Benvolguts,
Filípica! Singular conjunt d’opinions més o menys encadenades,
que fan que el catedràtic(?) de sociologia Gil Calvo acabi creient-se les seves
pròpies mentides i usi el llenguatge de la caverna, però que estranyament té un
darrer paràgraf clarivident en que justifica el capteniment dels catalans
contra el parer que havia sostingut fins en aquell moment!
Crec que és un cas de patologia de sociòlegs i m’agradaria
molt veure una rèplica d’en Salvador Cardús a aquestes argumentacions.
Exemples d’opinions, comentades:
·
La aventura secesionista emprendida por Artur Mas.
Encara no ha
comprès que no és una aventura i que no és secesionista sinó devolucionista o
restitucionista (com diu l’Albert Pont) i que no és en Mas qui ho lidera!.
·
Aplazando de momento hasta 2015 el anunciado
fracaso de su liderazgo político. ¿?? Qui li ha parlat de fracaso?
·
El dramático simposio
de España contra Catalunya. Dramático?
·
La súbita conversión de los catalanes al
nacionalismo étnico, victimista y antiespañol. Súbito vol dir d’ahir a avui? S’ha parlat a Catalunya de
victimisme en els darrers dos anys?
·
Cómo es
posible que el pueblo más culto, moderno
e ilustrado de la península Ibérica haya caído en semejante regresión
irracional? Mostra
de peixet compensada per la animalada de regresión irracional...
· Solo
resulta explicable por la eficaz propaganda de unas élites políticas que
explotan la credulidad del pueblo catalán para desviar la atención de su propia
ejecutoria neoliberal…Els catalans som crèduls, ens creiem l’eficaç
propaganda de les elits polítiques i ens mamem el dit? Quina elit política va
manar a dos milions de catalans, nens, joves, madurs i vells d’anar a la Via
Catalana?
· La
población española más escolarizada y de mayor desarrollo cívico haya podido
caer víctima de tanta manipulación. Més peixet i més manipul·lació…
· Pues de
ninguna forma cabe pensar que el catalanismo pudiera caer nunca en la
criminalidad nazi. Calúmnia
que algo queda!
· El
factor responsable del hecho diferencial catalán y alemán es el modelo de
familia troncal (también genuino de la comunidad foral vasconavarra), basada en
la autoridad paterna y el reparto desigual de la herencia en beneficio del
primogénito con exclusión del igualitarismo fraterno. La culpa
del nazisme i del catalanisme és la institució de l’hereu!
· Insolidaridad
de la Alemania de Merkel con el resto de la Unión Europea como la negativa de
los catalanes a compartir la caja común española del igualitario café
para todos… Els catalans som espoliats bárbarament i al mateix
temps som insolidaris…
· Las
élites catalanas formulen la demanda de secesión como un divorcio unilateral y
contencioso, en lugar de inspirarse en el divorcio de mutuo acuerdo. Hi ha
hagut cap porta oberta del Gobierno Rajoy com hi va haver a la Gran Bretanya? Com
es pot fer res de mútuo acuerdo si uns no es posen al telèfon?
· Pues en
lugar de pactar la pregunta (y las reglas del referéndum) con el Gobierno
central, como se ha hecho por ejemplo en el caso escocés, se ha preferido
imponerlo unilateralmente por anticipado, sin consultarlo con la otra parte
afectada. Ens han donat opció?
· Esta
deslealtad unilateral, que revela su contenciosa premeditación, es la que
obligó al PSC a retirarse de la consulta del derecho a decidir. Bonica
manera d’explicar que el PSC hagi fet un coitus interruptus! A més som deslleials amb premeditació contenciosa?
Ho consultarem al nostre psiquiatre de capçalera…
· El divorcio
contencioso, se ha adoptado para crear un artificial clima de polarización
política que exacerbe las pasiones etnocéntricas del nosotros contra ellos y
ellos contra nosotros. Con lo cual se espera favorecer el voto secesionista
emocionalmente irracional en detrimento del mucho más razonable voto económico…
Política que exacerbe las pasiones etnocéntricas? Voto secesionista
emocionalmente irracional? Haurem de fer una terapia col·lectiva per curar la
irracionalitat?
· Pero si
lo hacen así es porque consideran que sus propios derechos fueron violados en
2010, cuando el Tribunal Constitucional anuló a instancia del PP unos artículos
del nuevo Estatut aprobado por todos los catalanes;
artículos que sin embargo fueron respetados en otras reformas estatutarias como
la andaluza o la valenciana. Y este maltrato diferencial es el que más
ha perjudicado al patriotismo constitucional hasta deslegitimarlo a juicio de
buena parte de los catalanes, que ya no dudan en tratar de ejercer de
facto sus propios derechos contenciosa y unilateralmente. Únic paràgraf coherent després de dotzenes de
despropòsits!
El misterioso caso catalán
Enrique Gil Calvo en El País
el 31 diciembre, 2013 en Cultura, Derechos, Libertades, Nacionalismo, Política, Sociedad
TRIBUNA
¿Cómo es posible que el pueblo más culto y moderno caiga en esa regresión
irracional?
Cuando parecía que la aventura secesionista
emprendida por Artur Mas estaba a punto de naufragar, hundida por sus propias
desavenencias internas, resulta que el president ha logrado alcanzar por sorpresa un acuerdo in extremis sobre la consulta
refrendataria que le permite ganar un año más de tiempo, aplazando de momento
hasta 2015 el anunciado fracaso de su liderazgo político. Ha sido todo un golpe
de efecto mediático, representado además con una cuidada puesta en escena en
medio de la escalada de la tensión generada por el dramático simposio de España contra Catalunya, que deja
descolocados a los dos grandes partidos responsables de la gobernación del
Estado. De modo que, se mire por donde se quiera, hoy la secesión de Cataluña
parece una opción bastante más creíble de lo que se suponía hasta ahora.
Lo cual plantea inquietantes enigmas culturales,
entre los que destaca la súbita conversión de los catalanes al nacionalismo étnico,
victimista y antiespañol. ¿Cómo es posible que el pueblo más culto, moderno e
ilustrado de la península Ibérica haya caído en semejante regresión irracional?
Algunos podrían pensar que tal ensoñación ilusoria solo resulta explicable por
la eficaz propaganda de unas élites políticas que explotan la credulidad del
pueblo catalán para desviar la atención de su propia ejecutoria neoliberal.
Pero con esta interpretación regresamos al punto de partida, pues sigue sin
entenderse cómo la población española más escolarizada y de mayor desarrollo
cívico haya podido caer víctima de tanta manipulación. Y en seguida surge como
precedente lo que una historiadora catalana (Rosa Sala Rose) llamó “el
misterioso caso alemán”: ¿cómo se entiende que el pueblo más avanzado de Europa
inventase el nacionalismo völkisch? Al
decir esto, no pretendo recurrir a la llamada “banalización del nazismo”, pues
de ninguna forma cabe pensar que el catalanismo pudiera caer nunca en la
criminalidad nazi. Pero sí deseo subrayar la flagrante contradicción que existe
entre una sociedad vanguardista que en lo material y lo cultural siempre ha
estado a la cabeza de España, como es la catalana, y una ideología política tan
regresiva e involucionista como es el nacionalismo völkisch: un caso típico de lo que Jeffrey Herf llamó
modernismo reaccionario.
Y la explicación que me parece más plausible del
enigma catalán es la misma que la del misterioso caso alemán: el factor
responsable del hecho diferencial catalán y alemán es el modelo de familia troncal
(también genuino de la comunidad foral vasconavarra), basada en la autoridad
paterna y el reparto desigual de la herencia en beneficio del primogénito con
exclusión del igualitarismo fraterno. Pues, tal como ha argumentado el
demógrafo histórico Emmanuel Todd, este tipo de familia da lugar a una
antropología política basada en el diferencialismo particularista y el
autoritarismo jerárquico, típicos del nacionalismo völkisch. Y esto explica tanto la insolidaridad de la
Alemania de Merkel con el resto de la Unión Europea como la negativa de los
catalanes a compartir la caja común española del igualitario café para todos.
Pues bien, esta interpretación basada en el tipo
cultural de familia troncal también permite explicar que, a la hora de plantear
su demanda de secesión, las élites catalanas la formulen como un divorcio
unilateral y contencioso, en lugar de inspirarse en el divorcio de mutuo
acuerdo. Es lo que se ha denominado impropiamente la deslealtad del soberanismo
catalán en su propuesta de consulta secesionista, pues en lugar de pactar la
pregunta (y las reglas del referéndum) con el Gobierno central, como se ha
hecho por ejemplo en el caso escocés, se ha preferido imponerlo unilateralmente
por anticipado, sin consultarlo con la otra parte afectada, según la fórmula
anunciada el pasado 12 de diciembre. Esta deslealtad unilateral, que revela su
contenciosa premeditación, es la que obligó al PSC a retirarse de la consulta
del derecho a decidir.
Ahora bien, exigir un divorcio contencioso sin
buscar el mutuo acuerdo genera importantes consecuencias perversas, pues obliga
a la otra parte a responder también en términos igualmente conflictivos y
contenciosos. ¿O es que Artur Mas y Oriol Junqueras esperaban que Rajoy y
Rubalcaba se comportasen como mansos cristianos, caritativamente dispuestos a
poner la otra mejilla para que se la sigan abofeteando? Por tanto, a partir de
esta demanda contenciosa de divorcio unilateral, solo cabe esperar que entre
Barcelona y Madrid se desate la guerra de los Rose; y no me refiero ahora a la
historiadora catalano-germana antes citada sino a la película del mismo título
de Danny DeVito (1989), en la que el conflictivo divorcio entre Michael Douglas
y Kathleen Turner concluye con la autodestrucción mutua de la casa común. Y ese
mismo es el destino que cabe esperar de la guerra política, cultural y jurídica
que a partir de ahora se va a desencadenar entre Barcelona y Madrid,
concluyendo probablemente como el rosario de la aurora.
Para redondear el argumento, resulta evidente que
esta decisión de optar por el divorcio contencioso, siempre cargado de riesgos
para ambas partes, en lugar de preferir el mucho más razonable divorcio de
mutuo acuerdo, se ha adoptado para crear un artificial clima de polarización
política que exacerbe las pasiones etnocéntricas del nosotros contra ellos y
ellos contra nosotros. Con lo cual se espera favorecer el voto secesionista
emocionalmente irracional en detrimento del mucho más razonable voto económico,
que desaconsejaría un divorcio contencioso por ser mutuamente empobrecedor para
ambas partes.
Todo ello con la pasividad del Gobierno central,
que se ha limitado a seguir el juego del secesionismo contencioso al no hacer
nada por reconducirlo hacia el mutuo acuerdo. Y de esta forma se produce una
nueva vuelta de tuerca en el creciente deterioro y regresiva degradación del
patriotismo constitucional, si entendemos por ello el mayoritario apoyo
ciudadano a los principios constitucionales de igualdad ante la ley y respeto a
su imperio legal. Un patriotismo constitucional que impone la regla de oro de
respetar los derechos de las demás partes como condición a priori para poder ejercer los
propios.
Es la regla de oro que está violando el
secesionismo contencioso catalán, al no respetar como debiera los derechos del
resto de españoles. Pero si lo hacen así es porque consideran que sus propios
derechos fueron violados en 2010, cuando el Tribunal Constitucional anuló a
instancia del PP unos artículos del nuevo Estatut aprobado por todos los
catalanes; artículos que sin embargo fueron respetados en otras reformas
estatutarias como la andaluza o la valenciana. Y este maltrato diferencial es
el que más ha perjudicado al patriotismo constitucional hasta deslegitimarlo a
juicio de buena parte de los catalanes, que ya no dudan en tratar de
ejercer de facto sus
propios derechos contenciosa y unilateralmente.
Enrique Gil Calvo es catedrático de Sociología de la
Universidad Complutense de Madrid.
Joan
A. Forès
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