El bipartidismo sube y la gobernabilidad empeora
Pablo Sebastián en República de las ideas
OPINIÓN
Los primeros y los más influyentes protagonistas del Régimen de la Transición, en los ámbitos de la política que lideran el PP y el PSOE y en las cúpulas del poder financiero y empresarial, se habrán marchado de vacaciones más tranquilos a la vista del último barómetro del CIS sobre intención de voto que anuncia la recuperación del bipartidismo y la caída de las fuerzas emergentes de Podemos y Ciudadanos.
Y todo ello por más que el desafío secesionista catalán permanece colgado sobre la estabilidad política española como una espada de Damocles que los observadores próximos a la Moncloa aseguran que no caerá y que además es de cartón. Sin embargo, la recuperación del bipartidismo no garantiza un gobierno estable y con amplia mayoría sino más bien un gobierno minoritario e inestable entre dos partidos. Siendo el pacto PSOE-Podemos el más valorado por los encuestados del CIS, que por otra parte rechazan el acuerdo de la gran coalición PP-PSOE, muy por detrás de un pacto de Ciudadanos con el PSOE o con el PP.
Mejora el bipartidismo y empeoran la gobernabilidad y también la estabilidad política. He aquí el resultado del barómetro de julio del CIS. El que en realidad no aporta grandes cosas aunque muestra tendencia de mejora del bipartidismo PP-PSOE, ambos en un pañuelo, y con 3,3 % de ventaja a favor del PP de Mariano Rajoy (28,2%), sobre el PSOE de Pedro Sánchez (24,9%). Un PSOE que sube algo y que sobre todo se distancia en 9 puntos de Podemos (15,7%), que era para los socialistas su amenaza mayor, de la misma manera que baja Ciudadanos (11,1 %), lo que tranquiliza al PP.
El bipartidismo, pues, recupera el aliento y se sitúa en el 53 % que suman PP y PSOE, pero permanece alejado del 73 % que ambos lograron en las elecciones generales de 2011. Sin embargo ahora la tendencia favorece a los partidos tradicionales en menoscabo de los nuevos. Y al PP sobre el PSOE porque las denuncias de los pactos del PSOE con Podemos podrían haber surtido efecto a favor de Rajoy, a igual que la mejora de la economía y el empleo
Y los partidos emergentes Podemos y Ciudadanos bajan. Sobre todo llama la atención el hecho de que Podemos ya no es ni alternativa para ganar las elecciones ni para ser el primer partido de la izquierda. Lo que desarticula el discurso de Pablo Iglesias pidiendo voto transversal para ganar las elecciones generales. Pues si las cosas siguen así, no solo no va a ganar sino que serán ampliamente derrotados por el PSOE con riesgo de acabar en una situación similar a la mejor de IU, en tiempos de Julio Anguita.
La culpa de esta situación la tiene sobre todo Pablo Iglesias por causa de su discurso político ambiguo, abandonando posiciones radicales de la izquierda, por sus pactos con ‘la casta’ del PSOE, por los problemas internos de Podemos a la hora de aprobar sus ‘listas en plancha’ y de rechazar un pacto unitario de la izquierda más radical, por la crisis de Grecia, por los graves y pintorescos errores de sus dos alcaldesas de cabecera, Colau y Carmena, y por la creciente antipatía y desprecio de Pablo Iglesias a los medios de comunicación.
Conste que un 15% de intención de voto para un partido que apenas tiene un año y medio de edad, como es el caso de Podemos, es todo un éxito político, Pero Iglesias se subió a la parra de su soberbia y, tras abandonar a sus bases del 15-M y coquetear con las altas esferas del poder, su discurso del cambio y de su pretendido triunfo electoral ha perdido mucha credibilidad.
De igual manera, Ciudadanos parece perder terreno por causa de sus pactos con el PP y POSE que daña su imagen de alternativa y cambio, y por la falta de tensión informativa en los últimos meses. No obstante las elecciones catalanas del 27-S serán una excelente oportunidad para Ciudadanos, frente al PSOE y al PP, y puede que incluso también para Podemos. Y esa sí que será una encuesta con fuego real en vísperas de las generales del otoño.
De manera que la foto fija del CIS de primeros de julio nos dice que el bipartidismo mejora y la gobernabilidad empeora. Que Podemos está de capa caída y Ciudadanos no acaba de progresar. Pero esa es la foto de julio, en septiembre tendremos otra instantáneas mucho más real.
Los primeros y los más influyentes protagonistas del Régimen de la Transición, en los ámbitos de la política que lideran el PP y el PSOE y en las cúpulas del poder financiero y empresarial, se habrán marchado de vacaciones más tranquilos a la vista del último barómetro del CIS sobre intención de voto que anuncia la recuperación del bipartidismo y la caída de las fuerzas emergentes de Podemos y Ciudadanos.
Y todo ello por más que el desafío secesionista catalán permanece colgado sobre la estabilidad política española como una espada de Damocles que los observadores próximos a la Moncloa aseguran que no caerá y que además es de cartón. Sin embargo, la recuperación del bipartidismo no garantiza un gobierno estable y con amplia mayoría sino más bien un gobierno minoritario e inestable entre dos partidos. Siendo el pacto PSOE-Podemos el más valorado por los encuestados del CIS, que por otra parte rechazan el acuerdo de la gran coalición PP-PSOE, muy por detrás de un pacto de Ciudadanos con el PSOE o con el PP.
Mejora el bipartidismo y empeoran la gobernabilidad y también la estabilidad política. He aquí el resultado del barómetro de julio del CIS. El que en realidad no aporta grandes cosas aunque muestra tendencia de mejora del bipartidismo PP-PSOE, ambos en un pañuelo, y con 3,3 % de ventaja a favor del PP de Mariano Rajoy (28,2%), sobre el PSOE de Pedro Sánchez (24,9%). Un PSOE que sube algo y que sobre todo se distancia en 9 puntos de Podemos (15,7%), que era para los socialistas su amenaza mayor, de la misma manera que baja Ciudadanos (11,1 %), lo que tranquiliza al PP.
El bipartidismo, pues, recupera el aliento y se sitúa en el 53 % que suman PP y PSOE, pero permanece alejado del 73 % que ambos lograron en las elecciones generales de 2011. Sin embargo ahora la tendencia favorece a los partidos tradicionales en menoscabo de los nuevos. Y al PP sobre el PSOE porque las denuncias de los pactos del PSOE con Podemos podrían haber surtido efecto a favor de Rajoy, a igual que la mejora de la economía y el empleo
Y los partidos emergentes Podemos y Ciudadanos bajan. Sobre todo llama la atención el hecho de que Podemos ya no es ni alternativa para ganar las elecciones ni para ser el primer partido de la izquierda. Lo que desarticula el discurso de Pablo Iglesias pidiendo voto transversal para ganar las elecciones generales. Pues si las cosas siguen así, no solo no va a ganar sino que serán ampliamente derrotados por el PSOE con riesgo de acabar en una situación similar a la mejor de IU, en tiempos de Julio Anguita.
La culpa de esta situación la tiene sobre todo Pablo Iglesias por causa de su discurso político ambiguo, abandonando posiciones radicales de la izquierda, por sus pactos con ‘la casta’ del PSOE, por los problemas internos de Podemos a la hora de aprobar sus ‘listas en plancha’ y de rechazar un pacto unitario de la izquierda más radical, por la crisis de Grecia, por los graves y pintorescos errores de sus dos alcaldesas de cabecera, Colau y Carmena, y por la creciente antipatía y desprecio de Pablo Iglesias a los medios de comunicación.
Conste que un 15% de intención de voto para un partido que apenas tiene un año y medio de edad, como es el caso de Podemos, es todo un éxito político, Pero Iglesias se subió a la parra de su soberbia y, tras abandonar a sus bases del 15-M y coquetear con las altas esferas del poder, su discurso del cambio y de su pretendido triunfo electoral ha perdido mucha credibilidad.
De igual manera, Ciudadanos parece perder terreno por causa de sus pactos con el PP y POSE que daña su imagen de alternativa y cambio, y por la falta de tensión informativa en los últimos meses. No obstante las elecciones catalanas del 27-S serán una excelente oportunidad para Ciudadanos, frente al PSOE y al PP, y puede que incluso también para Podemos. Y esa sí que será una encuesta con fuego real en vísperas de las generales del otoño.
De manera que la foto fija del CIS de primeros de julio nos dice que el bipartidismo mejora y la gobernabilidad empeora. Que Podemos está de capa caída y Ciudadanos no acaba de progresar. Pero esa es la foto de julio, en septiembre tendremos otra instantáneas mucho más real.
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