dilluns, 7 d’octubre del 2013

07/10/13. ¿España se rompe? Leed a Linz. España es un pais extraño. Conoce como "naciones periféricas" sus partes más vivas, más productivas, mas pobladas, más comunicadas, y todo el contrario, al centro, al desierto, a la corte que vive de la riqueza de las "periferies"


Benvolguts,

No havia sentit parlar mai del preclar Linz fins avui! La sociologia no és el meu camp d’especialització!

Malgrat tot, ni el Linz ni els autors de l’article no s’han plantejat la restitució a la Nació Catalana de les seves constitucions seculars arrabassades per la força de les armes. El Linz és un federalista irredempt. Els articulistes no hi veuen més enllà dels seus ulls. Cap d’ells es planteja el perquè de la necessitat de secessió de la Nació Catalana. Per tant tot el que ve al darrere no té sentit!

El tal Linz, llegint el seu article del 1999, demostra que és un federalista compulsiu, que només hi veu pels ulls del federalisme.

Hi ha alguna frase o concepte positiu a l’article com:

“España es hoy un Estado para todos los españoles, una nación-Estado para una gran parte de ellos, y sólo un Estado –pero no una nación– para algunas minorías importantes”.

“Madrid” tenía poco que ofrecer a la periferia y contaba, además, con pocos recursos para la castellanización.

En 2013 no sólo son cada vez más, al menos en Cataluña, los que consideran España un Estado y no una nación, sino que crecen también los que consideran a Cataluña –y no a España– su única nación y, en consecuencia, apuestan por dotarse de un Estado propio.

Però no passen d’aquí! Total: No res!

I si aquest Linz era tant important per què no va dir ni piu davant de la massacre que l’Estat espanyol està perpetrant contra la Nació Catalana des de sempre. Espoliació continuada del 14% del PIB a les Illes, del 8,5% al Principat i del 7% al País Valencià. Menyspreu i atac a la llengua i la cultura catalanes, el 1978 al País Valencià, el 2012 a la Franja de Ponent, el 2013 a les Illes Balears, l’atac a la immersió lingüística al Principat, les lleis Wert, etc.

Per tant no us els cregueu en res!
Vegem ara l'article:


¿España se rompe? ¡Leed a Linz

Astrid Barrio y Juan Rodríguez Teruel en Agenda Pública de eldiario.es

el 6 octubre, 2013  

La obra de Linz es indispensable para entender algunos de los problemas fundamentales de la España contemporánea. Resulta especialmente pertinente recuperar algunos de sus planteamientos sobre la construcción del Estado-nación en España y el desarrollo de los nacionalismos periféricos. Los autores, politólogos los dos, afirman que si nuestras élites políticas hubiesen leído a Linz, podríamos haber evitado la situación actual.

Esta semana la comunidad de politólogos y sociólogos estamos de luto. Ha fallecido Juan J. Linz, no sólo el politólogo-sociólogo “español” más reconocido internacionalmente, sino un verdadero referente para todos nosotros y probablemente también para las generaciones venideras. Su obra es sumamente prolífica y aborda las principales cuestiones de la democracia contemporánea (y su reverso): ¿cuál es la naturaleza de los autoritarismos y los totalitarismos?, ¿por qué se hunden las democracias?, ¿por qué es preferible el parlamentarismo al presidencialismo?, ¿por qué las élites políticas son esenciales para entender los resultados de la política?, ¿son todos los partidos iguales?, y tantas otras. Sea cual sea nuestro campo de especialización, probablemente haya pocos politólogos que no hayan recurrido a él y en cuyos trabajos no se deje sentir su impronta.

Uno de los aspectos más destacables de su obra, que como todo trabajo científico es susceptible de ser discutida y contrastada, es que resulta indispensable para entender algunos de los problemas fundamentales de la España contemporánea. Además de sus aportaciones sobre elites y partidos, resulta especialmente pertinente recuperar algunos de sus planteamientos sobre la construcción del Estado-nación en España y el desarrollo de los nacionalismos periféricos.

En 1973 Linz afirmó que España se había construido como Estado pero había fracasado en su intento de construir una nación: “España es hoy un Estado para todos los españoles, una nación-Estado para una gran parte de ellos, y sólo un Estado –pero no una nación– para algunas minorías importantes”. Linz atribuyó este fracaso, en parte, al hecho de que España se había creado como Estado antes de la primavera de los nacionalismos, que se inaugura a partir de la revolución francesa y entra en crisis justamente cuando ese movimiento eclosiona a finales del siglo XIX. También lo atribuye a que “Madrid” (y lo dice así, no nos hemos contagiado del lenguaje usado por los nacionalistas periféricos) tenía poco que ofrecer a la periferia y contaba, además, con pocos recursos para la castellanización. Hoy ese fracaso no solo se ha mantenido tras décadas de democracia europeizada, sino que, como muchos podríamos sostener, se ha acrecentado a pesar de las esperanzas que Linz había depositado en la construcción de un régimen democrático. En 2013 no sólo son cada vez más, al menos en Cataluña, los que consideran España un Estado y no una nación, sino que crecen también los que consideran a Cataluña –y no a España– su única nación y, en consecuencia, apuestan por dotarse de un Estado propio.

Linz reconocía la plurinacionalidad de España y abogaba porque la periferia se incorporase activa y lealmente al centro, participando políticamente incluso en el gobierno, contribuyendo a su desarrollo económico y garantizando el desarrollo igualitario de los territorios. Décadas después, podemos concluir que la periferia ha sido clave efectivamente en el desarrollo español y la igualación social de sus territorios, aunque la implicación de los nacionalismos en la gobernación de España ha sido desigual, indirecta y a menudo sin pasión. A pesar de figuras como Narcís Serra, Miquel Roca, Jordi Solé Tura y otros catalanes cuya aportación a la democracia ha sido determinante, los nacionalismos periféricos han tendido a rehuir responsabilidades directas en el gobierno del Estado. Y aunque hay que asumir que los diseños políticos nunca son definitivos y que siempre van a producirse acomodos, el Estado no sólo no ha sabido reconocer esa contribución sino que tampoco ha querido dar respuesta a las aspiraciones de un nuevo acomodo. Se preguntaba Linz “¿Por qué ha resultado imposible resolver los problemas de España mediante alianzas entre los líderes más capaces de la periferia –especialmente en Cataluña– y los líderes nacionales en Madrid?”. Eso mismo podemos preguntarnos 40 años más tarde. Debemos seguir apostando, como hacía Linz, por respuestas que sólo pueden ser “consociativas”. Existen fórmulas políticas que permiten la convivencia en los Estados plurinacionales, y el propio Linz las expuso en el ensayo que inauguraba la Revista Española de Ciencia Política en 1999. En 1973 la alternativa  a la solución de consenso era el mantenimiento del autoritarismo. Hoy la alternativa parece ser más bien, al menos para muchos catalanes, la opción secesionista.

Estamos ante un problema secular, y, al igual que hizo Linz con maestría y genialidad, a las distintas generaciones de politólogos y sociólogos nos tocará seguir insistiendo en el diagnóstico y en las posibles vías de solución. Aunque quizás si nuestras élites políticas hubiesen leído a Linz, podríamos haber evitado estos derroteros. Jóvenes con aspiraciones políticas en España, por favor, ¡leed a Linz!


Un comentari interessant:

  • España es un pais extraño. Conoce como "naciones periféricas" sus partes más vivas, más productivas, mas pobladas, más comunicadas, y todo el contrario, al centro, al desierto, al corte que vive de la riqueza de las "periferias", se (auto) atribuye el papel de km 0 en todo, el gobierno de todos incluso.
El uso de el término "periférico" en este artículo no es inocente, y con la lógica humildad delante de una figura como Linz, creo que se puede preguntar, desde "provincias", si España es la respuesta y la solución, ¿qué podría ser la pregunta? 

Juan José Linz
De Viquipèdia
Juan José Linz Storch de Gracia (Bonn, Alemanya, 1926) és un sociòleg espanyol.
Biografia[modifica | modifica la font]

Nascut el 24 de desembre de 1926 a la ciutat alemanya de Bonn de pare alemany i mare espanyola, es traslladà amb la seva família des d'Alemanya fins a Espanya el 1932. Estudià batxillerat a Madrid, llicenciant-se en Dret i Ciències Polítiques per la Universitat Complutense de Madrid, i ampliant els seus estudis amb la llicenciatura de sociologia a la Universitat de Columbia als Estats Units. El 1961 esdevé professor d'aquesta universitat, iniciant una sèrie d'investigacions empíriques que van exercir una gran influència en la sociologia espanyola del moment.

Després de retornar breument a Espanya per iniciar el curs a la nova Universitat Autònoma de Madrid es traslladà a la Universitat de Yale el 1968, exercint de professor convidat en diferents universitats d'arreu del món com Berkeley, Standford, Heidelberg, Munic, Humboldt de Berlín i Florència.

El 1981 fou guardonat amb el Premi Europa d'assaig per la seva obra La caída de los regímenes democráticos. El 1987 fou guardonat amb el Premi Príncep d'Astúries de Ciències Socials per la seva rellevant aportació a la sociologia política contemporània. El 1996 rebé a Uppsala el Premi Johan Skytte de Ciència Política.

Les seves investigacions i publicacions han versat sobre règims totalitaris i autoritaris, sociologia comparada del feixisme, la fallida de les democràcies, les transicions a la democràcia, els tipus de règims democràtics especialment el presidencialisme, els nacionalismes, religió i política, els partits polítics, la sociologia electoral, les elits polítiques, locals, empresarials i intel·lectuals i la història social d'Espanya.

Joan A. Forès
Reflexions

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