Benvolguts,
Ja sabeu que l’Antoni Puigverd no m’agrada, i l’humor dels Morancos no el conec. Malgrat tot m’he llegit aquest article del Puigverd i he trobat que era molt encertat,
sobretot a incloure un poema d’Antonio
Machado, imbricat amb el seu discurs. De fet és una reflexió punyent sobre
Espanya, com molts dels poemes de Machado. Demostra que l’Espanya dels Morancos,
d’odis, de nacionalisme castellà exacerbat, d’enveges, d’amenaces, no és la
nostra Espanya. Si un és amenaçat, es retracta i demana perdó vol dir que té
por i
per tant està forçat a triar una de les dues Espanyes, com han fet Los Morancos! Llegiu l’article i s’us
aclariran els conceptes.
Segueix el final del poema de Machado que en
Puigverd imbrica en el seu text. Vegeu, si voleu altres poemes en aquesta adreça:
En el llibre Campos de Castilla, Machado
insisteix un cop i un altre en les dues espanyes que hem comentat molts cops. En
aquest poema també, i acaba amb aquests versos, amargants:
Una España
implacable y redentora,
España que alborea
con un hacha en la mano vengadora,
España de la rabia y de la idea
España que alborea
con un hacha en la mano vengadora,
España de la rabia y de la idea
He copiat el poema sencer al final d’aquest
apunt.
Los
Morancos
Antoni Puigverd en La
Vanguardia
el 5 febrero, 2014 en Derechos, Libertades, Nacionalismo, Política, Sociedad
POLÍTICA
Después de muchos años de
protagonizar el humor español en horarios de máxima audiencia, los Morancos han
descubierto qué es España (Catalunya incluida): el solar de la intransigencia, la patria de los
inquisidores, el paraíso de los dogmáticos. “A mí me encantaría que votarais”,
dijo el menor de Los Morancos, en la entrevista de Els matins de TV3. “Yo creo que es una
cosa que tenéis que decidir vosotros”, añadió el mayor. Dos frases
bastaron para convertirlos en héroes de la causa catalana y en apestados en el resto de
España. Las redes vomitaron un tsunami de bilis contra ellos, acusados de alta
traición. Atemorizados,
los humoristas se retractaron y pidieron perdón. Intentos parecidos,
aunque por cierto menos exitosos, han servido para describir una “espiral del
silencio” en Catalunya.
Con un sentido del humor
espontáneo, naif, arraigado en el legendario gracejo andaluz, Los Morancos han
pasado largos años divirtiendo al pueblo televisivo con sus blancas y
ligeramente avinagradas sátiras costumbristas. De repente, les ha caído España encima.
Por supuesto, no la que ellos representan: “La España de charanga y pandereta (…) de espíritu burlón y
de alma quieta” que Antonio Machado describía, desolado, en el
célebre poema “El
mañana efímero”: No, la España que sobre Los Morancos ha caído en
forma de juicio inquisitorial es la “de la rabia y de la idea” que Machado, en el
mismo poema, describe en términos positivos, confiado en su capacidad
regeneradora: “España implacable y redentora, / España que alborea / con un
hacha en la mano vengadora, / España de la rabia y de la idea”.
Aunque el poeta, como
buen noventayochista, distingue entre la España del retraso y el fanatismo y la
España joven y redentora, el hecho es que son dos caras de un mismo espíritu
“implacable”. La España rabiosa es eterna. Siempre ha necesitado
demonizar a una parte de sus compatriotas: sean estos erasmistas, judíos (marranos), moriscos,
afrancesados, carlistas, liberales, clericales, anticlericales, derechistas,
revolucionarios o catalanistas. El pretexto cambia con las épocas,
pero persiste la actitud: la idea se impone rabiosamente a quien no la comparte.
(También en Catalunya fructifica este ADN inquisitorial español: es visible en el intento de
forzar las tuercas del catalanismo, tradicionalmente amplio y transversal,
a fin de reducir la complejidad interna catalana a dos palabras. Positiva una:
soberanistas; demonizada otra: unionistas).
Comparto, empero, con los
soberanistas más lúcidos, como Jordi
Graupera, una idea: el pleito catalano-español beneficiará a España, puesto
que la obligará a cuestionar como mínimo dos cosas: el poder extractivo de sus castas dirigentes;
y esta cruel matriz patriótica de la que hoy hemos hablado, basada en la
exclusión de la diferencia y en la consiguiente sumisión de la mayoría al statu
quo.
Sin un conflicto de
verdad, que será largo y penoso, estos factores, que explican el retraso
español y la falta de dinamismo interno, seguirían intocables por los siglos de
los siglos.
El
poema:
EL MAÑANA EFIMERO
La España de charanga y
pandereta,
cerrado y sacristía,
devota de Frascuelo y de María,
de espíritu burlón y alma inquieta,
ha de tener su marmol y su día,
su infalible mañana y su poeta.
En vano ayer engendrará un mañana
vacío y por ventura pasajero.
Será un joven lechuzo y tarambana,
un sayón con hechuras de bolero,
a la moda de Francia realista
un poco al uso de París pagano
y al estilo de España especialista
en el vicio al alcance de la mano.
Esa España inferior que ora y bosteza,
vieja y tahúr, zaragatera y triste;
esa España inferior que ora y embiste,
cuando se digna usar la cabeza,
aún tendrá luengo parto de varones
amantes de sagradas tradiciones
y de sagradas formas y maneras;
florecerán las barbas apostólicas,
y otras calvas en otras calaveras
brillarán, venerables y católicas.
El vano ayer engendrará un mañana
vacío y ¡por ventura! pasajero,
la sombra de un lechuzo tarambana,
de un sayón con hechuras de bolero;
el vacuo ayer dará un mañana huero.
Como la náusea de un borracho ahíto
de vino malo, un rojo sol corona
de heces turbias las cumbres de granito;
hay un mañana estomagante escrito
en la tarde pragmática y dulzona.
Mas otra España nace,
la España del cincel y de la maza,
con esa eterna juventud que se hace
del pasado macizo de la raza.
Una España implacable y redentora,
España que alborea
con un hacha en la mano vengadora,
España de la rabia y de la idea
cerrado y sacristía,
devota de Frascuelo y de María,
de espíritu burlón y alma inquieta,
ha de tener su marmol y su día,
su infalible mañana y su poeta.
En vano ayer engendrará un mañana
vacío y por ventura pasajero.
Será un joven lechuzo y tarambana,
un sayón con hechuras de bolero,
a la moda de Francia realista
un poco al uso de París pagano
y al estilo de España especialista
en el vicio al alcance de la mano.
Esa España inferior que ora y bosteza,
vieja y tahúr, zaragatera y triste;
esa España inferior que ora y embiste,
cuando se digna usar la cabeza,
aún tendrá luengo parto de varones
amantes de sagradas tradiciones
y de sagradas formas y maneras;
florecerán las barbas apostólicas,
y otras calvas en otras calaveras
brillarán, venerables y católicas.
El vano ayer engendrará un mañana
vacío y ¡por ventura! pasajero,
la sombra de un lechuzo tarambana,
de un sayón con hechuras de bolero;
el vacuo ayer dará un mañana huero.
Como la náusea de un borracho ahíto
de vino malo, un rojo sol corona
de heces turbias las cumbres de granito;
hay un mañana estomagante escrito
en la tarde pragmática y dulzona.
Mas otra España nace,
la España del cincel y de la maza,
con esa eterna juventud que se hace
del pasado macizo de la raza.
Una España implacable y redentora,
España que alborea
con un hacha en la mano vengadora,
España de la rabia y de la idea
COMENTARIO
El mañana efímero
es la continuación de otro poema titulado el ayer Efímero que tambien es
una critica a la sociedad española de la época.
Este poema de Antonio
Machado nos habla sobre como ve él el futuro de España en cuanto a la
literatura. Durante todo el poema nos hace una comparación entre de antes y la
que se imagina que será la del futuro.
En todo el poema hace una fuerte critica
a la sociedad española. En resumen la España que describe él es una
España anticuada y que no va siguiendo las corrientes que se dan a Europa.
El poema se puede dividir
en dos partes:
- La primera parte nos presenta como es el
presente de España y nos explica como será el poeta que la cambiará.
- La segunda parte nos presenta como será el
futuro, la España que nace y de la manera de cómo lo hará.
Antonio Machado no ve un
futuro muy bueno por España pero tiene la esperanza de que un poeta influido
por los estilos europeos cambie la literatura española (“Será un sayón con
hechuras de bolero, a la moda de la Francia realista”).
Utiliza muchas
exageraciones para dar a entender la manera en que vive la sociedad española,
que es una sociedad muy anticuada, inferior a Europa (“ Esa España inferior que
ora y bosteza, vieja y tahúr, zaragatera y triste”), también hay otros versos
que critican la forma en que la iglesia influye a la sociedad (“ La España
[...] de cerrado y sacristía, devota de Frascuelo y María”).
La España que él se
imagina que nacerá en el futuro es (“ Una España implacable y redentora”).
Cuando se produzca el cambio España quitará toda su rabia y nacerá una España
nueva (“ España que alborea [...] España de la rabia y de la idea”)
El poema está formado por
versos de 11 sílabas, todo y que hay algunos versos de menos. La rima es
consonante y sigue el esquema: A-B-A-A-B-A.
Machado se ayuda de los
recursos estilísticos para hacer el poema. Hay numerosas metáforas (“florecerán
las barbas apostólicas”), comparación (“Como la nausea de un borracho ahíto”),
hipérbaton: (“hay un mañana estomagante escrito”)
En este poema se pueden
encontrar características de la literatura modernista como son el uso de unos
adjetivos muy culto y rítmico (luengo, alborea, zaragatera...)
Antoni PuigverdJoan A. Forès
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