Es lo
más parecido a la aventura alemana o italiana de los años treinta del siglo
pasado.[Els feixistes i nazis, els franquistes sociològics ens
parlen de nazisme?]
No creo que
España se vaya a romper, porque sé que eso no va a ocurrir, sea cual sea el
resultado electoral. [¿??] [Rajoy, Margallo, Fernández han dit el mateix!]
Benvolguts,
El tal Felipe
pretén donar consells als catalans. Ho va fer un cop quan a mitges amb l’enemiga
del poble català Carmen Chacón va publicar una carta a el País explicant-nos
com ens aniria de bé emb l’estatutet retallat pel TC el 2010. I aíxí ens ha anat, a
nosaltres i a ells…
Ara es torna a atrevir a fer-nos por amb una altra
carta “A los catalanes”:
A los catalanes
La propuesta que hace Junts
pel Sí, esa extraña coalición unida solo por el
rechazo a España, puede ser el comienzo de la verdadera “vía muerta” para Cataluña. Rompiendo la legalidad, nadie que tenga
la obligación de cumplir la ley va a negociar nada
EVA VÁZQUEZ
Hace casi dos décadas que salí de la presidencia
del Gobierno de España. No tengo responsabilidades institucionales ni de
partido [No soy consejero de ninguna multinacional ni de ningún
banco]. He recuperado la sencilla condición de ciudadano, aunque en
todo momento comprometido con nuestro destino común. Por ese compromiso con
España, espacio público que compartimos durante siglos, me dirijo a los
ciudadanos de Cataluña para que no se dejen arrastrar a una aventura ilegal e
irresponsable que pone en peligro la convivencia entre los catalanes y entre
estos y los demás españoles.
Siempre he sentido gratitud por vuestro apoyo
permanente y mayoritario para la tarea de gobierno. Siempre, incluso cuando
este apoyo era declinante en el resto de España. Y gracias a esta sintonía he
podido representaros con orgullo, como a todos los españoles, en Europa, en
América Latina y en el mundo. Con vuestra confianza hemos progresado juntos,
durante muchos años, superando la pesada herencia de la dictadura, consolidando
las libertades, sentando las bases de la sociedad del bienestar y reconociendo,
como nunca antes en la historia, la identidad de Cataluña y su derecho al
autogobierno.
He creído y
creo que estamos mucho mejor juntos que enfrentados:
reconociendo la diversidad como una riqueza compartida y no como un motivo de
fractura entre nosotros. Para mí, España dejaría de serlo sin Cataluña, y Cataluña
tampoco sería lo que es separada y aislada.
La idea de “desconectar” de
España, como propone Artur Mas, en un extraño y disparatado frente de rechazo y ruptura de la
legalidad, tendría unas consecuencias que deben conocer todos:
— Desconectarían de una parte sustancial de la sociedad
catalana, fracturándola dramáticamente. Ya
se siente esa fractura en la convivencia, y se empiezan a oír voces de rechazo a los que no
tienen “pedigrí” catalán [¿??]. Esos ciudadanos catalanes se sienten hoy
agobiados porque se está limitando su libertad para expresar su repudio a esta
aventura, porque le niegan o coartan su identidad —catalana y española— que
viven como una riqueza propia y no como una contradicción.
— Desconectarían
del resto de España, rompiendo la Constitución, y por ello el Estatuto que
garantiza el autogobierno, y la convivencia secular en este espacio público que
compartimos. En el límite de la locura,
empiezan a ofrecer ciudadanía catalana a los aragoneses, valencianos, baleares
y franceses del sur. Hemos pasado épocas de represión de las diferencias, de
los sentimientos de pertenencia, de la lengua, pero desde hace casi cuatro décadas, con la
vuelta de Tarradellas, entramos en una nueva etapa de reconocimiento de la
diversidad y de construcción del autogobierno más completo jamás habido en
Cataluña. [Pot ser el
mas completo, però no és el millor!]
— Desconectarían de Europa, aislando a Cataluña en una aventura
sin propósito ni ventaja para nadie. ¿Imaginan
un Consejo Europeo de 150 o 200 miembros
en la ya difícil gobernanza de la Unión? Porque ese sería el resultado de la
descomposición de la estructura de los 28 Estados nación que conforman la UE. ¿Imaginan al Estado
francés cediendo parte de su territorio para satisfacer este nuevo
irredentismo? Nadie serio se prestará
a ello en Europa y, menos que nadie, España, que tanto luchó por incorporarse y
participar en la construcción europea, tal como es, con su diversidad y, por
cierto, con el máximo apoyo de Cataluña. [Embolica que hace fuerte!]
— Desconectarían de la dimensión iberoamericana (que tanto
valor y trascendencia tiene para todos) y especialmente de Cataluña porque este
vínculo se hace a través de España como Estado nación y de la lengua que
compartimos con 500 millones de personas —el castellano—, como saben muy bien
los mayores editores en esta lengua, que están en Barcelona.
Naturalmente afirman lo contrario: “Solo queremos desconectar
de España”. ¿De qué España? ¿La que excluye también Aragón, Valencia y
Baleares? Los responsables de la
propuesta saben que lo que les estoy diciendo es la verdad, si se cumpliera ese
“despropósito”. En realidad tratan de llevaros, ciudadanos de Cataluña, a la
verdadera “vía
muerta” de la que habla Mas, en un
extraño “acto fallido”.
Vivimos en la sociedad más conectada de la
historia. La revolución tecnológica significa “conexión”, “interconexión”, todo
lo contrario a “desconexión”. Cada día es mayor la interdependencia entre todos
nosotros: españoles de todas las identidades, europeos de la Unión entre 28
Estados nación, latinoamericanos de más de 20 países, por no hablar de nuestros vecinos del
sur o del resto del mundo. Pregunten a sus empresas, las que crean riqueza y
empleo por esta desconexión. [Preguntem-los
si volen tornar a l’estatus de colònia?]
La propuesta que hace esa extraña coalición unida solo por el rechazo a España, sea cual sea el
resultado de la falseada contienda electoral, puede ser el comienzo
de la verdadera “vía muerta”. ¿Cómo es posible que se quiera llevar al pueblo catalán al
aislamiento, a una especie de Albania del siglo XXI? El señor Mas engaña a los independentistas y a los
que han creído que el derecho a decidir sobre el espacio público que
compartimos como Estado nación se puede fraccionar arbitraria e ilegalmente, o que ese
es el camino para negociar con más fuerza. Comete el mismo error que Tsipras en Grecia, pero fuera de la ley
y con resultados más graves.
¿Qué pasó cuando se propuso a los griegos una
consulta para rechazar la oferta de la Unión Europea y “negociar con más
fuerza”? Después de que más del 60% de los griegos
lo creyeran, Tsipras aceptó condiciones mucho peores que las que habían
rechazado en referéndum, con el argumento, que sabían de antemano, de que no tenían
otra salida. ¿Sabían que no había otra salida y engañaron a los ciudadanos?
Pueden creerme. No
conseguirán, rompiendo la legalidad, sentar a una mesa de negociación a nadie
que tenga el deber de respetarla y hacerla cumplir. Ningún responsable puede permitir una
política de hechos consumados, y menos rompiendo la legalidad, porque
invitaría a otros a aventuras en sentido contrario. [És
una amenaça?] Todos
arriesgaríamos lo ya conseguido y la posibilidad de avanzar con diálogo y
reformas.
Eso es lo que
necesitamos: reformas
pactadas que garanticen los hechos diferenciales sin romper ni la igualdad
básica de la ciudadanía ni la soberanía de todos para decidir nuestro futuro
común. No necesitamos más liquidacionistas en nuestra
historia que propongan romper la convivencia y las reglas de juego con
planteamientos falsamente democráticos [¿??].
Si la reforma de la ley electoral catalana no ha
podido aprobarse porque no se da la mayoría cualificada prevista en el Estatuto, ¿cómo se
puede plantear en serio la liquidación del mismo Estatuto y de la Constitución
en que se legitima, si se obtiene un diputado más en esa lista única de
rechazo? ¿Cómo el presidente de la Generalitat va en el cuarto
puesto, como si necesitara una guardia pretoriana para violentar la ley?
Es lo más parecido a la aventura alemana o italiana de
los años treinta del siglo pasado.[Els feixistes i nazis, els
franquistes sociològics ens parlen de nazisme?]
Pero nos cuesta expresarlo así por respeto a la
tradición de convivencia de Cataluña. El señor Mas sabe que, desde el momento
mismo que incumple su obligación como presidente de la Generalitat y como
primer representante del Estado en Cataluña, está violando su promesa de
cumplir y hacer cumplir LA LEY. Se coloca fuera de la legalidad, renuncia a representar a
todos los catalanes y pierde la legitimidad democrática en el ejercicio de sus
funciones.
No estoy de
acuerdo con el inmovilismo del Gobierno de la nación, [Y que ha hecho para arreglar-lo en 40 años? ]
cerrado al
diálogo y a la reforma, ni con los recursos innecesarios ante el Tribunal Constitucional. Pero
esta convicción, que estrecha el margen de maniobra de los que desearíamos
avanzar por la vía del entendimiento, no me puede llevar a una posición de
equidistancia entre los que se atienen a la ley y los que tratan de romperla.
No creo que España se vaya a romper, porque sé que eso no
va a ocurrir, sea cual sea el resultado electoral. [¿??] [Rajoy, Margallo, Fernández
han dit el mateix!]
Creo que el desgarro en la convivencia que provoca
esta aventura afectará a nuestro futuro y al de nuestros hijos y trato de
contribuir a evitarlo. Sé que en el enfrentamiento perderemos todos. En el
entendimiento podemos seguir avanzando y resolviendo nuestros problemas.
Joan A. Forès
Reflexions
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