Benvolguts,
En Ramón Cotarelo va trencant llances a favor de Catalunya.
Ell sempre diu que se sent nacionalista espanyol i que voldria que Catalunya no
se separés però que respectarà sempre la voluntat dels catalans!
Si féssim una relació d’espanyols significats que pensen com
en Cotarelo hauríem de tornar a usar el símil del Perich i dir que es podrien
comptar amb els dits d’una orella...
En aquest Bloc, d’espanyols o més ben dit de no catalans que
siguin desinteressadament amics dels catalans han sortit ultra en Ramón
Cotarelo, el gallec Suso de Toro, el Juan Carlos Moreno Cabrera i no sé si
algun altre. Molt pocs...
Ara, vegem que diu en
Cotarelo després del preacord CDC i ERC i AMI i Òmnium i l’ANC, entre d’altres:
Quienes digan que un
parlamento salido de unas elecciones autonómicas ordinarias no tiene
competencias para iniciar un proceso constituyente catalán tendrán que explicar
por qué en España rige una Constitución que fue elaborada por unas Cortes
ordinarias, no constituyentes
Ramón Cotarelo
Posted: 30 Mar 2015 06:44 PM PDT
España se enfrenta a un reto para su supervivencia como Estado. El más
grave de su historia reciente, al menos desde la guerra civil.
Y, sin embargo, las fuerzas políticas españolas
no parecen reconocerlo. Están absortas en sus conflictos en el conjunto del
Estado. Este año es especialmente intenso: hay cuatro elecciones, se estrenan
dos partidos nuevos, otros luchan por sobrevivir y el sistema entero cruje por la corrupción y
el desgobierno. No hay tiempo para
abordar la cuestión catalana.
Pero esta no ha aparecido ayer; tampoco a raíz del comienzo de la legislatura
de mayoría absoluta de la derecha, especialmente hostil al nacionalismo
catalán, si bien esa hostilidad lo ha encarnecido mucho. Viene de antes, desde la peripecia del
Estatuto de 2006, laminado en el Congreso y laminado de nuevo por el Tribunal
Constitucional, luego de un referéndum aprobatorio en Cataluña.
Ya podían los partidos nacionalistas españoles
haberse preparado, sobre todo el PSOE, para tener una actitud más abierta y
dialogante. Entre otras cosas porque de él dependía la subsistencia de un PSC
hoy raquítico. Pero ninguno hizo nada. El PP confía todo a la vigencia de la ley con una práctica
de gobierno despótica y autoritaria en la que la ley dice lo que él quiere y,
si no lo hace, se reforma. Y los demás la acatan sin rechistar. El
PSOE, menos
troglodita, se saca de la manga un difuso federalismo y una
propuesta de reforma de la Constitución. Menos da una piedra, desde luego,
pero es nada para enfrentarse a una iniciativa soberanista que en diez años no ha hecho
sino crecer, hasta el punto de desafiar la soberanía española el pasado 9N y
ampliando su iniciativa política con un objetivo claro: la independencia.
Ahí está el nudo de la cuestión, en la
iniciativa política. El nacionalismo español, desconcertado, está a la
defensiva, no tiene iniciativa y se enfrenta a la soberanista sin otra
propuesta que la prohibición y, llegado el caso, la represión.
Ayer se firmó el preacuerdo entre fuerzas soberanistas catalanas para
fijar la hoja de ruta a la independencia. El plan tiene unos objetivos,
establece unos requisitos y fija unos plazos. Otro paso de iniciativa
política, otra manifestación de soberanía de hecho. Firman CDC-Reagrupament y ERC, así como Omnium
Cultural, ANC y AMI. Quedan fuera las CUP, de momento, EUiA, C's, PSC,
Podem y, me figuro, aunque no estoy seguro, UDC. Las razones para objetar son
muy diversas. Menciono la de EUiA por ser significativa: cuestiona el
carácter plebiscitario de las elecciones de 27S.
Como siempre en democracia, los problemas se
relacionan con las elecciones. El nacionalismo español insiste en que se
trata de elecciones autonómicas ordinarias en el marco de la CE y que este no
reconoce carácter plebiscitario a las elecciones autonómicas. Es el mismo
criterio según el cual los catalanes no podían celebrar consulta alguna el
9N. El mismo que niega efectos jurídicos a la votación del 9N. Las elecciones
se celebraron, a pesar del nacionalismo español y a las del 27S no cabe
negarles eficacia jurídica pues son legales. Si tienen o no valor plebiscitario
dependerá de lo que suceda después porque es a partir del 27S
cuando se genera una situación políticamente nueva con un Parlamento catalán
iniciando un proceso de 18 meses (dos años a partir de ahora) hasta la
independencia que se hará unilateralmente si no hay acuerdo previo alguno.
¿Por qué hubo elecciones de 9N? Porque el nacionalismo español (el de derechas y el de
izquierdas) se negó -y sigue
negándose- a reconocer a los catalanes el mismo derecho que el nacionalismo
inglés reconoció a los escoceses, el derecho de autodeterminación. No se
permitió referéndum y el referéndum se celebró bajo forma de consulta. Ahora
se niega que las elecciones de 27S tengan carácter plebiscitario. Lo tendrán.
No hay argumento para que no lo tengan. No lo hay de fondo pues los catalanes
pueden llamar a sus elecciones como quieran. Pero tampoco lo hay de forma. Quienes digan
que un parlamento salido de unas elecciones autonómicas ordinarias no tiene
competencias para iniciar un proceso constituyente catalán tendrán que
explicar por qué en España rige una Constitución que fue elaborada por unas
Cortes ordinarias, no constituyentes. Claro, entonces no había una
España vigilante de lo que hiciera España en tanto que ahora sí la hay
vigilante de lo que haga Cataluña. Pero eso no es un argumento. Es una
amenaza.
No es fácilmente comprensible por qué el nacionalismo español se niega a
tratar con el catalán en el nivel que merece. Deben de intervenir muchos factores, incluso de naturaleza
neurótica. Sobre todo, no se entiende por qué no acepta un
referéndum de autodeterminación en Cataluña al estilo de los dos quebequeses
y el escocés, los tres perdidos por los independentistas. No hay ninguna
razón válida para negarlo como no sea un autoritarismo impresentable y una
concepción patrimonialista del Estado y su territorio, propia de la
oligarquía tradicional española, para la cual Cataluña es "tierra conquistada". Al negarlo, demuestra tener tanta confianza en la
nación española que dice defender como en la generosidad de los banqueros.
Siempre se está a tiempo. La hoja de ruta deja
abierta esta posibilidad cuando hace un inciso para comprometerse a Mantenir una actitud expectant respecte l'alternativa d'un
referèndum vinculant per part de l'Estat espanyol sobre l'indèpendencia de
Catalunya.
Si el Estado convoca un referéndum de autodeterminación en Cataluña, habiendo negociado condiciones, pregunta y consecuencias, no habrá recuperado la iniciativa política pero, cuando menos, se pondrá a la par. Y tendrá toda la legitimidad del mundo para defender la continuidad de Cataluña en un Estado español plurinacional. Según cómo configure su oferta en el caso de una respuesta no independentista en el referéndum, incluso podría recuperar la iniciativa política. Soñar es gratis.
Ramón Cotarelo
|
Joan A. Forès
Reflexions
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada