Benvolguts,
Són increibles les impressions que ha anat tenint aquesta
noia des que va arribar a Catalunya provenint de les Calderes de Pere Botero,
fa 3 anys ...
La noia, Pilar de Díez Ruz-Hinojosa, provenia d’un ambient nacional-catòlic de l’altiplà (Ciudad Real, Valladolid,
Santander), escola de monges, amb una opressió catòlica-castrense que ens sembla estranya però ella no coneixia altra
cosa. Sembla que es va trobar alliberada en arribar a Catalunya fugint de la
família després d’un divorci canònic opressiu....
La noia sortia d’un matrimoni de 7
anys, no consumat, forçat per la família. Va arribar a Catalunya i tal com diu
ella la seva percepció fou equivalent a la que podia experimentar Colom
arribant al Nou Mon. Encara actualment es va trobant amb maneres de fer
que la impressionen, suposo que tampoc havia viatjat massa, i devia estar acostumada
segurament a la mono-llengua castellana,
ja que encara no mira televisions catalanes. I sorprenentment no està prou
integrada. També observem que el seu desconeixement de Catalunya abans de venir
deu ser propi de les metodologies del franquisme
sociològic que la deuen haver
envoltat i que fa als alumnes analfabets funcionals...
Aquest apunt correspon a un Bloc que anirem explotant a mida que hi anem
descobrint elements sorprenents...
Uns tasts (observeu
les percepcions!):
·
y no tardé demasiado en percibir un chispazo de ilusión entre la gente…
·
que se masque en el ambiente un halo de cómplice esperanza, que se ha mantenido
inalterable desde mi llegada…
·
la firme
voluntad de una mayoría de la población catalana de construir un nuevo país…
·
Hubo algo que me sorprendió de forma especial y que desde entonces he comentado en
varias ocasiones con amigos y conocidos; cuando concluyó aquella
macro-manifestación, las calles estaban igual de limpias que antes de que empezara.
·
Intereconomía TV, que hizo un sobreesfuerzo económico
para sobrevolar con dos avionetas todo el recorrido y poder denunciar los
supuestos huecos que iban a producirse. Se convirtieron al fin en los
mejores notarios de aquel hecho sin precedentes.
·
lo cierto es que si lo que pretenden estos catalanes,
es construir un país distinto al que hasta hace poco me ha tocado sufrir,
cuentan con mi total bendición…
·
condicionada por la monocorde propaganda estatal, aderezada con todos los condimentos de las televisiones
generalistas españolas…
·
doy fe que desde que puse mis pies en esta tierra, no he tenido el menor problema con el idioma…
·
esta preciosa lengua de la cual estoy descubriendo
entre otras riquezas, una producción poética que me era
difícil imaginar…
·
tengo la sensación de que esta gente del gobierno
español, no se está enterando absolutamente de nada…
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Me siento como
Colón cuando arribó al nuevo mundo
Podía haber llegado a Cataluña en cualquier otro momento; podía haberme descasado unos años antes, pero el destino,
siempre caprichoso, decidió que fuera precisamente ahora.
Aterrice en la Ciudad Condal en marzo de 2012
y no tardé demasiado en percibir un chispazo de
ilusión entre la gente. Han pasado más de dos años desde mi llegada
y muchos ciudadanos lo están pasando mal, como en el resto de las
Comunidades en las que más que vivir me ha tocado convivir, pero ello no impide que se masque en el ambiente un
halo de cómplice esperanza, que se ha mantenido inalterable desde mi
llegada.
Hoy ya puedo afirmar de forma tajante, que este plus de esperanza tiene
que ver con la firme voluntad de una mayoría de
la población catalana de construir un nuevo país.
Fui testigo
de cargo de un insólito fenómeno que tuvo lugar el 11
de setiembre de 2012. Millón y medio de personas se lanzaron a las
calles reclamando la independencia de Cataluña. Lo que contemplaron mis ojos
fue una manifestación espontánea; un sentimiento larvado e insobornable
del que hasta entonces pocos habían hecho excesiva ostentación. Las
personas que me habían rodeado durante medio año, no me habían hablado de
política, pero un día antes de la convocatoria y como movidos por un
resorte, agotaron todas las existencias de banderas catalanas con estrella
(esteladas les llaman). Hubo algo que me
sorprendió de forma especial y que desde entonces he comentado en varias
ocasiones con amigos y conocidos; cuando concluyó aquella macro-manifestación,
las calles estaban igual de limpias que antes de que empezara.
Aquello me impresionó más si cabe que la explosión de júbilo que había
presenciado hacía tan solo unas horas y que me había dejado sin palabras.
Lo que sucedió el año siguiente en la misma fecha, creo que ya ha pasado
a los anales de la historia; nunca antes un pueblo por propia iniciativa había
organizado una exhibición de tal magnitud, entrelazando sus manos y ocupando
los 400 kilómetros que separan Francia de
Castellón. En muchos tramos, la cadena era triple y todavía sobraron más de
medio millón de personas que abarrotaron los puntos neurálgicos de la
ciudad de Barcelona. Fue muy comentada la
anécdota de la iniciativa de Intereconomía TV, que hizo un sobreesfuerzo
económico para sobrevolar con dos avionetas todo el recorrido y poder denunciar
los supuestos huecos que iban a producirse. Se convirtieron al fin en los
mejores notarios de aquel hecho sin precedentes.
Corro el
riesgo de que si alguno de mis familiares repartidos a lo largo y ancho de la
piel de toro, lee este blog, no solo no entienda nada, sino que piense que me
he trastocado, pero lo cierto es que si lo que
pretenden estos catalanes, es construir un país distinto al que hasta
hace poco me ha tocado sufrir, cuentan con mi total bendición. No es necesario que hagan maravillas; con tal de
que la cosa les salga medio bien, ya les habrá valido la pena el haberse
activado.
Supongo que para mis antiguos vecinos de Ciudad Real,
Valladolid ó Santander, las amenazas de Rajoy diciendo que una Cataluña independiente sería algo
así como la isla de Robinson Crusoe, las de Margallo pronosticando que vagaría eternamente por el espacio
sideral ó las de Fernández Díaz, elevándola
a la categoría de epicentro del bandidaje y del terrorismo internacional,
les debe parecer de lo más normal, y es posible que a mí también me lo
pareciera de encontrarme ahora mismo en su
ubicación territorial y condicionada por la monocorde propaganda estatal,
aderezada con todos los condimentos de las televisiones generalistas españolas.
Desde mi actual ubicación catalana, todas esas
bravatas las percibo como un auténtico despropósito, con el añadido de que
por dificultad idiomática no soy consumidora habitual de la televisión
catalana. Por cierto; doy fe que
desde que puse mis pies en esta tierra, no
he tenido el menor problema con el idioma. Casi tengo que suplicar a
la gente que me hable en catalán, ya que me he propuesto avanzar en el
conocimiento de esta preciosa lengua de la cual estoy descubriendo entre
otras riquezas, una producción poética que me
era difícil imaginar.
Supongo que una cosa es lo que digan los políticos y otra muy distinta lo
que hagan, pero si resulta tal como parece, tengo la
sensación de que esta gente del gobierno español, no se está enterando
absolutamente de nada.
Joan A. Forès
Reflexions
Vols dir que el personatge no es una elaboració literària ?
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