dimarts, 16 de novembre del 2010

16/11/10.Yo votaré a Joan Laporta

Benvolguts,
Aquest cop jo no hi aporto pràcticament res. Només copio un clarivident article que sortirà demà a La Vanguardia de prestigiós economista, Xavier Sala i Martin, professor d’Economia de La Columbia University a New York i de l’UPF a Barcelona, membre de l’anterior Junta Directiva del Barça i tertulià dels mitjans de comunicació catalans .

Només en destacaré un petit paràgraf:
En circunstancias normales yo votaría a Mas. Pero las actuales no son circunstancias normales. Son circunstancias especiales.”


Yo votaré a Joan Laporta (Article de La Vanguardia del 17 de Novembre de 2010)
Si las encuestas no vuelven a fallar estrepitosamente, faltan sólo 11 días para que se acabe la pesadilla y el peor gobierno de la historia de Catalunya abandone la poltrona. Todo apunta a que el tripartito no sumará y no podrá volver a imponer su nefasto gobierno. Por un lado, parece que ICV se mantendrá, a pesar de que, con un minoritario 9% de los votos, ha impuesto un antidemocrático chantaje ideológico cuyo exponente más claro ha sido coser a multas a los que circulaban a 80 km/h con un argumento medioambiental que nadie ha conseguido demostrar.
También predicen que ERC se hundirá en el abismo electoral, lo cual es lógico dada la traición sistemática a sus principios a cambio de 30 miserables monedas de poltrona.
El probable descalabro del PSC es mucho más interesante. Al fin y al cabo, la mayor catástrofe económica, social y política del país ha sucedido mientras los socialistas tenían el monopolio absoluto del poder: gobernaban todos (repito, ¡todos!) los grandes ayuntamientos del país, las diputaciones, la Generalitat y el gobierno de España. El absolutismo socialista ha presidido la mayor caída del PIB, el mayor aumento del paro, el mayor endeudamiento de la Generalitat en las peores condiciones financieras, el mayor aumento de la pobreza, el mayor deterioro institucional y el mayor ejercicio de censura de los medios (hay que“arrancar la crosta nacionalista de TV3 y Catalunya Radio”, dijo el portavoz del PSC, Joan Ferran antes de despedir a los líderes de audiencia Antoni Bassas, Jordi Basté, Toni Clapés y Jaume Barberá; “Barbeta estás muerto y no lo sabes!”, amenazó el quijotesco Rucio director de comunicación de Montilla, Antonio Bolaño, aprendiz de profesor Moriarty a la poste abandonado por sus colegas por su radicalismo y su falta de talla). Por suerte, ese abuso y esa incompetencia llegarán a si fin el 28N.
Nos queda Artur Mas, a quien las encuestas dan como ganador. Mas será un buen presidente. A diferencia de Montilla, tiene estudios, es capaz, inteligente, honrado y trabajador. No tiene el carisma de Pujol, pero seguramente será mucho mejor gestor. En circunstancias normales yo votaría a Mas. Pero las actuales no son circunstancias normales. Son circunstancias especiales. La hora de la buena gestión ha pasado. Es la hora de evitar que haya mayorías absolutas, es la hora de echar a los socialistas del poder y es la hora de la valentía. Por esas razones, yo no votaré a Artur Mas. Me explico.
Que una fuerza política tenga mayoría absoluta es malo. La frase de lord Acton “el poder corrompe y el poder absoluto corrompe absolutamente” queda demostrada con lo que ha pasado con poder absoluto de los socialistas en Catalunya en los últimos años. Tampoco fueron buenas las mayorías absolutas del PP en los noventa o de CIU en los ochenta. Votar a CIU en un momento en que parece que está al borde de la mayoría absoluta es un error.
La pregunta es: y si no tiene mayoría absoluta, ¿con quien se va a aliar CIU?  Me consta que hay una importante corriente dentro del partido que apuesta por una coalición postelectoral PSC i CIU. Lo mismo pasa con los poderes facticos económicos y mediáticos: quieren la “sociovergencia”. Pero como ya he explicado, creo que es de la máxima importancia que los socialistas sean expulsados de la Generalitat: tienen demasiado poder en ayuntamientos, diputaciones y gobierno de España. Votar CIU no garantiza esa expulsión. La única manera de garantizar que ni CIU tenga mayoría absoluta ni que CIU dependa del PSC, es que dependa de otra fuerza nacionalista. Eliminada ERC por su manifiesta traición a sus propios ideales, sólo nos quedan Solidaritat Catalana (Joan Laporta) y Reagrupament (Joan Carretero).
Lo que nos lleva al tercer tema: la valentía. La decisión del tribunal constitucional ha cerrado toda opción de mejorar dentro del marco constitucional por lo que, en este momento, no hay que pensar en una buena gestión sino en tomar decisiones comprometidas y valientes. CIU es un partido esencialmente cobarde porque tiene demasiados flancos y demasiadas deudas. Necesitamos personas nuevas y valientes.
En este sentido, mi candidato es Joan Laporta. He trabajado con él durante siete años y les puedo asegurar que, digan lo que digan los medios antilaportistas, Joan Laporta es absolutamente honesto, de la máxima integridad, extraordinariamente inteligente y, además, es la persona más valiente del mundo. ¿Quién, sino, se hubiera presentado a estas elecciones pudiendo haberse sentado en el sofá, saboreando las 69 copas conseguidas con el Barça, degustando las mieles del triplete y de las seis copas, sabiendo que la política conllevaría el boicot de los medios convencionales y la aparición todo tipo de noticias distorsionadas, intencionadamente negativas, cuyo único objetivo es evitar que obtenga representación parlamentaria?
Yo he visto a Joan Laporta enfrentarse al todopoderoso Florentino Pérez para fichar a Samuel Eto’o, un jugador que nos dio no una sino dos Champions. Nota: mientras Laporta ha sido Presidente, Florentino no ha ganado ni un solo título de futbol importante, ¡ni uno! Yo he visto a Laporta enfrentarse a Zapatero, a la UEFA y a la FIFA para defender los intereses del Barça. Con una valentía que a veces daba hasta miedo.
Esa es la valentía que necesitamos. Ya está bien de quedar bien, de pedagogía, de seny, de ser la parte moderada del debate y de cumplir las reglas impuestas por otros. Jordi Pujol dijo hace unos días que ya no encontraba argumentos contra la independencia. President: ¡es que a lo mejor no los hay! Y cuando no hay argumentos, uno debe pasar a la acción. Para ello, se necesitan líderes sin deudas y con la valentía suficiente de pasar a la acción. Por eso, el 28N votaré a Solidaritat Catalana. Yo votaré a Joan Laporta.”  
S’ha de tenir en compte que La Vanguardia no ha esmentat pràcticament mai, ni en la pre-campanya ni ara, els partits independentistes emergents, concretament Solidaritat Catalana per la Independència. Així el boicot als partits no parlamentaris, fomentat per  la Junta Electoral Central (Central de Madrid, evidentment), que no permet als periodistes que en parlin als blocs electorals de la ràdio ni de la televisió públiques, ajudats per les enquestes tramposes del CIS, queda completat pels mitjans de comunicació privats als quals els seus lobbies els manen també d’ignorar els partits independentistes emergents.

Per tant és un gran mèrit que La Vanguardia accepti aquesta col·laboració, segurament per la categoria mediàtica de Sala i Martin


Joan A. Forès
Reflexions

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