Benvolguts,
Aquesta setmana m’he dedicat a fer un sa
exercici de comparació. M’explico. Hi ha un web: http://www.caffereggio.net/
en el que els propietaris trien cada dia quins són els articles de la premsa
espanyola, escrits en castellà (ja que els escrits en català segurament ofendrien
els seus lectors, com els TGVs que segons m’han dit eliminen la megafonia en
català quan passen el Sènia) que els semblen més escaients de divulgar. Entrar
en aquest web m’és útil ja que la tria ja està feta i per tant m’estalvia feina
si vull estar al dia. El web podríem dir que sembla esquerranós, d’una esquerra
molt guay,
com Francesc de Carreras, Juan Goytisolo, José Borrell, Felix de Azua, Albert
Boadella o Javier Solana. Em seguiu? L’exercici
d’aquesta setmana ha consistit en triar els articles que toquen el problema
espanyol (ells en diuen el problema catalan o la deriva soberanista, etc).
I ha sigut positiu perquè n’he trobat 7, una tercera part dels triats pel web,
que parlen de Catalunya. Me’ls he llegit, he copiat les frases que m’han
semblat que definien millor cada un dels autors i m’he adonat que malgrat que
aquests articulistes i qui els tria tenen clar l’eix esquerra-dreta, toquen
campanes quan es tracta de valorar l’eix sobiranisme-unionisme. També m’he adonat que
tots els autors ens volen aconsellar sobre el que més ens convé! També m’he
adonat que presenten escriptors “catalanes” que no els coneix ni son pare: Jordi
Gracia o Emilio Albi. I moltes més coses. Jo he fet la meva tria de la seva tria.
Us recomano que us llegiu els articles de dalt a baix, no només els trossos que
he triat! Veureu la incomprensió i l’odi dels autors esquerranosos (dels
escriptors fatxes no cal parlar-ne, encara que cada cop s’estén més la idea
que, com deia Josep Pla, “El que més s'assembla a un espanyol de dretes és un
espanyol d'esquerres) ...
Copiaré els títols i autors i els paràgrafs
esmentats:
1.
140221. Nicolás Redondo Terreros.
Cervantes y Shakespeare
No se
entiende el Quijote sin Barcelona y sin La Mancha. Cervantes cose el perfil
geográfico, pero también psicológico de España, que no se entiende sin Cataluña
y Castilla, o sin el vizcaíno malhablado. Los
nacionalistas catalanes se confunden al considerar que Castilla es España
entera, y esta solo es Castilla.
El
destino, la relación intensa y fecunda, los avatares de Don Quijote y Sancho,
son el producto de la voluntad de su autor, Cervantes; pero como sucede con las
obras clásicas, es obra de sus lectores, de los de ayer, hoy y mañana, que
verán en el hidalgo caballero y en su escudero una interpretación profunda de
la vida, más allá de la satisfacción que provoque su lectura. De la misma forma puede que los caminos de Cataluña y el
resto de España sean diferentes y divergentes en el futuro, pero esa
trascendental decisión no corresponde ni a unos ni a otros, sino al autor
secular de la realidad actual, que no es otro que la ciudadanía española, es
decir: Todos.
2.
140221. Lluís Bassets. El desafío
catalán
La
respuesta al desafío catalán de hace 40 años fue el regreso de Tarradellas, que
cerró el paso a la izquierda y facilitó el camino a la Constitución y al
autogobierno. Fue un movimiento inesperado y valiente, de un presidente como
Adolfo Suárez dispuesto a arriesgar y legitimar una institución de la Segunda
República, después de haber legalizado al Partido Comunista.
Siendo la
primera piedra del futuro Estado de las autonomías, la negociación previa entre
Suárez y Tarradellas fue bilateral; el trato fue singular para Cataluña; y, al
final, llegó el reconocimiento y la legitimación de una institución histórica
catalana por parte del Gobierno y la Corona. ¿Alguien
osaría hacer algo así ahora? Quien sea capaz de imaginar una jugada de ajedrez
como aquella para las actuales circunstancias tendrá quizás en sus manos el
mapa para salir del callejón donde nos hemos metido.
3.
140221. Jordi Gracia. Por un
Estado egoísta
Racionalidad e ideología no se excluyen (o no necesariamente) y esa
simbiosis es la que echamos de menos en Cataluña una porción inmensa (tan
inmensa como la secesionista) de catalanes: la adopción de criterios políticos
desde el interés egoísta y no morbosamente ideológico, desde el cálculo de
beneficios mutuos y la neutralización de la pulsión destructiva de la fe (en el
final redentor o en la inmovilidad apaciguadora).
El
problema es nuevo porque la Cataluña de hoy es otra. Va lanzada en una
trayectoria que desemboca o bien en la independencia como fantasía honesta pero
traumática y sin beneficio claro o bien la fantasía honesta también, pero más
sensata y fecunda, de modificar su relación con el resto de España, y no solo
por encima o deprisa y corriendo, sino con el cuidado que reclaman las
realidades complejas donde las culpas son compartidas. Lo que es seguro es que
apenas nadie en Cataluña, ni el votante del PP, ni siquiera el votante de Ciutadans,
se conformará con que nada ni nadie haga nada desde el Estado.
4.
140221. Francesc de Carreras
Argumentos para el debate
La parte favorable a una Cataluña dentro de España comienza a hacerse oír
La opción
independentista catalana fue en continuo ascenso desde la manifestación del 11
de septiembre de 2012 hasta hace unas semanas. Los argumentos a favor de que
Cataluña se separara de España eran dominantes en los medios de comunicación
catalanes. Las posiciones contrarias eran escasas y
apenas escuchadas. Muchos ciudadanos estaban perplejos y la posibilidad
de que un vuelco en la opinión pública inclinara la balanza del lado
independentista era, y aún sigue siendo, cierta. Sin
embargo, en las últimas semanas se han producido señales de que la parte
contraria, los favorables a una Cataluña dentro de España, es más amplia de lo
que se pensaba y, además, comienza a hacerse oír.
El mismo
García-Margallo había respondido días antes en el Congreso, haciendo un alarde
de conocimientos, al inconsistente diputado Tardà.
Además, el ministro de Hacienda ha encargado a una comisión de expertos,
encabezada por Ángel de la Fuente, la elaboración de un informe completo sobre
los ingresos y gastos de todas las comunidades con el fin de aclarar
definitivamente los supuestos agravios financieros. Por último, FAES, el famoso
think tank del PP, ha publicado un clarificador documento para objetar de forma
argumentada las posiciones catalanas en favor de la secesión. Los mitos van
cayendo.
5.
140221. Fernando González Urbaneja.
La declaración alemana de Barcelona
La
realidad es que en la sociedad catalana la movilización independentista lleva
tiempo trabajando con buenos resultados para el objetivo de convencer a los
ciudadanos que la independencia les viene a cuento, que merece la pena. Quienes sostienen que la apuesta independentista es un
disparate apenas se han manifestado en público ante los catalanes, que tampoco
han dado muchas oportunidades a esas voces. Pero el debate ya es
inevitable, hasta Rajoy ha tenido que aterrizar en el problema con un par de
discursos en los que ha empezado a destilar argumentos e incluso a manifestar
afecto.
Y empiezan a sumarse voces importantes de la llamada sociedad civil que
perciben que deben llenar algunos vacíos.
El
gobierno catalán, empezando por su presidente (y desde luego por Jordi Pujol)
entiende mejor que nadie que el “manifiesto de los
alemanes” es un NO cualificado al independentismo que una parte de su
electorado tendrá en cuenta. Los empresarios alemanes en Cataluña, que
representan buena parte del tejido industrial (química, automóvil, equipos,
telecomunicaciones…) han hablado por la ausencia de otras voces, con
autorización de sus matrices que se han enterado de que hay un problema en
Cataluña. Acredita la internacionalización del
conflicto, aunque quizá no en el sentido que los independentistas pretendían.
6.
140221. Félix Ovejero. El retorno de los románticos.
Tres
mitos son de mucha circulación: las identidades colectivas como sujetos
políticos, las emociones como argumentos y el hipermoralismo como solución a
los males del mundo. Las tres coinciden en dibujar, y hasta entronizar, una
idea de ser humano que entretuvo a muchos clásicos del romanticismo: saturado
de historia, entregado a los sentimientos y bueno hasta el tuétano.
A contramano de 200 años de teoría social, o de 10 minutos de sentido
común, diversas versiones apenas aligeradas del “alma de los pueblos” asoman en
la trastienda de discursos y libros que establecen relaciones improbables
(incomprensión, agravios, reconocimiento, encaje, afecto) entre sujetos
imposibles (Cataluña o España) a los que atribuyen rasgos psicológicos
(laboriosos, dialogantes, tacaños, violentos) que perviven durante siglos. La
retahíla de despropósitos daría para un curso de falacias metodológicas; la
explicación de su recurrente aparición en el gremio de los historiadores, para
otro.
7.
140221. Emilio Albi. Perjuicios
para Cataluña y el resto de España
Los cambios económicos y personales que una secesión originaría, serían
perjudiciales para todos. El resto de España contaría con menos territorio y
población, mermando su PIB. La redistribución territorial que Cataluña facilita
(aunque no en primer lugar, detrás, de Madrid o Baleares) también sería menor:
los familiares de muchos catalanes, que no emigraron en el pasado, vivirían
peor.
Respecto a Cataluña, no sé cómo podría financiar sus déficits y a qué
coste. La credibilidad
dentro de los mercados es más española que catalana. Una
administración eficaz de la Seguridad Social o de los Tributos no se edifica en
poco tiempo. Si la caja está medio vacía, ¿cómo se pone en
funcionamiento un Estado? Nadie explica cómo se pagarían
las pensiones que en la actualidad arrastran un desfase de más del 30% en
Cataluña. Los catalanes de origen y corazón que, por razones personales
(digamos, su jubilación), o por trabajo residen en otras partes de España, ¿a
qué Estado habrían de acogerse?
¿Qué
deuda del Estado español sería imputable a Cataluña y qué debería el primer
Estado al segundo? ¿Cómo se valorarían y pagarían los
activos del Estado español (infraestructuras) existentes en Cataluña? Todo esto
no se resuelve simplemente con una negociación ni presentando unas cuentas
mejor hechas. No hay que confundir deseos con realidad. Sin olvidar que la entrada en la UE no es automática y que,
en el proceso, pueden surgir vetos, quizá no españoles. La economía de una
Cataluña independiente se enfrentaría a una gravísima dificultad en este
asunto.
Joan
A. Forès
Reflexions
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada