Benvolguts,
Article realista. I també explicant situacions
patètiques que es resolen marcant paquet!
I és clar que la nostra autonomía és la que ells vulguin!
Fa angúnia pensar que el govern català pugui
arribar a agenollar-se i faci de catifa per tal que les patums de l’acte del
Foro, que es celebrarà al Palau de Pedralbes del que la Generalitat n’és amo en
el 50%, els passin per sobre, els donin una almoina o un peixet o un terròs de
sucre com a les foques i els cavalls al circ i continuïn els seus importants
quefers nacionals!
No cal demanar caritat!
Cal anar-se’n com més aviat millor! Ho sents
company Mas?
‘Again’,
Pilar Rahola en La
Vanguardia
el 22 octubre, 2013 en Comunicación, Derechos, Libertades, Política, Sociedad
OPINIÓN
Si los prolegómenos del
choque institucional son como estos, ¡qué pesado será cuando los tiempos se
aceleren! Porque
lo de estos días con el feo al president Mas en Foment, y ahora con el Foro del
Mediterráneo, donde no le permitirán que salude a los presentes, es de una
vulgaridad infantil irritante. En mi ingenuidad, pensaría que los
estados son entes más serios, que cuando tienen un conflicto territorial de
mucho calado lo resuelven de manera inteligente y, sobre todo, que los líderes
políticos tienen más altura que la propia de una pelea de barrio. Pero será que
soy demasiado optimista porque, visto lo visto, todo esto es bastante patético.
¿De qué se trata? ¿De
poner a Artur Mas de cara a la pared porque ha sido un niño malo? ¿De demostrar
que el todopoderoso Estado puede hacer lo que le da la gana, representación
institucional catalana incluida?
¿Se trata de recordarnos que tenemos
“autonomía” por gracia divina del reino y que con la misma gracia pueden
desmontarla? ¿O es peor, y tal
vez se trata de demostrar que en España no hay debate territorial posible y que
las autonomías sólo son respetadas si no incomodan al papá Estado?
Porque es evidente que ninguna de las explicaciones que se han dado sirven
para entender por qué se dedican a marearnos ahora con el protocolo, cuando era
de las pocas cosas claras. Tanto en el caso de Foment, donde es insólito que el
president no cierre un acto en Catalunya, siendo la máxima autoridad (como han
dicho los expertos en protocolo, no podía haber presidencia “en funciones”
cuando Rajoy estaba haciendo de presidente), como con el lío que ahora montan
con el Foro. Si
los presidentes autonómicos, desde Maragall hasta Bauzá, han dado siempre la
bienvenida, ¿a qué viene ahora ningunear al actual presidente de los catalanes?
¿Es para demostrar que es persona non grata, que a los malos se les deja sin
agua, que cuando Catalunya ruge, el imperio contraataca? Quizás no
se trata de ello, sino que les ha cogido un ataque de pánico porque Artur Mas saludaría
en perfectos inglés y francés y dejaría en evidencia el dominio castizo de idiomas que tienen
los del Ejecutivo español. Un
ridículo de los que merecen ser vistos con palomitas. Sea como sea, no es lógico que el Estado
responda a un problema complejo con Catalunya por la vía del palo y el
desprecio. ¿Creen que haciendo estos feos de manual van a resolver
algo? Si fuera el caso, ¡qué estrechez de miras! Pero como no creo que sean tan
cerriles, la conclusión es peor: han decidido usar el poder como castigo. El Estado manda y
quiere que lo sepamos, y por eso viene a Barcelona subido al caballo,
ninguneando a los líderes “locales”.
Pero esa actitud de macho alfa puede que tranquilice a las huestes de las FAES, pero ni acalla el problema catalán, ni lo tranquiliza.Sólo sirve para demostrar que, cuando no hay ideas, los hay que marcan paquete.
Joan A. Forès
Reflexions
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada