Benvolguts,
En el repàs que vàrem fer fa 8 o 10 dies dels temes d'Història a
estudiar en el batxillerat actual, http://reflexionsjafores.blogspot.com.es/2015/01/190115-vicensvives-curiosa-manera.html
vàrem demanar que si algú en sabia més ens fes el favor de comunicar-nos-ho. I
el mètode va funcionar. Dos membres del GOAL, el doctor Lluís Solà i el llicenciat en dret Carles Marc Cosialls ens varen donar dues pistes. La d’en Lluís,
que comentarem en un altre apunt, confirmava els nostres temors i donava més
informació. La d’en Carles Marc exposava com el nou desplegament de la LOMQUE, encara
explicava menys coses del franquisme, tot fent veure que n’explicava més. Tergiversació,
manipulació destrucció de la Història que diria en Jordi Bilbeny!
L’article de El Periódico diu: Dos
cuestiones determinantes para entender la España de hoy, el franquismo y
el terrorismo, han quedado
arrinconadas en la nueva asignatura de Historia de
España. I
nosaltres hi afegim que també falta l’explicació de l’etapa de la II República espanyola i la de la Guerra d’Espanya contra Catalunya, tot
relacionat amb el context internacional.
L’article de El
Periódico no diu si s’estudiarà l’etapa de la II República espanyola ni la de la Guerra d’Espanya contra Catalunya. Temes fonamentals si es vol entendre la Transició
Franquista i el Règim borbònico-franquista bananer des de la Transició
cap aquí. Fins en Joaquim Coll l’historiador
i sicari del SCC troba pobres els
temes importants “oblidats”. Ens continua quedant el dubte!
Vegem l’article de El
Periódico:
Nuevo decreto de despliegue de la LOMCE
Los académicos deploran las lagunas y el sesgo de
la Historia de bachillerato
La asignatura que propone Wert omite el papel de la Iglesia y el maquis en la primera etapa franquista
Los expertos consideran que los contenidos que
fija son «inasumibles» por los alumnos en un año
María Jesús
Ibáñez / Barcelona
Miércoles, 14 de enero del 2015
GÓMEZ
VIDAL TERRORISMO Amedo, condenado a 108 años por su
implicación en el GAL.
ANTONI
AGULLÓ. EXILIO Refugiados republicanos en el campo de
confinamiento de Bram, en Francia, en 1939.
AL. IGLESIA Y FRANCO El
dictador besa un crucifijo ante el obispo Del Pino, en Lleida, en 1958.
Dos cuestiones determinantes para entender la
España de hoy, el franquismo y el terrorismo, han quedado arrinconadas
en la nueva asignatura de Historia de
España, la que estudiarán los alumnos de segundo curso de bachillerato cuando les llegue a ellos la implantación de la ley orgánica para la mejora de la calidad educativa (LOMCE),
previsiblemente dentro de dos años. Expertos en Historia Contemporánea, catedráticos
de universidad y profesores de instituto, que han analizado el currículo
elaborado por el Ministerio de Educación, consideran que el temario, que califican de «inasumible»
por lo vasto de su contenido y de «aberrante por la cantidad de concreciones
que incluye», omite, en cambio, «una parte tan importante de la historia
reciente de España como la primera etapa del franquismo», coinciden varios de
ellos. Además, recuerdan, estos conocimientos serán objeto de una reválida que
los alumnos deberán aprobar para ir a la universidad.
«El exilio
republicano se despacha en apenas unas líneas y el maquis, que es un fenómeno
surgido de ese exilio, ni se menciona», constataJoan B. Culla, profesor de Historia Contemporánea en la Universitat
Autònoma de Barcelona (UAB). El documento ministerial,
que fija también los criterios para evaluar a los alumnos, habla de forma genérica de la represión
franquista, pero no hace referencia a los juicios sumarísimos que se realizaron en
esa época ni concreta con qué apoyos sociales contó el régimen. Eso significa que
no dedica la más mínima mención a la connivencia que la Iglesia mantuvo con la
dictadura en esa época, algo que algunos consideran una omisión no precisamente
involuntaria…
«Sorprende que
pase de puntillas por la primera etapa del franquismo, por los años oscuros de
la posguerra y que vaya directo a los años posteriores, en los que destaca la
recuperación económica y las transformaciones sociales», indica Joaquim Coll, historiador. En
su opinión, esta forma de abordar la posguerra es la que define más claramente
«el sesgo ideológico del currículo».
Orígenes del terrorismo
Aún en este periodo, cuando se aborda el tramo
final del franquismo, a partir de 1973, la explicación que deben dar los profesores
a sus estudiantes ignora el terrorismo, critican los expertos. «Cuando se refiere
a la creciente oposición al régimen, habría sido más rigurosa una
diferenciación entre quienes optaron por la resistencia política y los que
apostaron por la lucha armada», indica
Coll.
No es hasta la etapa definida en el currículo como
de normalización democrática de España e integración en Europa, tras la muerte
de Franco, cuando se pide a los estudiantes que sepan describir «la génesis y
evolución de las diferentes organizaciones terroristas que han actuado desde la
transición democrática hasta nuestros días (ETA, GRAPO, etc)». Para
los expertos consultados por este diario, este capítulo merece una doble (hay
quien incluso añade una tercera) crítica. Primero, dicen, porque los movimientos
armados empezaron en época franquista y
segundo, agregan, porque olvida el terrorismo de Estado, protagonizado por el GAL.
«Y, curiosamente, mientras el capítulo dedicado al
terrorismo es uno de los más exhaustivos, el temario sobre la transición no
hace referencia a otros movimientos alternativos que cobraron fuerza en esa
época como el movimiento obrero, el vecinal, el ecologista o el
antimilitarista, que logró la abolición del servicio militar»,
lamenta Pep Illa, profesor de Historia en secundaria ya jubilado y
director durante más de una década del instituto público Alexandre Satorras de
Mataró.
Razones pedagógicas
Pero más allá de los contenidos, los expertos
critican muy duramente cómo concibe el decreto del ministro José Ignacio Wert
la enseñanza de la historia. «Parece
que el propósito
es embutir conocimientos puntuales, contenidos que se aprenden de
memoria y se olvidan en seguida, sin dejar espacio a la reflexión», denuncia Josep
Fontana, profesor emérito de la Universitat Pompeu Fabra (UPF). «Pierre Vilar
decía que la historia nos enseña a pensar históricamente y, en cambio, este
programa parece pensado para disuadir a los jóvenes de la mala costumbre de
pensar», añade.
«Es un currículo inasumible», insiste otra
profesora de secundaria. «Es sencillamente monstruoso», remacha Josep Fontana. «Y
lacónico y eufemístico. Parece que los redactores intentan no meterse en ningún
jardín», indica Joan B. Culla. «También es contradictorio, porque
mientras los criterios genéricos de la asignatura hablan de cultivar el sentido
crítico de los alumnos, la concreción de los contenidos solo da pie a la
memorización», apostilla Illa.
El docente pone un ejemplo: «Es ilógico pedirle a un alumno de bachillerato
que diferencie entre las desamortizaciones de Madoz y de Mendizábal o que sepa
qué fue la reforma Mon-Santillán de la Hacienda pública y que, en cambio, no se
mencione el feudalismo o que se reduzca el carlismo a los partidarios de
reinstaurar el absolutismo», concluye.
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