dissabte, 30 de novembre del 2013

23/10/13. Javier Pérez Royo. Instalados en el disparate. El diálogo bilateral no es la alternativa para desactivar el independentismo. Ningún Gobierno de España puede hacer frente a la mera sospecha de parcialidad territorial.


Benvolguts,

El tal Perez Royo que en assumptes no viscerals hi toca, quan es tracta de la Una, Grande y Libre ja desafina...

Parla de desactivar el independentismo... (llenguatge amb apriorisme i fatxenderia i amb relació amo-esclau)...

Parla de que la bilateralidad es un espejismo (gol que varen fer els poders centrals a Catalunya en fer la Consti…)…

Parla de que Ningún Gobierno de España puede hacer frente a la mera sospecha de parcialidad territorial… 

Parla de que canviar la Consti es una vía tan pensable jurídicamente como imposible en términos políticos…

Instalados en el disparate

Javier Pérez Royo en El País

el 19 octubre, 2013 en Derechos, Economía, Libertades, Política, Sociedad
PrintFriendly and PDFImprimir
ANÁLISIS

El diálogo bilateral no es la alternativa para desactivar el independentismo

En el mes de diciembre se cumplirán 35 años del referéndum de aprobación de la Constitución. En cualquier país 35 años de vigencia de una Constitución son muchos, pero en España lo son mucho más. Son prácticamente todos los años de nuestra experiencia constitucional democrática y son los únicos 35 años continuados en nuestra historia de los dos últimos siglos en que una Constitución no ha visto suspendida su vigencia ni un solo segundo en ninguna parte del territorio del Estado. En estos 35 años el Estado español se ha renovado por completo. La distancia entre el Estado español anterior al 29 de diciembre de 1978, fecha de entrada en vigor de la Constitución, y el posterior es enorme. Distancia que se ha ido haciendo mayor a medida que la vigencia de la Constitución se prolongaba en el tiempo.

Esta distancia es visible en todo, pero de manera muy especial en lo que a la articulación territorial del poder se refiere. Políticamente España es un Estado y 17 comunidades autónomas (más dos ciudades autónomas). En el momento de la inicial puesta en marcha de la Constitución pudo no haber sido así, pero el intento de interpretar el artículo 2 y el Título VIII de la Constitución a través de pactos bilaterales con País Vasco y Cataluña no prosperó y a partir de los Pactos Autonómicos de 1981 se impuso el Estado Autonómico tal como hay lo conocemos.

La posibilidad de la bilateralidad como vía interpretativa de la Constitución desapareció en el momento de la construcción inicial del Estado con base en dicha Constitución. El resultado del referéndum de  ratificación de la iniciativa autonómica en Andalucía, el 28 de febrero de 1980, extendió el certificado de defunción de dicha posibilidad. A partir de entonces, la bilateralidad es un espejismo. Pretender gestionar la diversidad territorial de España a partir del principio de bilateralidad es desconocer la historia constitucional democrática del país.

Me temo que el nacionalismo catalán no ha acabado de entenderlo. Políticamente España no es la que ellos piensan que es. Ningún problema de estructura del Estado se va a poder abordar sin el concurso del conjunto de las comunidades autónomas. Ya no se puede ni siquiera intentar abordarlo como se hizo en el momento de inicial puesta en marcha de la Constitución. En el otoño de 1979, cuando se pactaron entre el Gobierno de Adolfo Suárez y la representación parlamentaria vasca y catalana los estatutos de ambas nacionalidades, todavía se podía intentar buscar solución a los problemas de estructura del Estado con base en una negociación bilateral. Hoy ya no es posible. Dejó de serlo inmediatamente después de que se produjera el intento.

La reacción que se ha producido ante el simple indicio de que se pudiera estar pensando en dar una respuesta singularizada a la financiación de Cataluña ha venido a confirmarlo. Ningún Gobierno de España puede hacer frente a la mera sospecha de parcialidad territorial. Ni siquiera en las filas de su propio partido. La recepción que ha tenido en el interior del PP la propuesta de Alicia Sánchez-Camacho habla por sí sola.

La negociación bilateral entre el Gobierno de la Generalitat y el Gobierno de la Nación, a fin de reconducir el debate independentista a unos términos aceptables para ambas partes, es una posibilidad que no existe. Tengo dudas de si, a estas alturas del guión, sería posible poner en marcha una iniciativa de esta naturaleza en el Parlamento de Cataluña, pero estoy convencido de que sería imposible hacerlo en las Cortes Generales. La negociación bilateral no es una alternativa para desactivar el independentismo.

La única alternativa para definir de manera distinta la posición de Cataluña en el Estado español pasa por la reforma de la Constitución. En mi opinión, sería la mejor de las posibles. Pero, me temo, que ni el PP ni los partidos más representativos del nacionalismo catalán están por seguir ese camino. En consecuencia, es una vía tan pensable jurídicamente como imposible en términos políticos.

Mientras tanto seguiremos con los memoriales de agravio, los plantones del president de la Generalitat a la vicepresidenta del Gobierno o la maniobra de la vicepresidenta del Gobierno para desairar al president, según la perspectiva desde la que se mire el incidente, y un etcétera interminable. Nos hemos instalado en el disparate y cada día parece más difícil imaginar siquiera como se puede salir de él. Nada me gustaría más que equivocarme y que se pudiera encontrar una vía de solución en la que nadie se sintiera humillado. Pero cada vez lo voy viendo más difícil.

Joan A. Forès
Reflexions

30/11/13. El debate ‘España con Cataluña’ se abre con una alerta de riesgo insurreccional. Mientras el soberanismo quiere hacernos creer que el pacto de 1978 ha sido un engaño histórico, el neocentralismo afirma que las sucesivas descentralizaciones políticas han debilitado la nación española.


Benvolguts,

El tal Rafael Fraguas no enten res! I el tal Coll no ho vol entendre!
Ni l’insigne Pérez Royo entendria res!
El Coll escriu a El Periódico i ha fet un llibre, A favor de España y el catalanismo, amb el Daniel Fernández del PSC. L’argument del llibre: Mientras el soberanismo quiere hacernos creer que el pacto de 1978 ha sido un engaño histórico, el neocentralismo afirma que las sucesivas descentralizaciones políticas han debilitado la nación española. Son dos visiones que se retroalimentan mútuamente y que pretenden monopolizar el debate de las ideas como si entre una y otra no hubiera alternativa.
Tots giren al voltant del PSOE i del PSC, i pretenen demostrar que ara estem molt millor que en la transició i amb una mica d’”alpiste” (patent d’Arfonso Guerra)  en tenim prou...
Aquesta és una ressenya d’un acte celebrat a Madrid el juliol passat i que malgrat que ho diu, dubto que hagi tingut continuïtat.


El debate ‘España con Cataluña’ se abre con una alerta de riesgo insurreccional

Los historiadores José Álvarez Junco y Joaquím Coll intercambian argumentos ideológicos sobre catalanismo y españolismo

Rafael Fraguas Madrid 3 JUL 2013 

“La incomunicación entre Barcelona y Madrid es un hecho”. “El clima político en Cataluña está envenenado”. “Las clases medias catalanas se encuentran movilizadas por el independentismo”. “No cabe descartar un episodio insurreccional”. Sin embargo, “entre España y Cataluña no existe un problema étnico al modo balcánico”. “Hay un sustrato emocional, pero la emocionalidad catalana gira en torno a la lengua”. “Cabe desactivar la tensión actual de manera inteligente. Y ello mediante una compensación lingüística, como la vigente en Canadá respecto del francófono Quebec”. En definitiva, “el seny catalán y el sentido común español son compatibles”.

Estas son algunas de las frases y consideraciones formuladas en voz alta este miércoles en el primero de los diálogos España con Cataluña que organiza la Fundación Diario Madrid y la Asociación de Periodistas Europeos. El diálogo inicial comenzó con un debate entre José Álvarez Junco, catedrático de Historia de las Ideas, autor del libro Mater dolorosa sobre el nacionalismo español y Joaquim Coll, historiador y articulista y autor, con Daniel Fernández, del libro A favor de España y el catalanismo. Presentado por José Vicente de Juan presidente de la Fundación anfitriona, el debate fue moderado por su vicepresidente, Miguel Ángel Aguilar en la sede madrileña de ambas instituciones ante una nutrida asistencia en la que figuraban juristas, académicos, diplomáticos, militares y periodistas.

El historiador Joaquim Coll concibe el catalanismo “en clave regeneracionista”, que entiende de manera “compatible con la idea de España”. A su juicio, “el catalanismo ha implicado también un proyecto político para España”. Asegura Coll que “la idea autonómica es una contribución catalanista al pensamiento político español” y considera que España como “nación de naciones, es el paraguas permite cohonestar la idea de España y la idea catalanista”. No obstante, el historiador subraya: “En Cataluña hemos caído en el culto del resentimiento, nacido de la idea de humillación, desencadenante a su vez de la eclosión independentista”. A su juicio, “detrás de la pulsión independentista se encuentra el resentimiento derivado de una idea de humillación, que se extiende desde el terreno fiscal hasta el desencanto político hacia España”. Recordó la frase del teórico derechista alemán Karl Schmitt, según el cual, “el mito de la energía nacional es más fuerte que el mito de la lucha de clases”, para resaltar el componente emocional insatisfecho del catalanismo, incomprendido desde Madrid. “Cataluña se ha convertido en el epicentro de una crisis social, política y económica del Estado”, crisis que se vio precedida por el recurso del PP contra el Estatuto de Cataluña. Por todo ello, añade Joaquim Coll: “Creo que va a ser difícil que no ocurra un episodio insurreccional” para remarcar luego que, “desde postulados democráticos, el argumento esgrimido por los independentistas sobre del derecho a decidir es imbatible”.

Por su parte el catedrático José Álvarez Junco, mostró estar básicamente de acuerdo con el contenido del libro de Coll, si bien refutó la idea de “nación de naciones” aplicada por Coll a España, por entender que “los nacionalismos, tanto el catalanista como el españolista, son excluyentes”. Álvarez Junco se inclinó por “superar el concepto de nación”, en su sentido identitario, habida cuenta de “la infinidad de identidades colectivas que singularizan hoy la vida de cada ciudadano, sin por ello generarle derechos políticos”. Más adelante, José Álvarez Junco subrayó que “entre España y Cataluña no existe un problema étnico al modo de la antigua Yugoslavia”; admitió la existencia de un “sustrato emocional que en Cataluña cursa en torno a la lengua” y sugirió la oportunidad de “una compensación lingüística, como la vigente en la región canadiense de Quebec”.

A propósito del argumento esgrimido por Coll sobre la imbatibilidad del argumento sobre el derecho a decidir, Álvarez Junco destacó que “la clave de esa cuestión no se encuentra en el derecho a decidir, sino en quién decide, quién compone el demos básico de la decisión democrática, los catalanes o todos los españoles que sienten que Cataluña es parte de su propio cuerpo y que el independentismo se plantea separarlo”. Para el catedrático de Historia de las Ideas, “el problema es que las circunstancias política han cambiado enormemente en clave favorable desde la Transición hasta hoy, pero los discursos políticos –y sus numerosos tópicos sobre las rivalidades y animadversiones entre Barcelona y Madrid - no han evolucionado”, para referirse luego a los profundos contrastes existentes entre la España del inmediato postfranquismo y la España democrática de hoy.

Tras señalar que desde Europa “se percibe esta cuestión de manera muy abierta, por no existir precedentes”, agrega que “la independencia catalana implicaría una renegociación de la propia entidad española en Europa, por haberse negociado su integración en unos términos que la independencia alteraría”. José Álvarez Junco remarcó igualmente la importancia de los valores emocionales, pero resaltó “la inexistencia de emociones compartidas entre los españoles”. El periodista Miguel Ángel Aguilar, concluyó el debate con el anuncio según el cual, los diálogos, que serán mensuales, pasan a llamarse “España plural, Cataluña Plural”.

Joan A. Forès
Reflexions

30/11/13. Teresa Márquez. “Durant la postguerra la por va amarar tota la població” Si més no, resulta curiós que ara ens esplaiem amb els fets del 1714 si el 1939 es van repetir. Ens van derogar les nostres lleis, el nostre govern, la nostra llengua...


Benvolguts,

I la por encara hi és ara!

En el procés de les Consultes Populars ara fa 3 anys, va passar més d’un cop que persones grans no varen voler votar per tal de no haver de deixar el número del DNI. Tenien una por, tal com diu la mestre protagonista de l’article, que no s’havien tret de sobre en 80 anys!

L’article diu una altra veritat molt certa: hi havia por tant si pertanyies al bàndol perdedor com si pertanyies al guanyador. Els del bàndol perdedor teníem por que no ens tornessin a agredir. Els del bàndol guanyador tenien por de ser reconeguts com els que havien posat les denúncies o els que havien fet els robatoris...

I els arxius oficials en mans dels successius Gobiernos del PSOE o del PP o de l’Ejercito Español no es poden consultar encara al cap de 80 anys. Recordem que quan el jutge Garzón va voler destapar arxius franquistes, concretament dels crims del Franco, va ser expedientat pels mateix cos de jutges i varen aconseguir que el suspenguessin de totes les seves funcions i va perdre la possibilitat de seguir investigant. Ja no és jutge. I el cas Gürtel que estava investigant sembla com si estigués mort. I els jutges del cas Urdangarin i Cristina, deuen estar a punt de saltar! I molts dels Papers de Salamanca continuen a Salamanca...

I els successius Gobiernos encara no han demanat perdó. I l’Església continua sense demanar perdó.

“Durant la postguerra la por va amarar tota la població”

30/11/13 02:00 - Teresa Márquez l protegit
Facebook Twitter Google + LinkedIn
 Si més no, resulta curiós que ara ens esplaiem amb els fets del 1714 si el 1939 es van repetir!

Margarida Colomer, mestra de formació, s'ha fet un nom en l'estudi de la història contemporània del Maresme i en especial de la Guerra Civil. Dimecres presenta a la biblioteca Antoni Comas de Mataró el seu últim llibre, ‘La postguerra a Mataró. 1939-1952'. El volum ha estat possible gràcies al finançament de l'Abadia de Montserrat, el Col·lectiu Ronda i la Fundació d'Unió de Cooperadors, entre d'altres.

Per què calia un llibre sobre la postguerra a Mataró?

Perquè és un període molt poc estudiat, malgrat que sigui tan recent o precisament pel fet de ser-ho. Mataró té unes característiques pròpies, però en el llibre
també l'agafo com a exemple exportable d'allò que passa a altres ciutats de Catalunya durant els primers anys del franquisme i de la Segona Guerra Mundial.

 Per què era necessari?

Pel gran desconeixement que encara en tenim. Malgrat l'esforç fet per determinades entitats de treure a la llum nombrosos episodis de la nostra història més recent, la postguerra és encara un període poc tractat, poc aprofundit.

 A què ho atribueix?

Hi ha diverses hipòtesis, i la que pren més força és la de la por. El record és massa recent i els protagonistes que van patir el conflicte encara són vius. Si més no, resulta curiós que ara ens esplaiem amb els fets del 1714 si el 1939 es van repetir. Ens van derogar les nostres lleis, el nostre govern, la nostra llengua... Els 75 anys de l'inici de la postguerra ens passen de puntetes.

 Som un país que necessita 300 anys per encarar la seva història?

Suposo que ens és més còmode, perquè als estaments implicats els costa molt demanar perdó. La por de posar noms i cognoms als vencedors frena molta gent. Com a historiadors, estem obligats a encarar els fets, d'una part i de l'altra, amb rigorositat i amb respecte.

Qui té més por, els guanyadors o els perdedors del conflicte?

Tots dos bàndols. La por amara tota la població. Ningú no se'n salva. Cada cop queden menys testimonis d'aquella època i a molts els costa normalitzar una situació traumàtica. A casa no se'n parlava, s'amagava la tendència política dels familiars. Als vençuts, perquè els va tocar viure la pitjor part, però a una bona part dels vencedors l'alegria de la victòria els va durar molt poc.

Com?

Mataró n'és un exemple claríssim. Els del bàndol franquista tampoc viuen tranquils, perquè sempre tindran algú per sobre que els marcarà i els podrà treure els seus privilegis. De fet, la dreta no serà mai homogènia i els falangistes que governaran l'Ajuntament s'aniran renovant cada dos o tres anys pels enfrontaments entre faccions. Passarà a poques ciutats de Catalunya.

Ha pogut verificar, tal com es diu habitualment, que la postguerra va ser pitjor que la guerra?

Va ser molt pitjor. La guerra representa una situació concreta, qui la viu és conscient que s'acabarà i amb ella el patiment i les mancances. La postguerra en canvi és un llarguíssim camí costerut, sense fi i amb l'amenaça constant de la pena de mort. A Mataró s'hi van matar tretze persones. La repressió va marcar tota una generació.

La delació es va estendre.

Va ser el moment més fosc i terrible. Calia trobar culpables fos com fos perquè paguessin el preu de la pau social. Els delators es van multiplicar entre els familiars i els amics. En els nombrosos sumaris que vaig consultar, són una figura recorrent i molts dels seus testimonis són absolutament falsos.

Parli'm d'algun cas concret.

Em va sobtar el d'un home que va formar part de l'escamot que va afusellar el sacerdot Josep Samsó. L'assassí va poder fugir de la ciutat, i els nacionals el van enxampar a ell, que només havia acompanyat el grup perquè l'hi havien obligat. L'home va negar sempre que hagués intervingut en la mort, i en el judici hi va haver dos testimonis que van corroborar la seva versió. Però s'havia de redimir el crim del capellà i se'l va condemnar a pena de mort. La transcripció conservada diu: “Tot plegat, només és un gitano!” Una frase colpidora.

Encara hi ha temes tabú d'aquest període?

Hi ha arxius oficials a l'Estat que encara estan tancats a l'estudi. Amb això ja t'ho he dit tot.

 

Joan A. Forès
Reflexions

divendres, 29 de novembre del 2013

29/11/13. José Luis Monereo y Santos M. Ruesga. Alguien vuela sobre las pensiones públicas. Tratan de instalar la idea de que estas se han de financiar necesariamente solo con las aportaciones de los cotizantes.


Benvolguts,

Un article dels economistes José Luis Monereo y Santos M. Ruesga ens alerta de com l’estat ens enreda amb les amenaces sobre el sistema de pensions. I jo dic que també ens enreda la UE sobre el mateix motiu. Parla dels papus sobre la “sostenibilidad financiera”, expressa una idea que cal tenir en compte tratan de instalar la idea de que estas se han de financiar necesariamente solo con las aportaciones de los cotizantes,” i deixa pel final el punt més crític (¿) “lo que puede condicionar coyunturalmente la sostenibilidad actual de nuestro sistema de pensiones es resolver el gravísimo problema social del desempleo masivo”

Uns tasts:

·       Leyendo la prensa estos días hemos trazado esa línea para encontrarnos con la descomposición orgánica generada por la reforma en curso de nuestro sistema público de pensiones.

“Cuando hablamos de las pensiones complementarias o de las pensiones privadas, / … / no estamos siendo honestos / … / lo que necesitamos desesperadamente es que las pensiones públicas se replieguen de una o de otra manera para ampliar el espacio atribuido a las pensiones privadas” (José Antonio Herce, 2012).

·       Al albur de la “sostenibilidad financiera” de las pensiones tratan de instalar la idea de que estas se han de financiar necesariamente solo con las aportaciones de los cotizantes.

·       Aquí lo que puede condicionar coyunturalmente la sostenibilidad actual de nuestro sistema de pensiones es resolver el gravísimo problema social del desempleo masivo.

 

Alguien vuela sobre las pensiones públicas

José Luis Monereo y Santos M. Ruesga en El País

PrintFriendly and PDFImprimir
TRIBUNA

La reforma socava la confianza ciudadana en el modelo de reparto

Si veis volar en círculo un grupo de aves carroñeras, trazad una línea vertical desde el centro geométrico y en el suelo encontraréis o el cadáver o el animal moribundo. Leyendo la prensa estos días hemos trazado esa línea para encontrarnos con la descomposición orgánica generada por la reforma en curso de nuestro sistema público de pensiones. El vuelo intenso de compañías aseguradoras y entidades bancarias a la caza de ahorradores, con ofertas variadas de productos financieros para colocar el resultado del miedo a la caída de las pensiones públicas, nos indica la cercanía del sujeto moribundo: la cuantía de estas.

Para lo cual se requiere de la generalización del miedo a la pérdida de una pensión pública suficiente que ponga a una parte (los que puedan) de los futuros pensionistas ante el abismo de una vejez con escasos recursos y acudan en masa a garantizarse una “pensión complementaria”. Y junto a ello, la pérdida de confianza de los ciudadanos (ideológicamente inducida) respecto a la viabilidad del sistema público de pensiones. Este es el discurso que subyace la reforma que está poniendo en marcha el Gobierno: socavar el modelo financiero de reparto, que había asegurado pensiones suficientes con criterio redistributivo y con gran capacidad de autorregulación y adaptación a los cambios económicos y demográficos a los que ha tenido que hacer frente.

Ya lo decía abiertamente un experto en la materia hace unos meses: “Cuando hablamos de las pensiones complementarias o de las pensiones privadas, / … / no estamos siendo honestos / … / lo que necesitamos desesperadamente es que las pensiones públicas se replieguen de una o de otra manera para ampliar el espacio atribuido a las pensiones privadas” (José Antonio Herce, 2012).

Para que esto ocurra es requisito necesario que se instale en la opinión pública la inevitabilidad de tal final, que el miedo al futuro de las pensiones aseguren el flujo de ahorro hacia los fondos privados de pensiones. Así no se “molesta”, así todos asumimos que en el futuro no “se van a poder pagar las pensiones”. Los agoreros que ya desde los años noventa nos anunciaban la bancarrota de la Seguridad Social parece que están ganando la batalla de la opinión pública. Al albur de la “sostenibilidad financiera” de las pensiones tratan de instalar la idea de que estas se han de financiar necesariamente solo con las aportaciones de los cotizantes. Tras este principio se oculta algo tan básico como que las pensiones no son —solo— una contrapartida a una contribución, sino un derecho básico reconocido en nuestra Constitución que demanda a los poderes públicos que garanticen, “mediante pensiones adecuadas y periódicamente actualizadas, la suficiencia económica a los ciudadanos durante la tercera edad” (artículo 50 de la CE).

No deja ser paradójico que estas políticas de reducción sistemática de las pensiones públicas y de potenciación decidida de las pensiones privadas se lleve a cabo en una coyuntura como la actual, en la que es un hecho empíricamente que los fondos de pensiones se están mostrando muy frágiles y vulnerables frente a la coyuntura de crisis económica y son inseguros para garantizar los fines de protección social. Son ahora incluso parte del problema por su implicación directa en las turbulencias financieras pasadas.

Para todo ello ha de instalarse, pues, un discurso ideológico (aunque revestido de tecnicismo) que se apoye en sucesivas mentiras o medias verdades que confunden, o mejor amedrentan, al ciudadano futuro pensionista, olvidando que:

— Estas reformas no son una cuestión técnica, atribuible a los “expertos”. Es un discurso ideológico, oculto tras el nombramiento de una “comisión de expertos” para reforzar una reforma que ya estaba previamente definida, que atribuiría a la fatalidad de la economía (convertida erróneamente en una suerte de ciencia “natural” independiente de las legítimas decisiones político-institucionales) o de la demografía, este negro horizonte para las pensiones.

— Está en proceso de aplicación la Ley 27/2011, vigente desde el 1 de enero de 2013, que supone ya un importante recorte de la cuantía de las pensiones en el medio plazo. Con ella, el erario público ahorrará [dejará de gastar] un 3% del PIB a la altura del año 2050 (unos 2.000 euros anuales por pensionista).

— Los nuevos pensionistas, irán perdiendo parte del valor de su pensión inicial por aplicación del denominado Factor de Sostenibilidad desde 2023. A un ritmo de descenso acumulable del 5% del valor de la pensión inicial media por cada década de aplicación (estimaciones del comité de expertos).

— Con la puesta en vigor del índice de revalorización de las pensiones definido en la próxima reforma, el erario público se ahorrará, desde 2014 hasta 2022, 33.000 millones de euros, según indica el propio Gobierno (con una inflación prevista del 1%, bastante poco creíble).

— En cómputo global, el coeficiente de sustitución (relación entre cuantía de la pensión y el salario percibido inmediatamente antes de jubilarse, para una persona con carrera de cotización completa) pasaría de aproximadamente un 80% en el momento actual a menos del 50% a mediados de los años cincuenta. Es decir, se alejaría sustancialmente la renta disponible de los pensionistas respecto a la de los activos, abriendo camino a la extensión de situaciones de pobreza y desigualdades más intensas entre los inactivos. Se pone en cuestión, aún más, la cohesión social y territorial del Estado, de la cual el sistema público de pensiones actual es un baluarte consolidado.

Por último, resulta precipitado poner en entredicho el equilibrio interno del sistema. Existe aún un importante colchón financiero, constituido por el Fondo de Reserva. Tras cinco años de crisis, solo se ha utilizado un 5% del Fondo, con lo que la reserva existente a día de hoy es superior a los 63.000 millones de euros.

El verdadero desafío para la política pública de solidaridad social en las pensiones es incrementar los recursos del sistema aumentando los ingresos (a través de cotizaciones sociales y/o aportaciones estatales) hasta alcanzar los niveles existentes de media en los países de la zona euro. Aquí lo que puede condicionar coyunturalmente la sostenibilidad actual de nuestro sistema de pensiones es resolver el gravísimo problema social del desempleo masivo.

Y a ello lo que se opone es una política de extrema austeridad que cercena las bases del crecimiento económico y, por tanto, los ingresos de la Seguridad Social, en particular, y del Estado, en general.

José Luis Monereo  es catedrático de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social en la Universidad de Granada, y Santos M. Ruesga es catedrático de Economía Aplicada en la Universidad Autónoma de Madrid.

Joan A. Forès
Reflexions

29/11/13. Juan Laborda. Ética y sistema financiero, incompatibles. .En nuestro país el episodio reciente más lamentable fue el de aquellos responsables de cajas de ahorro insolventes y el tema de las preferentes


Benvolguts,

Suposo que heu vist i revist dues pelis de fa dos anys, Inside Job i Margin Call en que exemplifica el que l’articulista explica.
En l’apunt del Bloc Reflexions hi ha una bona part de la història.

L’argument d’Inside Job:

Inside job explica entrevistes reals als assessors financers de la Casa Blanca, als gurus d’economia financera universitaria i als alts dirigents de les banques d’inversions, i aquests darrers expliquen la seva vida dissipada i com fan ensorrar a voluntat els seus clients col·locant-los hipoteques sub-prime, bons escombraria, etc, precisament per treure’n alts rendiments i com més ensorren els clients més rics es fan ells. La part sinistra de les entrevistes és que al final t’expliquen que aquestes tres menes de personatges són intercanviables o sigui que avui formen part dels gurus, al cap d’un temps formen part dels assessors financers de la Casa Blanca, més endavant de les banques d’inversió i després continua la roda...

L’argument de Margin Call:

Margin Call explica un dia sencer en l’estratègia i la tàctica financera d’un banc d’inversions que a la nit d’un determinat dia els seus serveis informàtics detecten que estan a punt de fer la fallida més gran de la història ja que tenen els actius invertits en bons escombraria i l’endemà els serveis financers d’altres bancs se n’adonaran i saben que la seva única solució és dedicar tot el personal comercial que tenen a col·locar aquests bons escombraria als seus clients des de les 8 del matí de l’endemà. Tot això dirigit pel president i els alts càrrecs del banc que ens expliquen que cobren sous de milions de dòlars cada any. I sabent que els seus clients creuen en ells els ensarronen de mala manera amb el ben entès que molts hauran de fer fallida quan es descobreixi tot el pastís.
I aconsegueixen col·locar tots els bons escombraria en unes hores...


Ética y sistema financiero, incompatibles

Juan Laborda en vozpopuli.com


OPINIÓN

La revista The Economist acaba de publicar los resultados de una investigación o estudio propio, “A crisis of culture: valuing ethics and knowledge in financial services”. En él se examina el papel de la integridad y el conocimiento en la industria de los servicios financieros. Los resultados no pueden ser más demoledores y desalentadores. Según los mismos, la integridad y el comportamiento ético parecen incompatibles en una gran mayoría de aquellos que trabajan en el sistema financiero. Ello invalida, tal como hemos defendido desde estas líneas, la pretendida cultura de la autorregulación, vendida como un mantra por la industria financiera.

Existe, de partida, una tremenda contradicción. Por un lado los ejecutivos de la industria financiera defienden la importancia de un comportamiento ético, incluso afirman que luchan por que los beneficios obtenidos se consigan mediante estándares éticos. Aunque una gran mayoría están de acuerdo en que la conducta ética es tan importante como el éxito financiero en su empresa, el 53%, según el estudio, afirma que el estricto cumplimiento de dichos códigos haría muy difícil su carrera o progresión dentro de la empresa o sector.

Surge además un problema de riesgo moral. Los servicios financieros tienen que abordar las profundas lagunas de conocimiento. Tres quintas partes de los encuestados en el estudio de The Economist creen que las lagunas en el conocimiento de los empleados, y sobre todo de los responsables de equipo o de la gerencia misma, representan un riesgo importante para su empresa. ¿Quién no se acuerda de la película Margin Call? En realidad reflejaba un absoluto desconocimiento por parte de la gerencia y algunos responsables de equipo del método de control de riesgos VaR o “Value at Risk” utilizado por el banco.

La avaricia, el engaño y la asunción de responsabilidades

Cuando los mercados financieros crecieron, impulsados por una cultura sin control en la toma de riesgos, los bancos y el resto de partícipes se volvieron más “audaces” y la corrupción se hizo cada vez más difusa a través del sistema. Los escándalos y los engaños se convirtieron en una práctica estándar de negocios. Los financieros hicieron aquello para lo que habían sido entrenados, romper las reglas, hacer todo lo posible para batir a los competidores, aunque fuera mediante el engaño.

En nuestro país el episodio reciente más lamentable fue el de aquellos responsables de cajas de ahorro insolventes y el tema de las preferentes. Cuando en su momento quisieron colocar acciones preferentes entre los inversores profesionales, la mayoría de ellos se negaron a comprar. ¿Recuerdan lo que hicieron entonces? Las élites decidieron que si el mercado profesional no las compraba, no quedaba más remedio que venderlas a los ahorradores patrios a través de los bancos locales, ofreciéndose bajo el calificativo de productos de bajo riesgo. Y ya saben ustedes las consecuencias.

¿Dónde está la verdadera responsabilidad? No vale con decir que otros lo estaban haciendo. Los bancos deberían ser multados. Sin embargo, las personas que realmente son responsables de los desaguisados ni han asumido, ni asumen, ni asumirán nada. Se trata de los jefes, los gerentes y directores generales de las instituciones financieras. Son quienes marcan la pauta, aquellos que dieron forma a una cultura. Seguimos sin aprender nada. Un recordatorio de que las reglas están ahí para cumplirse. Y la excusa aceptada por la mayoría de estos jefecillos, la ignorancia, es el peor de los pecados.

La mentira de la eficiencia de los mercados financieros

En realidad la actual crisis económica ha puesto de manifiesto la enorme debilidad de los presupuestos esenciales de la teoría neoclásica o neoliberal dominante. La fe ciega en la eficiencia de los mercados de capitales y en la perfecta racionalidad de los inversores espoleó toda una corriente económica, política y académica a favor de la desregulación y la cultura de la autorregulación. Además se establecieron unos modelos de remuneración salarial de los ejecutivos absolutamente ineficientes, injustos, y que favorecieron un masivo fraude contable.

La desregulación del sistema financiero global, unida a las externalidades negativas de la globalización y a los errores de política monetaria, acabó produciendo las bases de la actual crisis sistémica. Sin embargo, aún no se ha hecho nada para cambiar la situación, al revés.

La realidad es que los bancos sistémicos, auténticos monstruos enormes, dominan por completo nuestra economía, y cuando meten la pata, de manera que perjudican a los demás, incluso cuando se viola flagrantemente la ley, el hecho de que nunca se vean seriamente castigados significa que no tienen incentivos para refrenarse. Hasta que los gobiernos no corrijan este problema, el resto de la economía va a seguir sufriendo, y el riesgo de futuras crisis financieras seguirá creciendo.

Franklin Delano Roosevelt, un político excepcional, en su momento tomó la elección acertada, a través de una avalancha de decisiones ejecutivas. Pero lo más importante que hizo no fue lanzar el New Deal, sino cortar las alas a la industria financiera a través de la ley Glass Steagall. ¿Aprenderemos algún día?

Juan Laborda. Professor d'IESE
 

 Altres articles:



































 

Joan A. Forès
Reflexions