divendres, 7 de novembre del 2014

06/11/14. Suso de Toro. Quiebra moral, putrefacción y desesperación. Si el Reino de España se considerase una empresa y fuese auditada de modo profesional en estos momentos sería declarado en quiebra. Quiebra política y moral por supuesto...

Benvolguts,

En l’article de Suso de Toro España contra Catalunya y contra los españoles, del  05/11/2014, l’articulista es pregunta i filosofa sobre un gran problema que té l’Estat espanyol: La seva incapacitat per canviar l’ADN i passar a considerar que Espanya és una Nació de nacions. O sigui d’entrada el problema amb Catalunya, que Catalunya ja l’està solucionant i que no té marxa endarrere!

En aquest article del mes passat es pregunta i filosofa sobre l’altre gran problema que Espanya arrossega des de sempre: la corrupció institucionalitzada i a tots els nivells.

En aquest cas Suso de Toro, explica clarament i sintetitza el que la casta i la corrupció organitzada no s’atreveix o no es molesta a explicar.

M’ha semblat que l’acudit que he incrustat defineix força bé la casta, la societat política espanyola i la banca espanyola:

El nen proposa: Pare, estic considerant de fer carrera en el crim organitzat
El pare respon: Govern o sector privat?
I a continuació el pare fa una reflexió: Personalment suggereixo el Govern. Aquests mai no van a la presó.
 
 

I ara l’article de Suso de Toro:
Quiebra moral, putrefacción y desesperación

¿Alguien sabe por qué no se ha abierto alguna causa para investigar si el PP es una organización con carácter delictivo y si procede su ilegalización?
Suso de Toro

29/10/2014 -

Si el Reino de España se considerase una empresa y fuese auditada de modo profesional en estos momentos sería declarado en quiebra. Dejo de lado aquí si una sociedad a la que se está retirando la protección social del Estado, pagando el precio los más débiles, no es una sociedad ya arruinada, me refiero aquí a la evidente quiebra política y moral.

España está en quiebra moral. Los poderes establecidos invocan la "razón de Estado" para garantizar la estabilidad, es decir la continuidad. En nombre de la responsabilidad se quiere obviar la evidencia de que estamos gobernados por personas que sabemos que cobraron durante años sobres con dinero negro, del que ignoramos su procedencia. Que el partido que gobierna es, de arriba abajo, una máquina de fabricar corrupción y no sabemos si también extorsión, de la que se alimentan sus dirigentes y su estructura misma. Un partido con la estructura económica de una organización delictiva, con caja A, caja B y ahora sabemos de la caja C. En nombre de la responsabilidad se da por hecho que es normal que estén en el Gobierno y debemos aceptarlo para no ser llamados irresponsables. 

El Estado Español ha ilegalizado periódicos y partidos, ¿alguien sabe por qué no se ha abierto alguna causa para investigar si el PP es una organización con carácter delictivo y si procede su ilegalización? Algún motivo que no sea la complicidad, evidentemente.

Pero también es evidente que el otro partido que sostiene con su abrazo el sistema político actual también es rehén de su historia reciente, es lógico que aparezca manchado por casos de corrupción porque tiene responsabilidades en la creación y conducción del sistema político que ha reventado. No, cuando la sociedad busca un referente moral no mira tampoco hacia el PSOE.

El Reino de España es ahora un recipiente de podredumbre. Pero la putrefacción no es el final, solo es una fase en el ciclo de la vida, de la descomposición nacen nuevos seres vivos. Para aprovechar el desgaste de que acusaban los dos partidos que sostuvieron el sistema político nacieron seres como UPyD o Ciutadans, pero el desgaste ya es una fase acabada, estamos en la podredumbre y de esa descomposición nace y se alimenta Podemos. Con los nuevos casos de corrupción sistémica que afloran, con las sucesivas noticias de corruptelas crece Podemos semana a semana.

 Quienes señalan peligros, limitaciones o astucias en ese nuevo partido puede que acierten o no, pero eso no sirve de nada cuando esas críticas sirven para intentar apuntalar los pilares del régimen. Las personas que hinchan con su intención de voto a ese nuevo partido no buscan ahí una nueva política, lo que buscan es un castigo, porque creen que el castigo es una necesidad moral y desean el momento de dar azotes a diestro y siniestro.

La energía que los mueve no es la esperanza, la ilusión o la confianza en un nuevo proyecto, se trata todavía del fin de una vieja época. Se trata de una desesperación que da la medida de la quiebra moral de una sociedad. 

Joan A. Forès
Reflexions

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