Benvolguts,
El Ramon Cotarelo és molt
prolífic. A més del que escriu, recull els apunts dels seus oients i també els
publica…
En aquest cas trobo que
hi ha alguna irregularitat, o alguna correcció a fer:
·
Segurament
que el títol de la conferencia era “El
Estado de las Autonomias está en
crisis desde que nació”.
·
En Cotarelo
també cau en el mite,
confonent-lo amb la historia. Li haurem d’explicar que la història l’escriuen
els vencedors? Quan parla de Colom, pressuposa que els seus viatges eren pagats
pel Regne de Castella, mite que ja no s’aguanta de cap manera perquè està
demostrat que l’havia pagat el Regne d’Aragó, altrament dit Confederació Catalano
Aragonesa (cerqueu Colom al Bloc Reflexions, o al web Institut
Nova Història. www.inh.cat/) i veureu explicada
la historia de Colom i de la descoberta d’Amèrica del dret i del revés…
·
En Cotarelo
diu: En todas las constituciones españolas
ha sido necesario especificar “¿qué es ser español?” Vegeu aquest
apunt per confirmar aquesta frase...
·
Quan es diu Y, a pesar de que el Tribunal Constitucional se haya abogado
el derecho a decidir qué es una nación y qué no lo es, crec que el
que es vol dir és abrogado (segons el diccionari de l’IEC v. tr. [DR] Revocar.
Abrogar una llei, un decret, un reglament.!
·
També cedeix
al mite quan diu: En la
constitución de 1931 se declara que España es un Estado Integral, lo que
suponía que determinadas regiones gozaban de Regímenes de Autonomía. Es
entonces cuando Cataluña proclama el Estado Catalán dentro de la República
Federal Española. I no és ben bé així, sinó que en Companys des
de l’Ajuntament de Barcelona i en Macià des de la Generalitat varen proclamar
la República Catalana abans que a Madrid es proclamés la República Espanyola!
·
L’article diu: La Constitución de 1978 consigue resolver el problema porque, entre
sus redactores, no se hallaba ningún vasco y tan solo dos catalanes. De esta forma,
se divide el territorio español sin tener una representación total de toda su
ciudadanía. I de fet
hauria de dir: En
la Constitución del 1978 no se había preguntado, en referéndum, a todos los ciudadanos:
o
Si querían recuperar la República que Franco había anulado
a sangre y a fuego
o
O si preferían una monarquia “ex-novo”
·
Y seguint amb l’article:
o
Y tampoco se les había preguntado si querían pertenecer
a España o a las naciones que en la extinta II República Española habían demostrado
que preferían ser autónomas o independientes
·
Aquesta solució era la que havien
utilitzat totes les nacions que s’havien constituït com a tals després de la fi
de la URSS i de Iugoslàvia…
·
I d’alguna manera corregeix en part el que no consideràvem correcte en el paràgraf
anterior ja que es refereix al pueblo español i no
a los pueblos,
territorios o naciones españolas…:
o Cotarelo
propone comenzar una convención constitucional de carácter territorial donde todas las
naciones del pueblo español puedan decidir dónde y cómo desean vivir.
Vegem el text de la conferència d’en
Ramón Cotarelo transcrit per una assistent, Beatriz Castañeda:
jueves,
5 de mayo de 2016
Una asistente, Beatriz
Castañeda, a la conferencia de Palinuro en la Facultad de derecho de
Valladolid hace unos días ha subido al boletín de la Universidad vallisoletana
un resumen de mi intervención. Con algún que otro error terminológico y
conceptual y la inevitable simplificación de cuestiones a veces enrevesadas,
propio de los apuntes y notas en estas ocasiones, la verdad es queel resumen está bastante bien, refleja lo que dije y, a falta
del streaming, da una idea del contenido de la conferencia que también
reproduzco aquí:
“España
nunca ha sabido lo que es. El problema de la organización territorial de
nuestro país está ligado a la conciencia española”, comenzó diciendo Ramón
Cotarelo García, politólogo y escritor español que protagonizó otra conferencia
de las Jornadas ‘Proceso Constituyente: Caminando hacia una nueva
constitución’, organizadas por Ateneo Republicano en la Facultad de Derecho. El
pasado 20 de abril y bajo esta afirmación, realizó un recorrido por la historia
española para concluir que el problema, aún sin resolver, de la organización
territorial parte del desconocimiento de lo que comprende y abarca el Estado
Español.
Ramón
Cotarelo, catedrático de la Universidad Nacional de Educación a Distancia
(UNED), es autor de numerosas obras, como Del Estado del Bienestar al Estado
del Malestar. Además es ciberactivista, con más de 36.000 seguidores en
Twitter, y protagoniza un blog de crítica política titulado Palinuro.
El
politólogo comenzó la conferencia ‘Organización
territorial e instituciones regionales’ lanzando a los asistentes una
pregunta que se antoja vital a la hora de dividir el territorio español: “¿Cuándo empieza
España?”.
.
De la
fuerza de Viriato a la derrota de Napoleón
Los
historiadores tienden a localizar la fecha de nacimiento de España siglos
atrás. Personajes como Viriato, Séneca o
Pelayo son comúnmente designados bajo el adjetivo de españoles. “España, patria de
emperadores”, comenta con sarcasmo Cotarelo. Sin embargo, ni el
territorio ni la civilización predominante en aquellas épocas coincide con lo
que hoy creemos considerar como “nación española”. Además, no consiguen ponerse de
acuerdo en la
fecha exacta en la que puede considerarse a España como tal.
A pesar
de ello, el politólogo observa una coincidencia en los análisis de todo
historiador: España
y catolicismo están unidos. Cotarelo pone
de ejemplo el imperio de Al-Ándalus para afirmar que, a pesar de que todos los
personajes que los preceden son considerados españoles, los islamistas que coparon nuestro territorio durante
más de 800 años no pueden serlo, es inimaginable. “Somos un país gobernado por los curas”, resume. Por tanto, la creencia común de que España
comienza con los Reyes Católicos
también es desmentida por el conferenciante, quien recuerda la cantidad de
reinos que ocupaban la península en aquella época. “¿En nombre de quién navegaba Colón? De
Castilla, no de España”, reitera.
La época
más tardía entre los historiadores para fechar el nacimiento de España es la Guerra de la
Independencia y la Constitución de 1812. “Ahí sí estábamos todos”,
bromea Cotarelo. Es entonces cuando nace la idea de nación, término que
proviene en realidad del lenguaje francés. “Menuda nación que tiene por nombre
un término del enemigo”, reflexiona el politólogo. Para los franceses, nación
ampara que son libres e iguales, no esclavos. El conferenciante cita entonces el artículo 12 de La Pepa,
en el que se define a la religión católica como la única religión
oficial del Estado, para afirmar que el
concepto de nación español poco tiene que ver con el francés al que imita.
Desde aquella constitución firmada en 1812, todas han dotado de primacía a la religión católica y la han eximido de pagar impuestos.
“No tienen dinero en Panamá, toda España es
Panamá”, comenta con amargura, “si esa es una
nación no es mi nación”.
Entonces Cotarelo rememora la
Constitución de Bayona como la primera que hubo en España, a pesar de que pocos
historiadores hablen de la misma. En ella se establece la separación de
la Iglesia y el Estado y era válida también en América. Pero no es la única que incluye
territorios que ya no son considerados españoles en la actualidad, desde la constitución
de 1812,
que incluía en su territorio ambos hemisferios, el tejido territorial español
no ha dejado de variar. En todas las constituciones españolas ha sido necesario
especificar “¿qué es ser español?”, algo que en la mayor parte de
países es inconcebible. “Así llegamos al siglo XX: no sabemos qué es España, no
sabemos cuál es su origen”, afirma Ramón Cotarelo.
.
La
Solución de la Segunda República
Tras el desastre del 98, España sigue sin saber cuáles son sus
dimensiones. En la sociedad española se traslucían
reflexiones como aquellas que manifestaba Ortega
y Gasset en las que se preguntaba qué pasaría si los españoles seguían
perdiendo territorios como había ocurrido con Cuba. En el seno de estas
preocupaciones, llega la Segunda República.
En la
constitución de 1931
se declara que España es un Estado Integral, lo que suponía que determinadas
regiones gozaban de Regímenes de Autonomía. Es entonces cuando Cataluña
proclama el Estado
Catalán dentro de la República Federal Española. Sin embargo, tras
el golpe de
estado franquista se instaura una dictadura
centralista en la que incluso hablar
en otra lengua distinta al castellano estaba penado. “Los catalanes llevan intentado lo mismo que
hicieron los cubanos desde el siglo XIX”, comenta Cotarelo.
La
soluciones de la transición
Tras la
dictadura franquista se firma de nuevo una constitución, la Constitución de
1978, que el monarca impuesto por Francisco Franco no juró nunca por haber
jurado previamente los principios del Movimiento Nacional. “Nos hizo tragar la
Monarquía sin una consulta porque, de lo contrario, no teníamos opción de
disfrutar de libertades ni de partidos políticos”, recuerda con indignación el
conferenciante.
La
Constitución de 1978 consigue resolver el problema porque, entre sus
redactores, no se hallaba ningún vasco y tan solo dos catalanes. De esta forma,
se divide el territorio español sin tener una representación total de toda su
ciudadanía. “El Estatuto de las Autonomías está en crisis desde que empezó”,
afirma Cotarelo.
Y esto
nos lleva hasta la situación actual. Una España en la que el problema
territorial sigue sin estar resuelto. Una España en la que regiones como
Cataluña ya han iniciado un proceso de independencia. Y, a pesar de que el
Tribunal Constitucional se haya abogado el derecho a decidir qué es una nación
y qué no lo es, Cotarelo recuerda que Cataluña tiene un gobierno con una hoja
de ruta “clarísima” y con apoyos en el extranjero donde “son top priority en
todas las cancillerías”. Además, el Tribunal Internacional ya ha determinado,
en ocasiones anteriores, que no se encuentra nada en el Derecho Internacional
que impida una declaración unilateral de independencia. “Así que, cuando están
gentes dicen muy felices: ‘¿a dónde van con una declaración de independencia?’,
que sepan que van muy lejos”, resume Cotarelo.
Una
Convención Constitucional
“Viendo
el panorama español actual, solo cabe hacerse una pregunta: ¿qué hacemos para
evitar la independencia de Cataluña? Porque, no sé qué pensarán ustedes, pero yo
no quiero que Cataluña se independice, yo quiero que puedan ejercer su derecho
a la autodeterminación. No quiero formar parte de una nación que obliga a otra
nación a formar parte de ella en contra de su voluntad”, comienza diciendo el
conferenciante antes de proponer su solución para evitar que se produzca tal
evento.
Para
ello, propone hacer a los catalanes una oferta, una oferta que debe pasar por
el inicio de una república en España, dado que los independentistas son, antes
de nada, republicanos. Sin embargo, dadas las condiciones actuales de la
política española, el conferenciante ve poco factible que esto se produzca
pronto. “No se cuál de las dos repúblicas será antes, pero a la primera que
haya yo me apunto, yo cruzo el Ebro. Yo soy nacionalista español, pero antes
que eso soy republicano. Quiero ser ciudadano, no súbdito”, reivindica.
Establecida
esta condición, Cotarelo propone comenzar una convención constitucional de
carácter territorial donde todas las naciones del pueblo español puedan decidir
dónde y cómo desean vivir. “Pido una federación, aunque no me importa una
confederación. Lo único que tengo claro es que el Estatuto de Autonomía está
muerto”, afirma. Por último, con la mirada firme y desafiante que lo ha
gobernado durante toda la conferencia se despide de los asistentes diciendo:
“Confío en que los catalanes quieran quedarse, pero voluntariamente, porque, si
no es así, ni ellos ni la gente como yo lo vamos a permitir”.
Publicado
por Ramón Cotarelo en 12:10 a. m.
Etiquetas: Cataluña., CCAA., Cuestión
territorial., España., República.
Joan A. Forès
Reflexions
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