Benvolguts,
El professor Vicenç Navarro ha fet dos
articles interessantíssims els darrers dies.
El títol del primer és “La guerra no ha terminado”.
El títol del segon és “La Iglesia fue verdugo, no
víctima”
Avui comentarem el primer. Demà comentarem el
segon.
En el primer article el professor Navarro fa
un míting!
Un míting on surt la lluita per la justícia
social a Astúries
Crits de “La guerra no ha
terminado”
Relats de la crueltat i barbàrie dels rebels
franquistes a l’any 36 a Astúries, matant a tothom, homes, dones, avis, nens i
dones prenyades amb el crit de: “mejor que te matemos, así eliminamos la semilla”. El mètode per assassinar-los era tirant-los al
pou de la mina.
Paràgrafs que cal sempre
recordar: Nunca deberíamos olvidar que por cada asesinato
político que cometió Mussolini, Franco cometió 10.000, hecho que continúa ocultándose
por la mayoría de medios de información en este país.
Més relats: Las grandes familias que estimularon aquel
golpe en contra de un gobierno democrático y que se beneficiaron de la
dictadura que estableció, continúan en el poder en Asturias, donde más de 7.000
personas fueron asesinadas.
Frase per recordar: Y hoy, no lejos de aquí, en Oviedo, todavía hay un
monumento al mayor asesino que ha tenido España, el general Franco,
el hombre responsable de lo que pasó aquí en el Pozu y en muchísimos pozos de
la cuenca minera.
Respecte als desapareguts
amolla la frase: La Marca España es la marca de una democracia
que no se merece tal nombre.
Explicacions de: La
Transición inmodélica, etc...
La
Guerra Civil no ha terminado
Vicenç Navarro en
Público
el 8 octubre, 2013 en Derechos, Historia, Libertades, Política, Sociedad
OPINIÓN
Discurso del Profesor
Navarro en el acto de entrega del galardón Pozu Fortuna en Turón, cuenca minera
de Asturias, en reconocimiento a su trabajo a favor de las víctimas del
franquismo.
Gracias por el honor que me otorgáis. He recibido,
a lo largo de mi vida, en muchos países, después de exiliarme de España por
razones políticas, muchos honores. Pero éste es el que más aprecio. Es un galardón
especial para mí. Viene de vosotros, gentes de la cuenca minera de Asturias,
que siempre se ha distinguido en la historia de España por su compromiso con la
lucha por la justicia social, en contra de las estructuras de poder oprimentes
que imposibilitan el desarrollo de esta justicia y de la solidaridad que
conlleva. Sois gentes que continuáis con la lucha de los mineros
heroicos que siempre lucharon para conseguir la plena libertad y el pleno
desarrollo de la democracia que todavía no tenemos. Tenéis que saber que
vuestra historia, aunque desconocida en este país, es bien conocida
y admirada internacionalmente. La cuenca minera de Asturias es aplaudida por su lucha continua
a favor de la justicia y de la libertad, bien mostrada en vuestra resistencia frente al golpe fascista
de 1936 y en contra de la dictadura. Esta lucha heroica es una de
las páginas de la historia más brillantes y más conocidas en el mundo, en la
continuada rebelión del mundo del trabajo en contra de la opresión y de la
explotación. Añado mi voz a este merecido homenaje a vuestro compromiso, gentes
de la cuenca minera de Asturias, a favor de la justicia, de la libertad y de la
democracia.
Este compromiso, que ha caracterizado vuestra
historia, ha significado un enorme sacrificio, con una represión brutal, como
refleja lo que ocurrió aquí, en este pozo, donde la brutalidad del fascismo se
mostró con toda su crudeza. Aquí, en este pozo, en la mina, decenas y decenas de personas
fueron echadas vivas al pozo, un pozo de treinta metros, para que murieran en
el fondo. Hemos oído el testimonio de una persona presente en uno de
estos momentos. Niños,
mujeres embarazadas y ancianos, eran echados al pozo junto con adultos que
habían luchado oponiéndose al golpe militar. Vosotros, familiares de
aquellos asesinados, sois la prueba viva del enorme dolor causado por una
enorme brutalidad. Quien vea este museo, que habéis hecho con escasos medios,
puede ver la brutalidad de la que fue capaz el fascismo. Este museo debería
conocerse ampliamente en este país, pues muestra claramente el nivel de brutalidad que alcanzó una de
las dictaduras más sangrientas que ha habido en Europa. Nunca
deberíamos olvidar que por cada asesinato político que cometió Mussolini, Franco
cometió 10.000, hecho que continúa ocultándose por la mayoría de medios
de información en este país.
Se estableció, así, un
régimen de terror. Un terror que era necesario para sostener un
régimen de una minoría frente a la gran mayoría de la población. Terror que creó un
miedo que todavía existe. Hablando con familiares de víctimas y
represaliados, se ve que todavía hay miedo, que todavía hay resistencia a hablar.
Después de treinta y cinco años de lo que se llama democracia, todavía hay
miedo en los pueblos y ciudades de España de hablar de aquella brutalidad.
Y el hecho de que haya silencio y miedo se debe a
que la Guerra
Civil no ha terminado. Los hijos de los vencedores continúan gobernando y ellos no
quieren que se sepa lo que hicieron sus padres y abuelos. Y aquí, en
Asturias, encontramos un claro ejemplo. Las grandes familias que estimularon aquel golpe en contra de
un gobierno democrático y que se beneficiaron de la dictadura que estableció,
continúan en el poder en Asturias, donde más de 7.000 personas fueron
asesinadas. Aquellas grandes familias participaron en aquella
represión. Y hoy, no lejos de aquí, en Oviedo, todavía hay un monumento al mayor asesino que
ha tenido España, el general Franco, el hombre responsable de lo que
pasó aquí en el Pozu y en muchísimos pozos de la cuenca minera.
En realidad, hay en Asturias más de 3.000 desaparecidos
por causas políticas, sin que el Estado ayude a los familiares a
encontrar a sus seres queridos. Y estos mismos días, las Naciones
Unidas, en nombre de la comunidad internacional, han visitado España,
denunciando lo que aquí pasa y señalando que es una vergüenza. La Marca España es
la marca de una democracia que no se merece tal nombre. Una
democracia producto
de una transición inmodélica de una dictadura a una democracia, transición
realizada bajo el dominio de las fuerzas herederas del Estado fascista que
dominaban el Estado y todos sus aparatos, así como la mayoría de medios de
información. Las izquierdas, que habían liderado a las fuerzas
democráticas, apenas salían de la clandestinidad durante la transición. Hablar de un
proceso supuestamente consensuado entre la ultraderecha española, que tenía un
control absoluto de las instituciones del Estado, y unas izquierdas y otras
fuerzas democráticas que no tenían ningún control, es absurdo. El
desequilibrio de fuerzas no podía ser mayor. Y el resultado del dominio de
aquella transición por los herederos de la dictadura mostró lo inmodélico y desequilibrado de
aquella transición. Durante 35 años hemos tenido una democracia
enormemente incompleta, bajo el dominio de los vencedores de la guerra,
lo cual explica el olvido histórico, el silencio y el temor, así como la
pobreza del Estado del Bienestar y la carencia del reconocimiento de que España
es una suma de pueblos y naciones dentro de un Estado plurinacional.
Pero, amigos y familiares de las víctimas, hoy
están pasando muchas cosas en nuestro país, este país que es una amalgama de pueblos y
naciones oprimidas por un Estado central que está perdiendo su legitimidad, por
estar llevando a cabo unas políticas que carecen de ella, pues no
estaban en las propuestas electorales de los partidos cuando salieron elegidos.
Existe hoy una gran agitación social pacífica y no violenta contra este Estado,
resultado de aquella Transición inmodélica. Y nuevas generaciones están
apareciendo, generaciones que, perdiendo el temor y el miedo, están preguntando
dónde están sus
seres queridos y, lo que es también muy importante, dónde están sus asesinos y
sus herederos, aquellos que causaron vuestro dolor, nuestro dolor, porque
vuestros muertos son los muertos de la República, de la España real.
Y veréis como su muerte fue la semilla de esta
nueva España, democrática y justa, solidaria y libre. Esta España por la que
ellos lucharon y cuyos inicios se detectan ya en nuestro entorno, en las
multitudes que salen a las calles diciendo “esta no es nuestra España”, “este
Estado no es nuestro Estado”. Y nuestra España es aquella por la cual vuestros
seres queridos murieron. Y podéis verlo en el número creciente de banderas
republicanas en las manifestaciones. Me contaba, esta mañana, uno de los
testigos –un buen ciudadano de estas tierras- que cuando una mujer iba a ser
empujada hacia el pozo, le dijo al fascista que la empujaba que estaba encinta.
Y el último comentario del fascista antes de echarla fue “mejor que te matemos, así eliminamos la
semilla”. Familiares de aquella ciudadana, sabed que ellos no
mataron la semilla. Hoy, la bandera republicana va ondeando, cada día más alta,
mostrando que su lucha por otra España mejor está hoy apareciendo en todas
partes en este país. Y este es el mejor homenaje a vuestros muertos, que son
los nuestros. Su semilla fructificó. Y no sé si yo lo veré, debido a mi edad,
pero estoy seguro de que, antes de que pase mucho tiempo, veréis como este Estado
español dejará paso a aquel nuevo Estado que se considere heredero y
continuador de la España de los vencidos, que era y será la España de aquellos
que murieron y vivieron por una España republicana, libre, justa y
auténticamente democrática.
Vicenç Navarro. Catedrático de Ciencias Políticas y Políticas
Públicas. Universidad Pompeu Fabra.
Joan
A. Forès
Reflexions
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada