dilluns, 29 de juliol del 2013

29/07/13. Comentaris al llibre de Martin Alvira La Cruzada contra los Albigenses:historia, historiografía y memoria

Benvolguts,

En relació amb els llibres que parlen de l'historiador Jordi Ventura i de la Croada contra els Albigesos, hi trobem el següent:

historia, historiografía y memoria

Martín ALVIRA CABRER

Universidad Complutense de Madrid

nº 6 (2009), pp. 110-141

Segons la Viquipèdia: La historiografia, més planerament, és la manera en què la història s'ha escrit. En un ampli sentit, la historiografia es referix a la metodologia i a les pràctiques de l'escriptura de la història. En un sentit més específic, es refereix a escriure sobre la història en si.
 
El llibre, o potser Tesi doctoral, de Martin Alvira és un treball tremendament documentat, que explica les diferents maneres com a Occitània, a França i al mon s’ha escrit la història dels Albigesos. Crec que hem de criticar a l’autor, que d'altra part sembla molt legal, que pretengui basar algunes afirmacions en la història de la Corona de Aragón segons la història escrita pels vencedors i sense esmentar per exemple que la Corona de Aragón era una unió de regnes “entre iguals”, El Principat, El Regne d’Aragó, El Regne de València, El Regne de Mallorca, els regnes de Sicília i Sardenya, etc, però si es ponderava no eren tant iguals: Tots tenien mar i eren comerciants (a part de guerrers), excepte el Regne d’Aragó que no tenia mar; tots usaven el català com a llengua d’intercanvi i les Corts  generals usaven només el català.. No eren tan iguals, però segurament l’ADN d’un professor de la Complutense provoca aquestes servituds...

En presento els tasts que m’han semblat més interessants:

La Cruzada Albigense fue una guerra antiherética que duro veinte años (entre
1209 y 1229) y que tuvo como escenario las tierras del sur del reino de
Francia (lo que modernamente llamamos Francia Meridional u Occitania). El Papa
Inocencio III (1198-1216) tenía dos objetivos cuando convocó a la cristiandad en
marzo de 1208: acabar con los herejes provenzales (en especial los famosos cátaros),
considerados una amenaza para el conjunto de la sociedad cristiana; y desposeer a la
nobleza occitana (encabezada por el conde de Tolosa Raimundo VI) para reemplazarla
por una autoridad de probada ortodoxia y que no tuviera compromisos con los
poderes políticos locales, es decir, dispuesta a reprimir eficazmente el extendido mal
de la herejía.


Explica la historiografia de la Croada contra els Albigesos des de l’època dels càtars fins avui, amb tots els condicionants que han influït en els estudis en cada època i segons els substrats dels historiadors. Passem fins a mitjans segle XX: 

Fuera de Francia, también se producen en esta década importantes avances. En
1960 aparece en España, y como siempre en Cataluña, un primer estudio monográfico
dedicado a la Cruzada Albigense. Se trata del libro Pere el Catòlic y Simó de
Montfort, obra del economista y buen historiador del catarismo Jordi Ventura i
Subirats. Bajo el aspecto de una doble biografía, Ventura retomó el tema de la
expansión catalano-aragonesa frustrada en Muret para contar -como él mismo reconoció
años más tarde- «la història de la croada francesa des d´un punt de vista català». El
Pere el Catòlic es una obra de gran mérito, que se apoya en las fuentes medievales, en
la gran historiografía catalana y en la historiografía seria del catarismo. Se trata, también,
de una obra de juventud (Ventura tenía 28 años) y muy apasionada, escrita en
pleno franquismo después de varios años de exilio en Francia y los Estados Unidos,
y desde un catalanismo militante.
Hay que recordar que fue criticada desde el ámbito académico por el historiador Ramon d´Abadal, opuesto a la idea de unos condes catalanes defensores de un destino común catalano-occitano o de los Pirineos como espina dorsal de una hipotética confederación catalano-occitana, ideas ambas esenciales en el libro de Ventura. Pese a todo, la obra de Ventura ha sido importante para la historiografía española de la Cruzada Albigense: primero, porque revitalizó la vieja idea de la hermandad occitano-catalana destruida por los cruzados, en su caso desde una perspectiva pancatalana; y segundo, porque proyectó una interpretación “catalanizante” de este período de la historia medieval de la Corona de Aragón. Ambas percepciones siguen vigentes en una parte de la actual historiografía catalana y son visibles también en las historiografías francesa y anglosajona más rigurosas.

Passa a estudiar el tercer terç del segle XX:

Mientras en España los novedosos trabajos de Jordi Ventura Subirats sobre el catarismo
y la política occitana de la Corona de Aragón no consiguieron tener continuidad,
el tema albigense experimentó en los años 70 una notable difusión internacional,
sobre todo en el mundo anglosajón y de la mano de historiadores norteamericanos
y británicos de las Cruzadas. Joseph R. Strayer, profesor en Princeton, y el jurista inglés Jonathan Sumption publican en 1971 y 1978 sendas síntesis bien
documentadas68. También Walter Wakefield, discípulo de Austin Evans, retomó en
1974 la cuestión en un trabajo serio, aunque más general, titulado Heresy, Crusade
and Inquisition in Southern France, 1100-125069. Ese mismo año vio la luz el primer
estudio del profesor de la Universidad de Nottingham Bernard Hamilton, uno de
los mejores especialistas ingleses de las Cruzadas, quien más tarde ha vuelto a tratar
la Cruzada Albigense y el tema de la herejía en otros trabajos publicados en 1989 y
1999.
El clima respirado en Francia en relación con el catarismo y la Cruzada Albigense
cambia sustancialmente en las dos últimas décadas del siglo XX. El occitanismo político,
alimentado por los movimientos de Mayo del 68, se desinfla hasta prácticamente
desaparecer, y su espacio es ocupado por una revalorización del patrimonio
cultural y por una explotación turístico-mercantil del pasado cátaro del Midi. En
1982 se pone en marcha el programa de desarrollo Pays Cathare y la historia del catarismo
y de la Cruzada Albigense se pone al servicio del desarrollo económico de
unos pocos departamentos languedocianos, sobre todo el Departamento del Aude,
que incluye varias ciudades directamente relacionadas con el conflicto, como
Carcassonne, Béziers y Narbonne, así como los célebres “castillos cátaros” (Minèrve,
Termes, Cabaret, Puilaurens, Puivert, Peyrepertuse, Quéribus, etc.). La Cruzada contra
los Albigenses se da a conocer masivamente, aunque a costa de una evidente mercantilización
(visible en la promoción del consumo “cátaro”: souvenirs cátaros, vino
cátaro, cerveza cátara...). Este auge del catarismo comercial será magníficamente
aprovechado por el catarismo esotérico y ocultista, cuya mitografía sigue siendo
teniendo una enorme difusión editorial en nuestros días.
Lo que más nos interesa de estos años son los avances cada vez más sólidos en la
producción científica, favorecidos por la labor del Centre National d´Études
Cathares, fundado por René Nelli en Carcassonne en 1981. El CEC, bajo la dirección
científica de Anne Brenon desde 1982 a 1999, centra su interés en la herejía,
que es tratada en aportaciones de primer nivel recogidas por la revista científica
Heresis. El estudio de la Cruzada Albigense, en cambio, queda un tanto relegado,
salvo algunas excepciones.

I arribem al fenòmen Jesús Mestre que comentarem més extensament en el capítol dedicat al llibre L’últim càtar:

Al calor de la promoción turística del sur de Francia, en los años 90 llega a España
la moda de los cátaros, y lo hace -como es natural- a través de Cataluña. Siguiendo
la estela del libro de Labal, el ensayista Jesús Mestre publica en 1994 y 1995, primero
en catalán y luego en castellano, Los cataros. Problema religioso, pretexto político. El
libro fue un enorme éxito de público y dio a conocer el catarismo y la Cruzada
Albigense. Para Jordi Ventura, que había investigado en completa soledad la implantación
del catarismo en Cataluña, la sorpresa fue tremenda. En 1996 escribió un prólogo
a la reedición de su Pere el Catòlic cuyas primeras palabras lo dicen todo: «Mai
no hauria imaginat, quan era un adolescent i vaig començar a interessar-me pel catarisme i la
“croada albigesa”, que la qüestió es convertiria en un fenomen de masses, una moda en què
tothom voldria participar, comprar llibres que en parlessin i visitar el llocs on li dirien que tot
allò havia succeït».
En los años finales del siglo XX y primeros del XXI, se acelera la renovación historiográfica
de la Cruzada Albigense. En Francia, buena culpa de ello la tiene el profesor
Pierre Bonnassie, el gran medievalista de la Universidad de Toulouse. Además de sus propios trabajos sobre la historia occitana, Bonnassie encargó a sus discípulos
el estudio en profundidad de la sociedad medieval del sur de Francia. Nos referimos,
por ejemplo, a Hélène Débax y su tesis sobre los Trencavel y las estructuras feudales
languedocianas (leída en 1997); y a Laurent Macé y su tesis sobre los condes de Tolosa
(leída en 1998), las dos publicadas poco después. Estos y otros trabajos han permitido
profundizar de forma decisiva en la realidad histórica de la Francia Meridional
y apreciar nítidamente sus grandes contradicciones internas, esas contradicciones que
justamente están en el origen de la victoria militar de la Cruzada Albigense en 1229
y de la victoria política final de la monarquía Capeto en el siglo XIII.

 
Joan A. Forès
Reflexions

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