Benvolguts,
En l’apunt anterior hem explicat les trampes
del Sr. Borrell, ex-ministre espanyol i ex-diputat durant molts anys del PSC i
hem copiat un article trampós del tal Borrell a El País. Ara presentem la rèplica
immediata de Xavier Sala i Martin en el seu Bloc, amb una introducció del directe.cat:
Sala
i Martin troba els milions perduts de Josep Borrell!
21 de gener de 2014
No li ha costat massa perquè la trampa argumental de l’exministre del PSOE negant el dèficit fiscal català, és tronada i idèntica a la que Martínez Sampere o Zabalza han repetit fins a cansar al Parlament i al diari El País
L’exdirigent socialista, Josep Borrell, ha
perdut la seva credibilitat definitivament, en
un article a El País d'aquest dilluns es mofa del president Mas,
Junqueras i del conseller Mas-Colell i posa en dubte el
dèficit fiscal català amb uns arguments suats, tramposos i sense fonament,
tal com ha demostrat el
professor Sala i Martín en un article al seu bloc que li recorda que
“hi ha una llarga tradició de polítics i opinadors que acusen els
“neutralitzadors” de manipular les dades i que, per tant, el dèficit fiscal
neutralitzat de Catalunya és un pur artefacte comptable creat pels
nacionalistes” i assegura que l’article de Borrell forma part d’aquesta “trista
tradició”.
“Senyor Borrell! No faci trampes! Està vostè
comptabilitzant el deute dues vegades!”, li etziba Sala i Martín
L’argument clau de Borrell per fer creure que el dèficit fiscal és inexistent és que la despesa de l'estat finançada amb dèficits no ha de ser comptabilitzat ja que el deute "només són diners virtuals que haurà de pagar en el futur". Davant aquest argument Sala i Martín convida a Borrell que utilitzi la seva targeta per regalar-li un cotxe de 50.000 euros. El catedràtic assegura que “a molts els pot semblar un cotxe car, però a Borrell li semblarà barat. De fet, li semblarà gratis: al cap i a la fi, la targeta "només són diners virtuals que haurà de pagar en el futur"!”. I afegeix que “clarament l'argument que el deute no ha de ser comptabilitzat com un passiu per als contribuents és fal·laciós i erroni tothom entendria que el cost per al Sr Borrell de semblant regal seria de 50.000 euros, per més que ho hagués pagat amb la targeta de crèdit en lloc de amb diners en efectiu.”.
El procés sobiranista farà dels catalans ciutadans ben informats en matèria econòmica
Afortunadament aquest el joc de la confusió ja no se l’empassa ningú encara que l’autor sigui un expresident del Parlament Europeu i ho escrigui al diari El País. El professor Sala i Martín, juntament amb altres economistes prestigiosos del país fan una tasca importantíssima en aquest sentit
L’argument clau de Borrell per fer creure que el dèficit fiscal és inexistent és que la despesa de l'estat finançada amb dèficits no ha de ser comptabilitzat ja que el deute "només són diners virtuals que haurà de pagar en el futur". Davant aquest argument Sala i Martín convida a Borrell que utilitzi la seva targeta per regalar-li un cotxe de 50.000 euros. El catedràtic assegura que “a molts els pot semblar un cotxe car, però a Borrell li semblarà barat. De fet, li semblarà gratis: al cap i a la fi, la targeta "només són diners virtuals que haurà de pagar en el futur"!”. I afegeix que “clarament l'argument que el deute no ha de ser comptabilitzat com un passiu per als contribuents és fal·laciós i erroni tothom entendria que el cost per al Sr Borrell de semblant regal seria de 50.000 euros, per més que ho hagués pagat amb la targeta de crèdit en lloc de amb diners en efectiu.”.
El procés sobiranista farà dels catalans ciutadans ben informats en matèria econòmica
Afortunadament aquest el joc de la confusió ja no se l’empassa ningú encara que l’autor sigui un expresident del Parlament Europeu i ho escrigui al diari El País. El professor Sala i Martín, juntament amb altres economistes prestigiosos del país fan una tasca importantíssima en aquest sentit
¡Encontrados
los millones de Borrell!
20 January 2014
Written by XSiM
En un artículo publicado en El País el pasado día 20 de Enero,
Josep Borrell y Joan Llorach Mariné invitan a los lectores, a que les expliquen
donde están los 16.000 millones de euros de la balanza fiscal catalana. El ex
ministro socialista y su coautor describen una supuestamente graciosa situación
en la que, después de conseguir la independencia, Artur Mas y Oriol Junqueras
se presentan en el despacho del conseller Andreu Mas Colell y le preguntan por
los 16.000 millones del supuesto déficit de la balanza fiscal catalana.
Utilizando los datos publicados por la Generalitat sobre los ingresos y gastos
de 2009, Borrell y Llorach (B-Ll) se mofan de Mas y Junqueras cuando descubren
que el dinero no aparece por ninguna parte. Todo en un tono muy divertido.
El argumento es el siguiente: en 2009, los
catalanes pagaron al Estado español un total de 46.195 millones de los cuales
el Estado solamente gastó en Catalunya 45.403. La diferencia son 792
millones y no los 16.000 millones que publica la Generalitat. Según B-Ll, para
conseguir los 16.000 millones, la Generalitat coge este número y lo
“neutraliza”.
¿En qué consiste la “neutralización”? En
realidad, consiste en hacer algo tan sensato como es reconocer que pagar con la
tarjeta VISA es equivalente a pagar en efectivo. Todos los que estáis leyendo este post sabéis
que la deuda de la tarjeta de crédito se acaba pagando por lo que comprar unos
zapatos pagando en efectivo es lo mismo que comprarlos con la VISA. Ningún ciudadano
racional piensa que pagando la tarjeta uno se escaquea de pagar.
Del mismo modo, “neutralizar” la balanza
fiscal consiste en reconocer que cuando un estado utiliza la “VISA” para pagar
el gasto, el importe va a tener que ser pagado por los contribuyentes. Así de
simple. No sé quien se inventó la palabra “neutralización” para describir lo
que se está haciendo, pero reconozco que es una palabra fea que lleva a engaño.
Por ejemplo, B-Ll dicen que la neutralización se hace “para corregir el ciclo
económico”. No es verdad. La neutralización se hace porque cuando el estado financia su
gasto con deuda pública, uno tiene la obligación de corregir los números y
reflejar que, tarde o temprano el gasto va a ser sufragado por los
contribuyentes. Y esa NO es una opción metodológica que uno puede
usar a su conveniencia. Esa es una obligación intelectual: no hacerlo es como decir
que el gobierno puede obrar el milagro de los panes y los peces, gastando
cuanto le venga en gana sin que nadie pague la factura(*). Y eso no
tiene nada que ver con el ciclo económico. Si en lugar de época de crisis, el
déficit del estado se produjera en época de bonanza, la “neutralización”
seguiría siendo obligada.
No sé si es porque la palabra
“neutralización” no es lo suficientemente descriptiva o porque el concepto
lleva a engaño, pero la realidad es que existe una larga tradición de políticos y opinadores que
acusan a los “neutralizadores” de manipular los datos y que, por lo tanto, el
déficit fiscal neutralizado de Catalunya es un puro artilugio contable creado
por los nacionalistas. Y el artículo de B-Ll forma parte de esta
triste tradición(**): B-Ll argumentan que el gasto del estado que se financia con déficits no debe ser
contabilizado ya que (en palabras literales) la deuda “solo es dinero virtual que va a tener que pagarse en el futuro”.
Ante este razonamiento, yo al Sr Borrell le invito a que utilice su tarjeta
para regalarme un coche de 50.000 euros. A muchos les puede parecer un coche
caro, pero a Borrell le parecerá barato. De hecho, le parecerá gratis: al fin y al cabo, la tarjeta
“solo es dinero virtual que va a tener que pagarse en el futuro”! Claramente
el argumento de que la deuda no debe ser contabilizada como un pasivo para los
contribuyentes es falacioso y erróneo. Dejando de lado a los señores
Borrell y Llorach (y quizá también a Antonio Zabalza y Roció Martínez-Sempere)
todo el mundo entendería que el coste para el Sr Borrell de semejante regalo
sería de 50.000 euros, por más que lo hubiera pagado con su tarjeta de crédito
en lugar de con dinero contante y sonante.
Pero volvamos a los datos de B-Ll: resulta
que en 2009, el Estado español utilizó la VISA por valor de 81.113 millones de
euros (esa es la magnitud del déficit del estado). De ese dinero, 15.618
millones provinieron de la VISA de los catalanes (esa es la parte proporcional
que les toca pagar a los catalanes en cuanto a contribuyentes que son del
Estado español). El problema es que de esos 15.618 millones que el Estado
apuntó a la VISA de los catalanes, no se gastó ni un euro en Catalunya. Esto lo
reconocen B-Ll cuando aceptan que el gasto TOTAL del Estado en Catalunya fue de
45.403. Por lo tanto, B-Ll aceptan que la totalidad de los 15.618 millones que
se apunto a la VISA de los catalanes fue gastada en otras comunidades de
España.
Si en 2009 Catalunya hubiera sido
independiente, los 15.618 millones que el Estado apuntó a la VISA de los
catalanes no se hubieran gastado en otras comunidades. Y al no haberse gastado
tampoco en Catalunya, el dinero estaría disponible, contante y sonante, en la
mesa de Mas Colell. Y esa es la respuesta a la pregunta: si Catalunya fuera independiente, los 15.618
millones que el Estado apuntó en las VISAS de los catalanes estaría a
disposición de la Generalitat, junto a los 792 millones adicionales, para
formar un total de (por favor pongan música de 1,2,3 responda otra vez) ¡16.409
millones de euros! ¡Ahí está el dinero que buscaban, señores Borrell y
Llorach!(***)
El argumento es tan sencillo que parece
extraño que todo un ex ministro y catedrático y todo un empresario tengan que
pedir ayuda a los lectores para que se lo aclaren. Claro que a lo mejor no lo
entienden porque tienen un poco de mala fe. E intuyo que hay un poco de mala fe
porqué B-Ll utilizan los datos de 2009 (que es el año en el que gobierno del
Estado utilizó la VISA con más alegría) y no los últimos
datos disponibles que son los de 2010, a pesar de que estos datos ya hace
ocho meses (repito OCHO MESES) que han sido publicados. Si en lugar de tomar
los datos de 2009, tomamos los de 2010, resulta que los ingresos que el Estado
recaudó en Catalunya fueron de 51.164 millones de euros, mientras que los
gastos del Estado en Catalunya fueron de 45.329. El saldo total, pues, fue de
un déficit en contra de Catalunya de 5.835 millones de euros en lugar de los
pírricos 792 millones de 2009. El resultado final es el mismo. Ya he explicado
que el saldo sin neutralizar (es decir, sin tener en cuenta lo que el Estado
compró con nuestra tarjeta de crédito) no tiene sentido. Y las cuentas de 2010
demuestran que, una vez neutralizado, el déficit de la balanza fiscal catalana
vuelve a arrojar un saldo desfavorable de 16.543 o 8,5% del PIB Catalán. Esa es
la constante de la que hablan Mas y Junqueras y de la que se cachondean B-Ll.
Pero que el resultado hubiera sido el mismo no esconde que B-Ll hayan escogido
un año en los que los datos eran especialmente favorables para su intento de
minimizar el déficit fiscal de Catalunya, sabiendo que los últimos datos
disponibles no dibujaban un escenario tan bonito para sus intereses. A lo mejor
B-Ll no se habían enterado que hacía ocho meses que los datos de 2010 ya
estaban disponibles. Es posible. Aunque es muy sospechoso.
Resumiendo, B-Ll escribieron un artículo
retando a los lectores a que les explicaran dónde están los 16.000 millones del
déficit fiscal catalán. Yo he aceptado el reto y se lo he explicado:
señores Borrell y Llorach los 16.000 millones son el dinero que el Estado
apuntó a la tarjeta VISA de los catalanes y que gastó en otros territorios. Lógicamente,
en caso de que Catalunya fuera independiente, todo ese dinero no se hubiera
gastado en otras comunidades de España por lo que, en la escena que describen
ustedes de Artur Mas y Oriol Junqueras, entrando en el despacho de Andreu Mas
Colell y preguntando dónde están los famosos 16.000 millones, el conseller les
hubiera respondido: los 16.409 millones están encima de mi mesa, ¡delante de
sus narices! Eso sí, hay que quitarse la venda de los ojos para verlos.
(*) La balanzas fiscales son una herramienta
que permite estudiar la redistribución de recursos que el estado hace a través
de los impuestos y el gasto público entre los diferentes territorios. Lo normal
es que los ciudadanos más ricos paguen unos impuestos más elevados que los más
pobres y que el gasto público vaya en dirección contraria de manera que se
produzca una redistribución de recursos desde las zonas más ricas a las más
pobres. Las balanzas fiscales permiten ver la magnitud de esa redistribución.
Pero para que tengan sentido, la suma de todas las balanzas fiscales debe ser
cero. Es decir, si una región es receptora neta de recursos, lo normal es que
esos recursos provengan de las otras regiones. Y al revés, si una región es
contribuidora neta de dinero, ese dinero vaya a parar a alguna otra región. El
milagro de los panes y los peces se produciría si, después de la intervención
fiscal del estado todas las regiones salieran ganando. Pero fijaos que
eso es exactamente lo que pasa cuando el estado mantiene “paga con la VISA” y
esos pagos no se contabiliza. Fijaos que, en ese caso, el estado gasta mucho en
todas las regiones (por la que todas piensan que han recibido muchos recursos
del estado) y no pagan nada (porque no contabilizamos lo que nos va a costar
pagar la VISA). Cuando en 2009 el estado español mantuvo un déficit
estratosférico, los cálculos sin neutralizar muestran que TODAS LAS
COMUNIDADES DE ESPAÑA salieron ganando de la redistribución interterritorial. El milagro de los
panes y los peces. La neutralización del déficit del estado asigna
ese déficit proporcionalmente a cada una de las comunidades de manera que, como
tiene que ser, la suma de todas las balanzas de todas las regiones acaba siendo
cero. En economía, nada es gratis. Ni siquiera el déficit del estado.
(**) Rocío Martínez Sampere
lo hizo en declaraciones en el Parlament de Catalunya y Antoni
Zabalza (como Borrell, ex dirigente del PSOE) lo ha repetido hasta la
saciedad en una serie de artículos pesadísimos publicados en El País. La
respuesta a todos esos artículos es la misma que la que hago hoy.
(***) Borrell y Llorach argumentan en su
artículo que si Catalunya fuera independiente, tendría que endeudarse por
15.618 millones para que, sumados a los 792 millones que arroja el saldo sin
neutralizar, Mas Colell tuviera 16.409 millones de euros sobre la mesa. Este
argumento es muy tramposo. Fijaos que B-Ll parten de la situación en la que el
déficit antes de neutralizar es de 792 millones. Implícitamente, esa cifra
supone que el estado ya ha usado la VISA de los catalanes por valor de
15.618 millones. A partir de ahí, dicen: “si los catalanes se
independizaran, ¡deberían volver a endeudarse para tener esos 15.618
millones! ¡NO,
señor Borrell! ¡No haga trampas! ¡Está usted contabilizando la deuda
dos veces! Si el estado no se hubiera endeudado, no habría podido recaudar
solamente 46.195 en Catalunya (tendría que haber subido los impuestos) y
no habría podido gastar en Catalunya los 45.403 sino mucho menos.
Si en 2009 el Estado no hubiera utilizado la
VISA (si en 2009 el estado no hubiera tenido un déficit de 81.113 millones), el
gobierno de España no hubiera podido gastar, ni en Catalunya ni en España, lo
que gastó. Es decir, sin el endeudamiento el estado hubiera tenido que gastar
un total de 81.113 millones menos en toda España, 15.618 de los cuales
los habría tenido que recortar en Catalunya. Por lo tanto, los catalanes
habrían pagado 46.195 millones de los cuales el Estado solamente se habría
gastado en Catalunya 29.784 (45.403 menos 15.618), por lo que el déficit
de Catalunya sería de El déficit de la balanza fiscal de Catalunya en este
caso, hubiera sido de 16.409 millones de euros y no los 792 que suponen B-Ll. A
partir de aquí B-Ll se podrían preguntar ¿qué pasaría si Catalunya hubiera sido
independiente? La respuestas es que los ciudadanos habrían pagado 46.195 y que
en Catalunya solo se habrían gastado 29.784. ¿La diferencia? En la mesa de Mas
Colell, esperando a ser gastados por la Generalitat y sin necesidad de volverse
a endeudar. De nuevo, ahí están los millones que buscaba Borrell y que no
encontraba porque usaba un argumento incorrecto.
A pesar de que, imaginar qué hubiera pasado
si el estado no se hubiera endeudado está bien como hipótesis de trabajo para
demostrar cómo tenía que haber hecho Borrell su argumento, la realidad es que
el estado se endeudó y cargó 15.618 millones de euros en la VISA de los
catalanes. Por
lo tanto, la comparación correcta es: formando parte de España ese dinero se
cargó a los ciudadanos de Catalunya y se gastó en otros territorios. Y si
Catalunya hubiera sido independiente, ese dinero cargado en su VISA hubiera
estado disponible sobre la mesa de Mas Colell, esperando que Mas y
Junqueras decidieran como gastarlo. Así
de simple.
Joan
A. Forès
Reflexions
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