deseo es el bloqueo
político de España para poder estrangular con mayor tranquilidad a Pedro
Sánchez.
Habrá más avisos
y señales.
Enric Juliana
Joan A. Forès
Reflexions
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