dilluns, 10 de novembre del 2014

10/11/14. Enric Juliana. Protesta general catalana. La participación desborda las previsiones; el voto sí-sí sugiere un techo (alto) del voto independentista. Ante la propia sorpresa de los organizadores, que no esperaban tanto (peatge?). .

Benvolguts,

Un bon article de l’Enric Juliana a La Vanguardia, l’endemà del 9N! Insisteixo a dir que l’article és en castellà perquè La Vanguardia digital no existeix en català!

L’article comença amb el relat del 9N vist des de Madrid i acaba amb una contraucronia, mot que m’acabo d’inventar per expressar el fet de relatar al revés en el temps i de manera diferent uns fets esdevinguts en el passat. Recordeu que una ucronia, segons el DIEC és una concepció imaginària de fets esdevinguts en un temps ideal, normalment una visió inventada del futur.

Hi ha un detall erroni en l’article (o és el peatge per treballar a La Vanguardia?). Què vol dir con caída incluida del alcalde de Barcelona, Xavier Trias? Ha quedat demostrat que Trias no havia traspassat diners de Suissa a Andorra. Ha quedat demostrat que és una noticia enviada pel sinistre ministre de l’interior español Jorge Fernández a les clavegueres de l’estat, desmentit documentalment pel Trias i per la USB (Unió Banques Suisses). Què més necessita Juliana per excusar-se? O és una mala lectura i aquest episodi forma part de la contraucronia?

També val la pena de llegir els comentaris, gairebé tots contra l’independentisme!

Código 11-9-11

Protesta general catalana


La participación desborda las previsiones; el voto sí-sí sugiere un techo (alto) del voto independentista

Política | 10/11/2014 - 01:37h | Última actualización: 10/11/2014 - 09:05h

Madrid
Principio del formulario
La participación ha superado los dos millones de electores. El umbral ha sido superado, me atrevería decir que ante la propia sorpresa de los organizadores, que no esperaban tanto (peatge per treballar a La Vanguardia?). Dos millones doscientas cincuenta mil personas acudieron ayer a las urnas en Catalunya, según las cifras estimadas a medianoche por la Generalitat. Hace unos días podía parece una cifra exagerada, pero es una referencia que tiene sentido. Dos millones de electores es el umbral de los partidos proconsulta.

Los partidos que en diciembre del 2013 acordaron la fecha y la pregunta de la consulta (CiU, ERC, ICV y CUP) sumaron 2.100.523 votos en las elecciones al Parlament del 25 de noviembre del 2012. Seamos un poco más precisos. A ese bloque habría que sumar los votos de Solidaritat Independentista (SI), una pequeña formación soberanista que en el año 2012 no consiguió renovar su representación parlamentaria, cosechando 46.838 votos. Nos sale una suma de 2.147.361 ciudadanos mayores de 18 años.

Hay que afinar un poco más, puesto que ayer, como ocurriera en el
referéndum de Escocia, pudieron votar los mayores de 16 años. Y aún cabe una última observación. Había sectores independentistas descontentos con el formato final del 9N, que consideraban cobarde y claudicante. Un cierto número de independentistas –entre ellos, el grupo SI– se habrá abstenido. Sumas y restas.

Conclusión: el bloque proconsulta ha ido a votar al completo, pero en la medida que no existen ejércitos electorales totalmente disciplinados, es razonable suponer que votantes de otros partidos –del PSC, básicamente– y abstencionistas se han sumado a la convocatoria.

Una manifestación de 2,25 millones de personas. Un voto netamente independentista estimado en 1,8 millones, cuando se hayan escrutado todos los colegios. He ahí un posible techo del voto independentista en Catalunya. Un 80% de voto sí- sí en la cita de ayer, con un significativo voto tercerista y de noes rotundos. La quinta gran manifestación catalana en cuatro años.
La más numerosa. ¿Una charlotada? Esa no es una apreciación seria y en Moncloa lo saben.

Protesta General Catalana, sin incidentes de relieve y con los jueces desestimando los demenciales requerimientos de UPyD de proceder a la detención de Artur Mas, con el "uso proporcional de la fuerza" para cerrar las sedes electorales. Protesta, con el foco de los medios anglosajones especialmente atentos. Esto es lo que ocurrió ayer en Catalunya.

La Protesta General Catalana podía haberse producido en un momento de especial fortaleza del Gobierno español. Imaginemos un otoño distinto (comença la contraucronia). El Gobierno
Rajoy retira la ley del aborto, sin dimisión del ministro de Justicia. El Partido Popular consigue llevar adelante la reforma de la ley electoral local y con el premio de mayoría para el partido ganador se asegura unas elecciones municipales levemente tranquilas en las principales ciudades españolas. El virus del ébola pasa de largo del hospital Carlos III y las tarjetas 'black' de Caja Madrid se quedan en los archivos de José Ignacio Goirigolzarri, el hombre de Neguri que ha saneado Bankia. (Neguri, la alta burguesía vasca que en el 2001 fue expulsada del puente de mando del BBVA por Rodrigo Rato y la larga mano de José María Aznar).

No se ha sabido nada de las tarjetas negras y el juez Pablo Ruz ha seguido entre sus papeles, sin imputar, ni llamar a declarar a
Ángel Acebes, ex secretario general del PP a propósito de la famosa Caja B.

Seguimos con el otoño al revés. Sin acontecimientos imprevistos, el foco de la corrupción queda más circunscrito a la
familia Pujol –espectacular operación judicial televisada contra Oleguer Pujol–, con caída incluida del alcalde de Barcelona, Xavier Trias (?). Foco negativo catalán más una operación Púnica que deja fuera de juego a Esperanza Aguirre, sin alimentar las llamas de la indignación general. Otoño al revés con unas encuestas distintas. Unas encuestas en las que Podemos sólo alcanza el 15% y se limita a dividir el voto de la izquierda. Todo ello con unas mejores perspectivas de recuperación económica, no ensombrecidas por los nubarrones del estancamiento general europeo.

Puesto que el "mundo feliz" de Pedro Arriola, asesor áulico del PP, no se está cumpliendo, Rajoy se halla ante un inquietante cruce de cables: la inflamación catalana, una indignación ciudadana sin precedentes en toda España, las encuestas enloquecidas, el ascenso de Podemos más allá de los límites imaginados y las primeras señales de alarma desde los centros financieros internacionales. Así concluye la secuencia 11-9-11.

(La secuencia concluye, pero el
Código 11-9-11 se ocupará de la digestión de los resultados en los próximos tres días).
 

Joan A. Forès
Reflexions

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