Un altre bon article de divulgació econòmica i
de títol: El futuro económico de una Catalunya independiente.
Aquest
article prové del diari basc Deia, on hi ha hostatjats diversos blogs com el de
l’Iñaki Anasagasti, vell conegut nostre, i aquest anomenat El rincón del proteston. Que si no m’equivoco està
escrit per Iñigo Landa.
És llarg
però es pot llegir molt bé. Llàstima que cita diversos quadres econòmics que
després no es troben…
Sembla que
sigui fet per un català, entès en economia i que intenta explicar amb la
distracció del sombrero del agitador del miedo, els boicots i els viatges a l’espai
exterior com si fos un Angel de la Fuente qualsevol. Va proposant
problemes i amenaces i va demostrant que no ho són.
Té diversos
apartats. Us proposo en versió pdf i en web. En copio i comento uns
quants.
El futuro
económico de una Catalunya independiente.
Té un bon començament que t’incita a seguir
llegint:
Sostenía Max Aub que “uno es de donde
hizo el Bachillerato”, y eso puede explicar mejor que ninguna otra cosa que
detrás del proceso independentista catalán se encuentren muchos de los mejores bachilleres
de Cataluña.
Parla del bagatge dels millors economistes de
la pell de brau que són catalans, llicenciats i doctorats a Harvard, Princeton,
i catedràtics actuals o fa un temps a Harvard, Stanford, Londres, Chicago,
Columbia o la Pompeu Fabra. I diu que tots aquest economistes, tots independentistes, creuen en la imminent
independència de Catalunya i demostren que una Catalunya independent se’n
sortiria molt més que no arrossegant la bèstia morta española.
Explica que aquests economistes han creat
documents eloquents sobre l’economia de Catalunya l’endemà de la independència
i explica que usen mancomunadament el nom genèric de Col·lectiu Wilson. Mostra la rastellera d’economistes independentistes
amb noms i cognoms, professors d’universitat o amb càrrecs directius a
empreses.
Parla d’en
Xavier Sala i Martin, de Pol Antràs
(el catedrático más joven de Harvard y doctorado en el MIT); Carles Boix (catedrático en la
Universidad de Princeton con doctorado en Harvard); Gerard Padró (catedrático en la London School of Economics) y Jaume Ventura (catedrático de la Pompeu
Fabra y antiguo profesor del MIT). Además de Jordi Galí, probablemente el economista español con mayor
proyección internacional. Como se ve, una delantera de lujo. Galí, que se
doctoró en el MIT bajo la dirección de Olivier Blanchard (economista jefe del
FMI), es el actual presidente de la Asociación Europea de Economistas y hace pocos
años se le llegó a proponer como premio Nobel de Economía. Es un neokeynesiano convencido,
pero como en el proceso independentista catalán no hay un debate ideológico,
sino sólo de carácter identitario, se ha volcado en el proceso. Y se lo cree a
pies juntillas. Hasta el punto de que está convencido de que las pensiones en
Cataluña serían “más generosas” si saliera adelante el proceso independentista.
Desde
luego que los economistas del Colectivo Wilson no son los únicos. El Consell per a la Reactivació Econòmica i el
Creixement es el otro gran soporte. Su presidente es Salvador Alemany (también presidente de Abertis), y como sostiene
alguien que conoce al dedillo los entresijos de los economistas de Cataluña, su
pronunciamiento, en un sentido o en otro, sirve de termómetro sobre lo que
realmente pasa en la Generalitat. Alemany -hilo directo con Isidro Fainé (La Caixa) y el conde de
Godó (La Vanguardia)-lidera un auténtico Gobierno de concentración en el que
aparecen economistas que se han caído del caballo del PSC, como Germà Bel; Jordi Gual, jefe del servicio de estudios de La Caixa (Universidad
de Berkeley); Joan B. Casas, decano
del Colegio de Economistas de Cataluña; Eugènia
Bieto, directora general de Esade o Guillem
López Casasnovas, consejero del Banco de España. Además de otro de los
‘príncipes’ de la economía española, Xavier
Vives, premio Rey Juan Carlos de Economía y una de las trayectorias
profesionales más brillantes de eso que Carlyle llamó la ciencia lúgubre. Junto
a Jordi Galí es, probablemente, el economista más laureado. No acaba aquí la
musculatura intelectual de la vía catalana a la independencia. La
vicepresidenta del Consell Assessor per a la Transició Nacional es Núria Bosch, catedrática de la
Universidad de Barcelona y una de las mayores expertas del país en federalismo fiscal
y saldos fiscales interterritoriales. Durante años ha estado a la sombra del
anterior conseller de Economía de la Generalitat, Antoni Castells (PSC), pero ahora -como Germà Bel (antiguo diputado socialista en el Congreso)- ha abrazado
las tesis independentistas y pone su currículo al servicio de la causa. Como en
el caso del historiador económico Albert
Carreras, antiguo decano de la facultad de Económicas de la Pompeu Fabra, y
hoy número dos de Mas-Colell en el
departamento de Finanzas
Y es que
la influencia del actual conseller de Economía, Andreu Mas-Colell, parece ser determinante. Muy determinante. Durante mucho
tiempo se le consideró el mejor economista de España, o al menos el de mayor
proyección internacional. No en vano, ha sido durante 15 años catedrático de
Harvard, lo que da idea de su talla como economista (también sonó para el
premio Nobel). Otra cosa es como político. Pero lo cierto es que ha
sido capaz de tejer una tupida red de economistas que avalan técnicamente la independencia con
argumentos sólidos. O el Concierto a la vasca, según el momento histórico,
utilizando para ello un instrumento administrativo bien engrasado
económicamente, el Instituto de Estudios Autonómicos, convertido en un
formidable aparato propagandístico puesto al servicio de la causa.
Presente y futuro del
comercio catalán
¿Cuáles son las causas de
esta dependencia del comercio catalán del mercado español?
Los efectos de la
independencia sobre el comercio con España y sobre el PIB catalán.
Si de repente los españoles ya no nos
compran estos productos, es seguro que sufrirán. Y, entonces nos preguntamos,
¿por qué los españoles se harían daño a sí mismos negándose a comprar productos
catalanes? Quizás
lo que más nos ha sorprendido de todo este debate es que los adversarios de la
independencia parecen estar seguros de que los españoles son tan irracionales y
vengativos que están dispuestos a hacerse daño a sí mismos para castigar a los catalanes.
Nosotros no creemos que esto sea probable. Los españoles tienen el mismo “seny”
que nosotros y seguro que harán lo que más les convenga cuando llegue el
momento. Las
amenazas de boicots sufren el mismo problema que las amenazas de dejar Cataluña
fuera de Europa: no son creíbles. Es decir, ahora les interesa
anunciar boicots, pero cuando llegue el momento, debido a sus propios intereses
encontrarán difícil cumplir estas amenazas.(6) Imaginemos de todos modos que
los ciudadanos y las empresas españolas actúan irracionalmente y prefieren
dejar de comprar productos catalanes. Los cálculos anteriores (hechos con el
sombrero de
agitador del miedo) asumen que el boicot es de un 80%.
¿Es esto posible? La respuesta es rotundamente NO. En primer lugar se hace difícil
pensar que los consumidores y empresas españolas boicoteen a las empresas
multinacionales localizadas en Cataluña como Nestlé, BASF, Volkswagen, Nissan o Repsol.
Un motivo es que es difícil distinguir si los productos de estas empresas
vienen de Cataluña o de otros lugares. Otro motivo es que los españoles no
querrán perjudicar las empresas de sus socios europeos (como Volkswagen) y, aún
menos, sus propias (como Repsol). En 2006, el conjunto de empresas multinacionales con sede
fuera de España aportaron un 40% de la facturación manufacturera en Cataluña.
(7).
Deslocalización e
independencia.
Resumen.
Llegiu l’article complert. Dóna força ja que
ens fa adonar que hi ha moltíssima matèria gris a Catalunya, empenyent el procés!
Joan
A. Forès
Reflexions
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