150629. Roberto Centeno. Grecia sin salida y España,
¿cuándo?
Grecia sin salida y España, ¿cuándo?
Roberto Centeno en El Confidencial
el 29 junio, 2015
en Derechos, Economía, Ética, Filosofía, Igualdad, Internacional, Justicia, Laboral, Libertades, Política, Sociedad, Sociología, Valores
OPINIÓN
Tsipras mostró el
sábado su verdadera cara, la de un demagogo irresponsable incapaz de tomar
decisiones y que, con tal de no reconocer que ha mentido a los electores ofreciendo
promesas que no podía cumplir, ha reaccionado como un conejo asustado llevando
al país a un callejón sin salida. Ha trasladado su responsabilidad de aceptar o
no la última y generosa oferta de la troika al pueblo griego en un referéndum
que se celebrará el próximo 5 de julio. Tsipras vendió a los electores la falsa
idea de que había un camino intermedio entre la aceptación de las
demandas de sus acreedores y la vuelta al dracma, algo que era pura fantasía,
fruto de su incompetencia y de la ignorancia de las realidades legales y
políticas de la eurozona y de la sobrevaloración de la importancia
geopolítica de Grecia.
Increíblemente,
Tsipras ha rechazado la última oferta de la troika de entregar 15.500 millones de euros en diversos tramos de julio a
noviembre, lo que permitiría a Grecia cubrir sus compromisos hasta fin de
año y ha dejado el tema en manos de un pueblo desinformado y
empobrecido. Les ha recomendado que no acepten, lo que, para empezar, ha
dividido gravemente a la sociedad griega, que se encuentra en estado de shock.
Y, para seguir, constituye un riesgo mayor porque la salida de Grecia del
euro traerá consigo una enorme penalización de la deuda, los bonos y las
bolsas. Los ministros de finanzas de la eurozona han rechazado prorrogar la
fecha de expiración del rescate que es mañana 30 de junio.
Los griegos hacen
ya largas colas para sacar sus ahorros, lo que obligará a implantar un
corralito o a declarar “vacaciones bancarias”. Los bancos griegos tienen
143.000 millones de euros en depósitos de residentes y solo 2.000 en
efectivo: el resto son activos y préstamos que no pueden ser ni fácil ni
rápidamente liquidados. Hasta ahora los bancos han podido operar gracias a la
ELA (Emergency Liquidity Assistance) financiada
por el BCE. Si la ELA se detiene, los bancos griegos tendrán que cerrar.
Este es el precio de estar gobernados por corruptos (los anteriores que
permitieron a los oligarcas saquear el país a placer) o por
irresponsables, cuya mendacidad y cobardía raya lo criminal, y que se añade a
una gestión económica desastrosa, con el país casi paralizado desde
las elecciones.
España, el
siguiente en la lista
Si en Grecia
ocurre lo peor, España será el siguiente país en el foco de atención de los
mercados y los especuladores, lo que acelerará la quiebra porque nuestra
deuda es imposible de devolver. La deuda total o pasivos en circulación del
148% del PIB o del 131% –la computable más la deuda oculta según
Bruselas– es inferior a la griega, pero en todo caso impagable.
Nuestro déficit primario es del -4% del PIB si sumamos los 1,5 puntos del
déficit de la Seguridad Social, que seguirá creciendo aunque, de momento,
se financie con la caja de las pensiones, que desaparecerá en dos o tres
años; es mucho peor que el griego, que estima un superávit del 1%.
El PIB crecerá
este año un 3% pero el PIB pm, que mide la riqueza creada, será de poco más del
2% porque los precios van a caer en torno al 1%, y el año que viene y
siguientes se estima una reducción significativa del crecimiento. Dicho en
corto, la deuda y el déficit son insostenibles. Esto, sumado a una
brusca subida de la prima de riesgo y con los tipos de interés al alza (EEUU
los subirá dos veces este año), nos llevará a la necesidad de un rescate
antes o después. Si a eso le añadimos una deuda exterior neta que supera el
100% del PIB, la mayor de la OCDE, y que, además, sigue creciendo porque el
saldo del comercio exterior sigue en negativo, nos coloca en la peor
situación de toda la zona euro. No hace falta ser economista para ver que, si
Grecia cae, España será el siguiente en la lista.
A mediados de
2012, Grecia aceptó un primer rescate en el que, a cambio de
importantes recortes de gasto, le fue condonada el 70% de su gigantesca deuda.
En sentido contrario, el irresponsable de Rajoy, que no estaba dispuesto a
recortar un solo euro el disparatado gasto político, tomó una decisión tan
increíblemente insensata que algún día debería responder por ello:
optó por la vía del endeudamiento aprovechando la barra libre ofrecida
por Draghi, en la que se entregaban ríos de dinero sin control ni
condición alguna. Rajoy vendió y sigue vendiendo su disparatada decisión,
que ha arruinado a varias generaciones de españoles –la deuda total se
incrementó en 590.000 millones de euros desde entonces– diciendo que
se había negado a aceptar bajar pensiones o subir impuestos que ya había
llevado a las nubes.
Nada más lejos,
la exigencia de la eurozona era una reducción del gasto del orden de los 25.000
millones de euros cuando sólo en duplicidades entre Administración Pública se
despilfarran anualmente 32.000 millones de euros, la mendacidad de Rajoy
resulta inaudita. En cuanto a los impuestos, los seguiría subiendo sin pausa
para alimentar a la gigantesca hidra de sus redes clientelares. Llegados
a este punto, en Grecia comenzaron de nuevo a gastar sin freno, las élites
empresariales y financieras sacaron gigantescas fortunas al exterior,
incrementaron a lo insultante su vida de lujo y despilfarro –en España el
número de millonarios se ha incrementado en un 40% desde que comenzó la crisis–
y el gasto público improductivo volvió a crecer sin freno.
Pero claro, esto
solo fue posible porque los nuevos prestamistas, todos institucionales ya que
ningún privado prestó un euro a Grecia después del rescate, entregaban
dinero sin freno y sin control, exactamente igual que lo que está
ocurriendo con el QE del BCE respecto a España. Es obvio que esta deuda es en
su mayor parte ilegitima porque no ha sido contraída en beneficio de los
pueblos y con pleno conocimiento por parte de los prestamistas de que ese
dinero estaba siendo despilfarrado. Moralmente no existe obligación de
devolverla; sin embargo, la realidad legal no entiende de
ética, máxime cuando los que han prestado ese dinero no están dispuestos a
reconocer su incompetencia al entregar ríos de dinero a gobiernos
insensatos que sabían que no lo iban a poder devolver.
Solo la historia
juzgará estos hechos y su veredicto será indudablemente muy duro para con
los responsables, pero de momento se ha llegado a un punto en que, legítima o
ilegítima, la deuda es ya imposible de devolver. Ni Grecia, ni España,
ni otros países pueden hacerlo, por lo que nos esperan meses y tal vez
años de tiras y aflojas que al final no pueden conducir más que a un
final: la necesidad de pactar con la realidad. Que sea por las
buenas o por las malas es imposible saberlo, pero siempre con hambre, sudor
y lágrimas de los no tuvieron culpa de nada. El hecho de que las
deudas no podrán ser devueltas más que parcialmente es algo incontrovertible,
porque, como decía Lenin, los hechos tienen la cabeza muy dura.
Y esto empieza a
afectarnos ya directamente. Algunos de los nuevos equipos de gobierno en los
ayuntamientos de las grandes ciudades españolas han explicitado su deseo
de renegociar la deuda, lo cual ha levantado oleadas de indignación
farisaica ya que el Gobierno del PP, mientras grita en público que los
compromisos hay que cumplirlos, en privado, cuando les hablas de la gigantesca
burbuja de deuda te dicen sonriendo: “La deuda no nos preocupa porque
no vamos a devolverla”. Piensan que podrán seguir incurriendo en déficits
indefinidamente presentando falsos escenarios económicos a
Bruselas que, de momento, y como sucedió con Grecia, hace como que se los
cree. No es posible continuar despilfarrando cantidades ingentes de dinero
público por unas AAPP irresponsables y venales, financiado por prestamistas más
irresponsables aún, con el BCE como maillot amarillo de la insensatez
El ejemplo del
Ayuntamiento de Madrid
El caso del
Ayuntamiento de Madrid, donde el nivel de despilfarro, nepotismo y corrupción,
de los “grandes gestores del PP” ha sido de tal calibre que hará que los
madrileños se queden espantados cuando lo conozcan, es un buen ejemplo. En los
próximos días, una delegación de S&P se reunirá con los responsables
económicos del Consistorio con la idea de rebajar la calificación de su
deuda porque han osado hablar de renegociarla. Que las cuentas vayan
viento en popa, porque van a recortar gastos drásticamente y van a corregir
decenas de miles de “errores” catastrales, donde torres de oficinas figuran
como solares y no pagan un euro de IBI, corrección a la que Gallardón y Botella
se habían negado para favorecer a las élites depredadoras, es algo que a
S&P parece traerle sin cuidado.
Que Gallardón
haya endeudado salvajemente la ciudad realizando obras tan absolutamente
innecesarias como las olímpicas –Madrid es la única ciudad del planeta que
construyó las infraestructuras olímpicas antes de que le fueran
adjudicados los Juegos–, que han costado mucho más de lo presupuestado.
O que la remodelación del Palacio de Comunicaciones presupuestada en 40
millones haya costado al final 530, cuando la sede del BCE en Frankfurt –dos
enormes torres de cristal de 64 y 62 plantas, costó 300 millones, lo
que originó una revuelta pública–, hace completamente ilegítima la deuda y
obliga a una auditoría a fondo para conocer las causas. ¿Y a santo de
qué S&P pretende rebajar la calificación a quien es solvente y no la
rebaja a quien no va a poder pagar?
Y termino el tema
Madrid con un hecho insólito que ilustra perfectamente el despilfarro de
recursos públicos y que deja en entredicho todo el discurso de
regeneración de Ciudadanos, que se presenta como algo nuevo y completamente
limpio. Como es sabido, el nuevo equipo de gobierno ha renunciado a la
utilización de coches oficiales de uso personal porque, al contrario que
en el resto de capitales del mundo civilizado, en las grandes ciudades
españolas los concejales tienen coche oficial con chófer, dos
“asesores”, es decir, dos enchufados de lujo y todo un sinfín de prebendas. La
alcaldesa Carmena no ha querido imponer la renuncia a estos inauditos
privilegios a los demás grupos, básicamente porque el PSOE no
está dispuesto y necesita su apoyo para gobernar.
Y ahora adivinen
quién ha sido la primera persona en exigir su coche con chófer de
inmediato y todas las demás prebendas: Begoña Villacís, la número
uno de la lista de Ciudadanos. ¿Es este el “cambio sensato” que anuncian a
bombo y platillo? Para cuantificar la magnitud del absurdo exigido por
esta aprovechada, el coche que está en renting, más la gasolina, etc.,
cuesta 20.000 euros al año, el chófer 40.000 y los asesores inútiles,
porque para eso están los funcionarios, que además están mejor preparados,
150.000. O sea un gasto anual de 210.000 euros que no necesitan para
nada y eso sin contar su sueldo –¿acaso esta pretenciosa ignora que el alcalde
de Nueva York va en metro a la oficina?–. Este proceder es inaceptable en
cualquier otro país, no digamos cuando no hay dinero para la dependencia ni
para dar de comer a niños hambrientos.
Esta es la prueba
del nueve de que este partido no tiene nada nuevo que ofrecer ni nada nuevo que
decir. Son unos oportunistas cuyo único mensaje es quítate tú para
ponerme yo, y lo único que tienen bueno es dentro de Cataluña. ¿Van a
seguir exigiendo recursos para los electos que no los necesitan en absoluto
para realizar su función? ¿Por qué, Sr. Albert, no obliga sus concejales a
renunciar a privilegios insultantes en un país crecientemente
empobrecido? Ciudadanos tiene 7 concejales en Madrid: si renunciaran
a estos privilegios insultantes, el ahorro sería de 1,5 millones. Pues bien, el
dar de comer a los niños sin recursos durante el verano cuesta 1 millón. A
ver, Sr. Rivera, ¿qué es más necesario e importante, destinar 1,5
millones de euros a los fondos de los necesitados o al lujo y bienestar de su
pizpireta concejala y demás secuaces? ¿Eso es lo que, según Ciudadanos,
necesita España? ¿Y saben quién fue el segundo en exigir su coche? El
inefable Carmona, número uno del PSOE, claro que eso estaba cantado.
Joan A. Forès
Reflexions
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada