Benvolguts,
El company Sergi del GOAL m’ha fet adonar d’aquest escrit Carta
a Pablo Iglesias que a internet l’he trobat en més d’un Bloc. He
escollit aquest com podia haver-ho fet en un altre. Ara bé, per principi no
comento articles que no hagi trobat en adreces que m’inspiren confiança.
Sobretot em fa angúnia que en els apunts no hi hagi data, ni autor, i sobretot
que s’atribueixi algú un escrit pescat de la xarxa. Aquí sembla que hi ha data
i autor...
En aquest cas accepto que aquest sigui el més genuí, el
creador de l’escrit que, d’altra part, em sembla correcte i encertat.
Tanmateix, comparant-lo amb altres de la mateixa font, hi he
afegit el que més interessant m’ha semblat d’aquests altres.
M’agrada la rastellera dels Desconfio...
·
Pero me
resulta muy difícil deshacerme de los prejuicios cuando algún político español
habla de Catalunya.
·
Em sembla interessant la citació dels anuncis d’antihemorroides...
·
I
dels defectes dels buscavots: Y, sobre todo,
desconfío de los discursos vacíos, del populismo, de la pedantería, de las
verdades absolutas, de las frases hechas, de los titulares pancarteros.
·
I m’agrada
la coda: No,
Pablo, el verdadero problema de España no es la casta: es la chulería, es la
prepotencia, es el espíritu quijotesco...
I més.
Llegiu la carta que
paga la pena i a més defineix amb encert i gràcia tot el que no ens agrada dels
salvapàtries:
Estimado, Pablo
Iglesias:
Llevo tiempo viendo tu
evolución en la esfera pública y tenía ganas de dedicarte unas líneas. Intento
no dejarme llevar por ningún tipo de prejuicio porque son tan útiles como coger
unos prismáticos al revés.
Observas la realidad
de una manera mucho más alejada que sin hacer uso de ellos. Pero me resulta muy
difícil deshacerme de los prejuicios cuando algún político español habla de
Catalunya.
Contigo hubiese preferido
equivocarme y afirmar que, por fin, un político español se había ganado mi
estima. Sin embargo, no ha sido así. Creo que muchos hemos pasado de cierta
Pablomanía a la manía a Pablo. Y es que, desde que Cristiano Ronaldo afirmó que
la gente le tenía envidia porque era rico y guapo, nadie había conseguido
caerme tan mal. Quizá te preguntes por qué. Te daré unas cuantas razones:
-
Desconfío de los tertulianos. Es más, desconfío de los tertulianos que acaban
en política. Nunca votaré a nadie que haya nacido políticamente en un plató. Me
lo prohíbe mi religión. Ver a alguien que teoriza sobre una sociedad utópica
mientras su piel está maquillada para evitar el brillo de los focos y que, a
continuación, en el corte publicitario, se anuncie una crema anti hemorroides,
es algo que me deja en fuera de juego. Aunque, eso sí, cada vez le veo más
relación. Quizá he mirado mal.
-
Desconfío de los que dicen que son de izquierdas. Los que son generosos jamás
lo publicitan, los discretos jamás verbalizan que son discretos, los sinceros
jamás necesitan justificar que son sinceros, los que son de izquierdas jamás dicen
que son de izquierdas. No son sus palabras, son sus acciones las que permiten
confirmar su ideología. Y a ti, francamente, te he visto bastante más en un
plató de Lara que delante de los antidisturbios. Quizá he mirado mal.
- Desconfío de los políticos
españoles que vienen a Catalunya a buscar votos. La hemeroteca permite
desmontar toda la impostura que ha habido en esos intentos. Venís para darnos
lecciones morales y, al mismo tiempo, para asegurar que habéis leído a Espriu,
que habéis veraneado en la Costa Brava o que siempre untáis el pan con tomate.
En esos casos, os votaría si os llamaseis Potemos. Porque potar es precisamente
lo que me apetece cuando asisto a esas dosis de demagogia. Contigo, quizá he
mirado mal.
- Desconfío de los políticos
españoles que vienen a Catalunya a enseñarnos cómo debemos ser. No sé qué os sucede a 600 Km de distancia pero
tengo la sensación de que, por mucha pedagogía que se haga, seréis
incapaces de entender nada de lo que se respira aquí. O nos enfrentamos al autoritarismo
facha o al paternalismo de la izquierda.
No hay término medio.
O, por lo menos, yo no lo percibo. No te he visto en ninguna Diada, no te he
visto hablando con Carme Forcadell o Muriel Casals, no te he visto en ninguna
concentración a favor del derecho a decidir. ¿Es pedir mucho a alguien que
quiere presidir nuestro destino? ¿Pasar una semana en Barcelona para hablar
directamente con la sociedad civil va en contra de tu ideología progre
chachipiruli? Lo siento, no te he visto en Catalunya interesándote de veras por
lo que piensa la gente de la calle. Ni a ti, ni a nadie. Quizá he mirado mal.
-
Desconfío de los políticos que visten de uniforme. Unos llevan corbata como
signo de pertenencia al grupo. Otros visten camisa blanca y adornan su cabeza
con una coleta. ¿También tienes asesores de imagen? ¿Marketing político?
debería ser un oxímoron para alguien que presume de ser el anti casta. Quizá
esté equivocado pero en Podemos me resulta todo muy artificial. Quizá he mirado
mal.
-
Y, sobre todo, desconfío de los discursos vacíos, del populismo, de la
pedantería, de las verdades absolutas, de las frases hechas, de los titulares
pancarteros. No, Pablo, el
problema de España no es la casta: es la chulería,
es la prepotencia, es el espíritu quijotesco que enmudece la visión de Sancho
Panza para convencernos de que ser español lleva adjunta una cierta idea de
vete a saber qué gloria. No, Pablo, muchos hemos desconectado. No ya de la derecha, sino de
esa izquierda acomplejada, que no ha sabido encontrar un discurso coherente en
un mundo globalizado en el que los mercados no deberían dictarlo todo. Quizá he
mirado mal.
Siempre serás
bienvenido, como lo es todo el mundo en esta tierra de acogida. Pero no vengas
a dar lecciones, no ofendas a la inteligencia colectiva diciendo que no te
abrazarías a Rajoy o a Mas cuando sí que le diste una mano al Borbón para
recibir una beca con la otra. En España el más tonto hace relojes y, a muchos, ya no nos apetece mirar la hora
en ese reloj de la Puerta del Sol. Estamos en 2015. Pero quizá he mirado mal.
Una abraçada
Jacinta
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada