Benvolguts,
La gran banca europea ‘trasvasa’
beneficios a paraísos fiscales para evadir cientos de millones a Hacienda
27 julio 2015 | Categorías: portada | |
El informe
de la consultora Richard Murphy FCA para el Grupo Verde/ALE del Parlamento Europeo,
al que ha tenido acceso ‘Público’, revela que gigantes como el Deutsche Bank,
el Royal Bank of Scotland o el holandés Rabobank Group declaran buena parte de
sus beneficios en Malta, Finlandia o Curaçao para defraudar impuestos en sus
países de origen
Carlos Enrique Bayo
Los mismos grandes bancos europeos a los que
Grecia ha de pagar principal e intereses religiosamente, porque la Troika
prohíbe hacer quitas de la deuda pública, se dedican a trasvasar cientos de millones de euros de sus beneficios a
paraísos fiscales para evadir los impuestos correspondientes a las Haciendas de
sus respectivos países. Y los cinco primeros del ránking de esa elusión fiscal internacional (Royal
Bank of Scotland, Deutsche Bank, Rabobank Group, Standard Chartered y Barclays)
están entre los mayores beneficiarios de las descomunales primas de riesgo que
se le han aplicado al Estado griego durante la crisis financiera global, en la
que alguno de ellos tuvo que ser rescatado con decenas de miles de
millones de las mismas arcas públicas a las que ahora defrauda.
Estas son las conclusiones del informe encargado a
la consultora Richard Murphy FCA por el grupo de Los Verdes/ALE, tras una larga
investigación efectuada por el Comité Especial sobre Impuestos del Parlamento
Europeo (TAXE Committee), a
cuyo contenido ha tenido acceso Público.
Maniobras de la ‘Gran Coalición’ para socavar el
control a la banca europea
Los primeros indicios sobre estas prácticas
defraudadoras, que detraen de las arcas públicas de cada miembro de la UE cantidades
gigantescas en impuestos impagados, surgieron del escándalo LuxLeaks, filtración por la que salió
a la luz que el Gobierno de Luxemburgo –cuya jefatura ostentaba entonces el
actual presidente de la Comisión Europea (CE), Jean-Claude
Juncker– cerró acuerdos secretos con más de 300 grandes multinacionales para
que transfiriesen sus beneficios al Gran Ducado a cambio de abonar
tipos impositivos incluso inferiores al 1%, frente al 20% o 30% que deberían
abonar por impuesto de sociedades en los países donde en realidad hacían esos
beneficios… incluida España, por supuesto.
A raíz de ese escándalo, los grupos de izquierda y
ecologistas de la Eurocámara trataron de impedir la designación de Juncker como
presidente de la CE (el ejecutivo de la Unión Europea) y de crear un Comité de
Investigación sobre Impuestos para desentrañar esas maniobras secretas de
ingeniería fiscal en Luxemburgo, Holanda e Irlanda que esquilman las haciendas
públicas del resto de los países. Pero la Gran Coalición (populares,
socialistas y liberales) impuso a Juncker al frente de la CE y “sólo permitió
crear una comisión especial, que tiene muchas menos atribuciones que un comité
de investigación”, recuerda Ernest Urtasun, eurodiputado de ICV y uno de
los 45 europarlamentarios de todos los países que trabajan ahora en ese comité.
“En realidad, tuvieron que acceder a que se crease
un comité especial porque ocurrió algo parecido a lo del TTIP”, el tratado de
libre comercio UE-EEUU, explica Urtasun. “Hubo muchos socialistas que se
descolgaron [de las órdenes de la cúpula de sus partidos], nos firmaron la
propuesta y al final se logró formar el comité. Pero ahora hemos pedido
las actas del grupo de trabajo sobre información fiscal, en el que los Estados
miembros intercambian información a puerta cerrada, y no nos la quieren dar“.
De hecho, muchos países no están colaborando con
el comité, como la misma España, subraya Urtasun: “Los Estados que nos
han pasado información son Finlandia, Luxemburgo, Reino Unido, Eslovaquia… y no
todos los documentos. Por ejemplo, España aún no nos han mandado nada de
lo que le hemos pedido. Si los Estados miembros siguen poniéndonos trabas para
conseguir la información, volveremos a presentar en el Parlamento Europeo una
solicitud de un comité de investigación, con autoridad para reclamar el
material a cada Gobierno, y esta vez la presión política será mucho más
fuerte”.
La gran banca europea sobrevalora sus beneficios
en jurisdicciones de bajos impuestos o en paraísos fiscales, y los infravalora
en sus centros de operación
No obstante, el comité especial ya ha logrado
reunir el suficiente material como para encargar el citado informe European Bank’s Country-by-Country Reporting
de Richard Murphy FCA Tax Research LLP Report, que muestra cómo la
gran banca europea “ha estado sobrevalorando sus beneficios en jurisdicciones
de bajos impuestos o en lugares identificables como paraísos fiscales, al
tiempo que los infravaloraban en donde tienen sus mayores centros de
operación”. Hasta ahora, la investigación ha identificado un movimiento de
evasión de beneficios superior a los 100 millones de euros, cantidad que parece
pequeña sólo porque la mayor parte de los bancos no informan sobre las
transacciones dentro de su propio grupo bancario, de forma que ocultan esa fuga
de capitales a lugares donde tienen oficinas operativas propias.
Según las conclusiones preliminares del Tax Research LLP Report, los 26
mayores bancos de la Unión Europea hacen transitar sus ingresos a través de al
menos 39 jurisdicciones nacionales para trasvasar sus beneficios hasta
paraísos como Singapur, Hong Kong, Emiratos, Jersey, Malta, Curaçao, Mauricio o
la Isla de Man. Pero también se los llevan a Estados de la UE que en
realidad funcionan como tapaderas, ya que tienen regímenes fiscales especiales
con tasas mínimas, como Irlanda, Holanda, Bélgica o el propio Luxemburgo.
“España no está colaborando con el TAXE Committee y
debería hacerlo”, insiste Urtasun, “porque los acuerdos que
se han hecho en Luxemburgo y en Holanda han tenido un impacto sobre la Hacienda
española que nos gustaría calcular, ya que todos esos son ingresos fiscales que
España no ha recibido. Son multinacionales que venden productos aquí y
que han derivado ingresos a Luxemburgo para pagar un impuesto de sociedades
inferior al 3%. Es algo muy grave y tenemos presentada una moción en el
Congreso que ni siquiera sabemos si dará tiempo a que se debata en esta
legislatura”.
Los gobiernos que son implacables con la deuda
pública obstruyen las investigaciones sobre lo que la banca defrauda a sus
propias haciendas
Sorprende, por tanto, que los mismos gobiernos que
se muestran implacables con la devolución de la deuda pública de países como
Grecia, se dediquen a obstruir las investigaciones sobre las fortunas que esas
mismas grandes entidades financieras, beneficiadas por dicha política
económica, están defraudando a sus propias haciendas. Tal parece que los
gobernantes de las potencias económicas de la UE no defiendan los intereses de
sus ciudadanos y sus Estados, sino los de la gran banca y en detrimento de las
arcas públicas.
Por ejemplo, el coloso financiero germano, el
Deutsche Bank, con ingresos anuales de 33.000 millones de euros, deriva sus
beneficios hacia la isla de Malta –un conocido paraíso fiscal de las
corporaciones alemanas– y el informe estima que puede haber evadido así
alrededor del 18% de sus ganancias, que rondan los mil millones de euros
anuales. Este gigante bancario, con sede en Fránkfurt (igual que el BCE) y
operaciones en 70 países, tuvo que abonar el año pasado multas por valor de
2.500 millones de euros, impuestas por las autoridades reguladoras de EEUU y
del Reino Unido por haber manipulado las tasas de interés de referencia.
Tantos son los tejemanejes financiero/fiscales del
Deutsche Bank, que lo que tiene que pagar luego en abogados, gastos judiciales
y penalizaciones por sus infracciones y maniobras ilegales está empezando a
socavar sus cuentas de resultados: según Bloomberg,en
sólo tres años tuvo que gastarse 7.100 millones de euros en litigios.
Durante la crisis, el DB
también engaño a los reguladores bancarios estadounidenses y europeos,
ocultando pérdidas por valor de 12.000 millones de dólares en las operaciones
con derivados que acabaron hundiendo el casino bursátil, según
confesaron en EEUU tres exempleados del coloso financiero. Y su inmenso
tamaño tampoco le salvó de la necesidad de ser rescatado con fondos públicos,
ya que recibió 11.800 millones
de dólares del rescate de la aseguradora AIG, hundida por el estallido de esa
burbuja global. Aunque nunca se reconoció que la entrega de esa suma al
Deutsche Bank constituyó un rescate del banco alemán, pese a que procedía de
los más de 160.000 millones de dinero público con los que se rescató la AIG.
El Royal Bank of Scotland, rescatado con 54.000
millones de fondos públicos, hoy evade impuestos de un tercio de sus beneficios
Pero el Deutsche Bank no es más que el segundo
del ránking de defraudadores bancarios listados en el informe. El primero es el
Royal Bank of Scotland (RBS), cuyos beneficios antes de impuestos se
duplicaron hasta superar los 3.700 millones de euros sólo en los primeros seis
meses de este año y que, según el informe, “redistribuye” cerca del
32% de sus ganancias en países inopinados, como Finlandia, para evadir
impuestos.
Además, el caso del RBS es especialmente sangrante
porque en 2008 tuvo que ser rescatado con el dinero de los contribuyentes
británicos: el Gobierno de Cameron nacionalizó el 82% de la entidad
pagando un precio elevadísimo por acción. Esos casi 54.000 millones de
euros de dinero público están muy lejos de ser recuperados, ya que Reino Unido
ha estado vendiendo paquetes de acciones a la mitad de lo que le costaron.
El tercer banco en esta clasificación de
mega-evasores fiscales europeos es el gigante holandés Rabobank, que
transfiere el 19% de sus ganancias a paraísos como Curaçao, donde declara
altísimos beneficios que sin duda nada tienen que ver con la magnitud
económica de la isla. Sus beneficios netos anuales rondan ahora los 2.000
millones de euros, pero es otra de las entidades financieras que recibieron
parte del fabuloso rescate de la AIG y que fueron identificadas por una
investigación del muy conservador The Wall Street Journal, que estimó
en 50.000 millones lo que recibieron los bancos europeos y estadounidenses de
esa operación encubierta con dinero público.
Más abajo se puede leer (en inglés) el informe
completo European Banks’
Country-by-Country Reporting, que repasa prácticamente todos los grandes
imperios financieros europeos, incluidos los españoles (el BBVA está sexto
en la lista), y del que se extrae una conclusión general escandalosa: las
mayores entidades bancarias de la UE están defraudando masivamente a las
haciendas públicas, pocos años después de que los contribuyentes europeos
tuvieran que sufragar con cientos de miles de millones de euros los rescates de
muchos de esos bancos privados.
Eso sí, esas entidades financieras no pueden perdonar a los Estados ni un
céntimo de los intereses que les cobran por su deuda pública. ¿Cómo pretenden
convencernos de eso Merkel y Juncker?
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Joan A. Forès
Reflexions
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